10 CLAVES | La tortura: en México ya existe castigo, pero hasta ahora nadie ha sido condenado por este delito
Hasta 2011 la vida de Miriam López era totalmente normal. Ama de casa, dedicada a los quehaceres domésticos y al cuidado de sus hijos en Baja California, su día a día era como el de miles de mujeres en México, hasta que fue víctima de abusos por parte de militares. Una mañana, tras dejar a sus hijos en la escuela y tomar un café con una amiga, Miriam se dirigió en su auto a casa, pero en el camino la detuvieron. Lo primero que ella pensó era que había sido secuestrada. Sus plagiarios le vendaron los ojos, al quitarle el vendaje lo primero que vio fue la bandera de México. Estaba en un cuartel militar. Fue torturada. Le aplicaron toques eléctricos en la planta de los pies. Los elementos castrenses le exigían que se autoincriminara sobre un cargamento de marihuana, mientras le mostraban fotografías de sus hijos y su pareja. También fue abusada sexualmente. Los militares le pedían que se bañara y se cambiara de ropa a la espera de su nuevo agresor. La violaron tres veces. Finalmente la dejaron en libertad sin cargos. Ella ha reunido el suficiente valor para presentar una denuncia, pero nadie ha sido llevado ante la justicia. Amnistía Internacional se encuentra preocupada de que la Procuraduría General de la República (PGR), luego de 18 meses con una averiguación abierta y una cantidad de pruebas sobre el lugar de los hechos y la identidad de los presuntos responsables, aún no concluye una investigación que permita procesar a los torturadores. Ante la falta de justicia para Miriam, en tan solo tres meses, más de 42 mil personas en todo el mundo se han sumado a una campaña de solidaridad con esta víctima. Este caso no es el único en México, donde la violación a los derechos humanos ha ido en aumento, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la tortura se incrementó un 500 por ciento en el sexenio del Presidente panista Felipe Calderón. Amnistía Internacional ha recordado en más de una ocasión que el actual Presidente, Enrique Peña Nieto, se comprometió durante las elecciones de 2012 a poner fin a la tortura. Pero desde su llegada al poder, no ha habido acciones nuevas o políticas públicas específicas para prevenir y sancionar la tortura y malos tratos. La CNDH recibió mil 662 denuncias de tortura y malos tratos en 2012, y eso supone apenas una parte del problema, pues la CNDH sólo tiene competencia para casos federales. A pesar de la magnitud del problema, no hubo condenas por tortura en 2012.