Política

Con Urbanidad

Por: Vicente Hernández

“El poder, es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha.”
‹Eduardo Galeano›

Después de las controvertidas e impugnadas pasadas elecciones internas para elegir consejeros estatales, que al parece ser fue el Caballo de Troya que provoco la infiltración de ex militantes de todos los partidos políticos, activos y desaparecidos, militantes falsos o verdaderos, quienes, desamparados, huérfanos y angustiados, encontraron la coyuntura perfecta para registrarse en el Partido de moda y próximo a tomar el poder en Tamaulipas.


Morena parece haberse desdibujado, no en presencia, sino en su esencia, ya que, a pasado de ser un Movimiento con postulados de izquierda, para convertirse en un Movimiento multicolor, semejante a una Torre de Babel donde se mezclan varias ideologías, la del centro-revolucionaria de del PRI, la conservadora del PAN, la izquierdosa del PRD, y algunas otras mezclas inentendibles y el licuado de estas corrientes “Ideológicas” será inyectada, y correrá por las venas de Morena convirtiendo a este Movimiento en una especie de Frankenstein político.


Hoy por la mañana leí un excelente texto escrito por el periodista Oscar Diaz Salazar titulado: ¿Soy de izquierda? donde de manera irónica expone la contradicción de pensar como izquierdista, y actuar y vivir como derechista o pequeño burgués, texto que retrata fielmente a muchos de los que hoy dicen militar en Morena, un Movimiento de izquierda sin siquiera saber cuál es el origen de la clasificación “Izquierda o Derecha” en términos políticos, y como dato didáctico transcribo lo siguiente:


La denominación “de izquierda o de derecha” conllevan de forma implícita una oposición en política, y se origina en la Francia del año 1789 en el inicio de la revolución, y la ideología, o los postulados de la derecha eran: “Valores de Autoridad” Identidad nacional, orden, seguridad, militarismo, tradición, religión, conservadurismo, libertad económica. Mientras que los de la izquierda eran: “Valores de igualdad jurídica” respeto a lo nacional e internacional, Estado total, solidaridad, insubordinación, secularismo, el derecho de autodeterminación y la justicia social mediante una economía planificada y subordinada.


De tal forma que, los delegados con diferentes orientaciones doctrinales, en la asamblea nacional de agosto-septiembre de 1789, acudieron para debatir sobre el peso de la autoridad real, frente al poder de la asamblea popular en la futura constitución, así los diputados partidarios del veto real que pertenecían al clero y la aristocracia, se agruparon a la derecha del presidente, mientras quienes se oponían a este veto se ubicaron a la Izquierda, autodefiniéndose como “Patriotas”.


Basados en este acontecimiento histórico de clasificación ideológica, el 2 de octubre de 2011 (fecha significativa para la izquierda) nace el Movimiento Regeneración Nacional, movimiento credo e impulsado por Andrés Manuel López Obrador, como parte estratégica rumbo a las elecciones federales de 2012, constituyéndose primero como una Asociación Civil el 20 de noviembre del 2012, (nuevamente fecha significativa) finalmente el 9 de julio de 2014, el Instituto Nacional Electoral emitió la resolución que le otorgó su registro como partido político nacional.


Desde su origen en el siglo XVIII, los partidos políticos permiten que se expresen tanto intereses nacionales como particulares, pero sus estatutos como la propia ley electoral impiden que los intereses particulares dominen por entero los nacionales.


Y es en esto ultimo en lo que baso mi apreciación sobre la perdida de la esencia ideológica, ya que con la integración de algunas gentes que se registraron a Morena, no comulgan con los principios básicos de una verdadera izquierda, porque su finalidad es el colocarse en algún cargo público para enriquecerse, arropados por un partido que su mayor postulado es la lucha en contra de la corrupción.


Pero no solo este tipo de gente, o de pensar le hace mal a Morena, también se lo hacen los fundamentalistas que se sienten “más papistas que el Papa”, creando una corriente tipo secta política-religiosa, con un acendrado fanatismo de culto a la personalidad, que no es más que una elevación a dimensiones casi religiosas o sagradas, de figuras de líderes carismáticos en la sociedad o la política.


De tal forma que Morena tiende a ser el segundo partido mayoritario o hegemónico que tendría México, (antes lo fue el PRI) pero como partido dominante tendrá que alternar el poder con otros partidos o coaliciones, vía elecciones democráticas, so pena de convertirse en “La dictadura perfecta” como alguna vez bautizo al PRI el político-escritor Mario Vargas Llosa, y citando a Cervantes: “Cosas veredes, Sancho…” concluyo.

Notas relacionadas

Botón volver arriba