Tampico

Mala Leche de Peraza

 

*** Gran trabajo de Gerardo Villaseñor Montes

*** Injustamente su labor no fue reconocida por las autoridades

Por: Isaac MOLINA ZAPATA

TAMPICO, TAM.- Por la importancia del tema, y porque es justo dar honor a quien honor merece, lo que se buscaba como una entrevista corta se transformó casi en un reportaje, y a continuación transcribiré la plática que tuve con Gerardo Villaseñor Montes, ex director de Desarrollo Social del Ayuntamiento local. Aclarando que es exclusivamente porque en su momento, injustamente nadie le reconoció el gran trabajo que hizo en la reubicación de las familias asentadas en las orillas de la Av. Monterrey; sobre todo con el antecedente de violencia que había de lo que sucedió en la colonia Mano con Mano.

P- Arquitecto, ¿cuándo inició el proceso de reubicación de familias de la Av. Monterrey?

R- “Inició en febrero del 2011, al principio del gobierno municipal actual, la alcaldesa me encargó ese proceso de la reubicación de 153 familias para liberar esa zona donde estaba el proyecto que el gobierno del estado venía haciendo de la pavimentación de la Av. Monterrey.
Si bien tenía yo la única referencia del proceso de la Mano con Mano, de alguna manera me hizo pensar en que debía ser muy cauto en el mismo; sin embargo el gobierno municipal me dejó para de manera personal desarrollar la política a seguir para hacer este trabajo, un trabajo de 10 meses.

Inicialmente fueron varias charlas que se hicieron en la sala de cabildo, para explicar el procedimiento, escuchar quejas de los que ya habitaban ahí, y que tenían concesiones de Ferrocarriles que databan de hace 40 años, en donde de alguna manera clara era una concesión temporal para uso habitacional no para usufructo comercial, y ahí empezamos a encontrar que no todos tenían ese documento que amparaba ese permiso temporal de Ferrocarriles para la ocupación.

A partir de ahí se mencionaba que habría de haber dos opciones, una liquidación y la otra reubicación en Santa Amalia. Empezamos el proceso, aunque tardó un buen tiempo en que el concepto fuera asimilado y aceptado por la gran mayoría; pero nunca tuvimos un conato ni de bronca, ni fue necesaria la presencia de la fuerza pública, todo se resolvió con diálogo.

P- ¿Lo dejaron solo políticamente?

R- Lo que sí es sorprendente es que de alguna manera la chamba prácticamente fue solitaria, me dejaron solo, solamente la Delegación norte me apoyaba en ocasiones, Germán Pacheco era el delegado en ese entonces.
El Gobierno del Estado sí intervino en términos de que fue el que aportó el dinero con el que se hicieron las liquidaciones o los pagos de las terracerías básicas, en fin todo lo que se necesitaba. Dentro del valor total del proyecto de la Av. Monterrey se designó una cantidad cercana a los tres millones de pesos para todos los procesos de esa reubicación y debo admitir que el ITAVU como constructor de las unidades a las que se habrían de cambiar las familias tuvo una participación decisiva en el proceso porque ya avanzadas las negociaciones hicimos reuniones con ellos para que hicieran una explicación técnica del lugar, de la calidad de las casas, del hecho que las casas a la hora de estar ocupadas tendrían ya servicio eléctrico, así como agua y drenaje.

P- ¿Fue fácil hacer todo esto?

R- No fue fácil, cualquier tarea que dure 10 meses en términos de tiempo no es fácil, fue muy ilustrativa, fue algo que en un principio pensé que pudiera haber sido una debilidad el hecho de no tener la suficiente experiencia política, yo creo que aquí lo que tiene que ver es el don para comunicarse más que la experiencia política. Hubiera sido bueno tener largas charlas con la maestra de saber cómo se había llevado el proceso de la Mano con Mano para no cometer los mismos errores.

Sin embargo eso me dio más que madurez un conocimiento de que las posibilidades están en función de lo que se trace uno como meta, y la forma de hacerlo siempre tendrá que ver con la forma de conectar con la gente, y eso fue lo que sucedió aquí. Recuerdo en una sola ocasión un momento álgido en donde estaban seis líderes y una representación de sesenta personas que se empezaron a poner difíciles, y lo único que les dije fue: hay cosas que puedo hacer y cosas que no, si no soy bien recibido me voy, les ofrecí una disculpa y les pedí que me dejaran retirarme; y al momento de hacerlo me pidieron que regresara. Ese tipo de situaciones para mí resultaron un triunfo porque con decencia, con honestidad, con darles el lugar que se merece la gente, abrieron sus corazones.

Empezó un proceso si bien complicado, pero sumamente enriquecedor como experiencia política. Lamentablemente me dejaron solo pero no lo veo como víctima, qué bueno que sucedió así, porque al final de cuentas el hecho de haber tenido un sinodal tan importante comparado con un evento tan importante como fue la Mano con Mano, deja entrever que tenemos el perfil y que hay la posibilidad.

Me hubiera gustado que la alcaldesa me arropara más, sólo una vez me acompañó ya en el proceso de la reubicación estuvo un rato, y creo que fue lo único que se publicó en aquella ocasión bajo la presencia de ella. Pero ni modo, seguramente la maestra tenía en esos momentos cosas más importantes; pero más que un perjuicio fue un beneficio para mí. Lo que sí me sorprendió es que en su informe no hubiera sido categórica en mencionar un triunfo político de su gobierno, no de Gerardo Villaseñor. Supongo que se le pasó, pero era algo extraordinariamente importante. Había suficiente antecedente de información para haber cacaraqueado más ese huevo; y repito, un huevo que competía a la administración de Magdalena Peraza no a un trabajo de Gerardo Villaseñor.

P- ¿Cree que haya sido a propósito para evidenciarlo en caso de que no hubiera podido con el paquete?

Todo es posible, nunca pensé en eso, qué bueno porque hubiera un sentimiento en detrimento en mi actividad, pero pudiera haber sido posible. Al final de cuentas yo me sentí en mi gestión como funcionario con muy pocas posibilidades y recursos para hacer lo que se debía haber hecho en Desarrollo Social y siempre lo dije y es algo que externo con mucho agradecimiento, de no haber sido por la participación de la iniciativa privada lo único que hubiéramos hecho eran jornadas médico-asistenciales, ningún otro programa, por el bajo presupuesto que teníamos.

P- ¿Alguien del gobierno municipal o del Gobierno del Estado reconoció su trabajo?

Definitivamente no. Yo creo que hacia el interior de ITAVU, en aquel entonces Rolando Girard gastó las suelas igual que yo en ese proceso, también estuvo muy atento Roberto Darwin.

P- Pero una cosa es estar atento y otra el reconocer esa labor…

R- No hubo reconocimiento, no lo esperaba. La verdad es que me queda una gran satisfacción, se me puede llenar la boca decir que un proceso socialmente tan complicado, fue un trabajo de cirugía fina.
El hecho de encontrarme hoy con gente que fue reubicada o liquidada y que me saluda con una sonrisa, ese sí es reconocimiento. Porque te puedo asegurar que los que estuvieron con lo de la Mano con Mano ven a algunos de los políticos que estuvieron involucrados y les sacan la vuelta, el uno o el otro. La gente me ve con gusto, como un aliado, como un amigo, y eso para mí es suficiente reconocimiento.

P- ¿Usted fue el arquitecto de ese proceso?, pues fue el protagonista central…

R- Pues mira, es una manera sabrosa de verlo, mas es un deber cumplido con los recursos que tenía a la mano, tanto emocionales como humanos y materiales, y el resultado es una consecuencia de cómo hiciste las cosas en el proceso. No es lo mismo pensar que el fin justifica los medios; es decir, llegar a un resultando agrediendo a la gente no es correcto y para muestra basta un botón, en la Mano con Mano ese desalojo no fue una reubicación, en ese desalojo los medios que se utilizaron no justificaron todo lo que ocurrió. Mientras que lo de nosotros fue resultado de lo que hicimos, de una manera natural.

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