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Blanca Valles será la primera en ser auditada en la administración de Américo Villarreal

Por: Mauricio Fernández Díaz

Caen sindicatos de burócratas en la trampa de Cabeza de Vaca

Ciudad Victoria.- A veces parece que exageramos cuando describimos el carácter de Francisco García Cabeza de Vaca para entender al hombre que nos gobierna y saber a qué atenernos. Pero la realidad rebasa nuestra imaginación, por más que lo retratemos como un Calígula o como un Nerón. ¡Es peor que esos dos!

Esta comparación nada tiene que ver con las depravaciones de esos emperadores sino con el daño causado a sus ciudadanos, en usarlos como instrumentos desechables del poder, en tiranizarlos para fines personales. Porque ahora Cabeza de Vaca pretende utilizar a los sindicatos de burócratas para desestabilizar al próximo gobernador.

Es asombroso cómo gasta los días el panista en idear enredos, abusos y conflictos con tal de minar a la administración entrante. Es tanta la maldad que desea causar que raya en la caricatura.

¿A quién si no a un estadista perverso se le ocurre basificar a 4000 trabajadores al final de la administración, en medio de problemas financieros para el estado y la Federación? Es el plan que circula en la capital del estado y que ya es un escándalo por las emociones que mueve entre la gente.

Ayer, en conferencia de prensa, el gobernador electo Américo Villarreal reveló la trampa del mandatario saliente de otorgar bases laborales por millares antes de terminar su administración. A Cabeza de Vaca no lo motiva el bienestar de los trabajadores, sino el malestar del doctor y de Morena. Sin embargo, la principal afectada será toda la sociedad, que resentirá la falta de recursos en áreas fundamentales como salud, seguridad y educación.

A Blanca Valles, verdadero fósil del sindicalismo estatal, el doctor Villarreal le mandó un mensaje sutil para no colaborar con este ardid del cabecismo. “Exhorto y espero que el Sindicato no se preste a ningún tipo de criterio distinto a la antigüedad o al mérito de la base trabajadora.”

Américo aseguró que su administración está interesada en el bienestar de los trabajadores estatales, en mejorar sus condiciones, pero anteponiendo méritos, capacidades y promociones legítimas, y no la entrega a ciegas de contrataciones por motivos políticos. A propósito de contratos, durante su gobierno, Cabeza de Vaca se mostró avaro en basificar al personal, y solo googleen “manifestación enfermeras Victoria” para constatarlo.

Ni Blanca Valles, su familia, ni su comité directivo resisten la más blanda auditoría a sus bienes y patrimonio. Esa es la manzana envenenada que Cabeza de Vaca ha puesto en su mano. Una baraja de bases laborales para aumentar su poder como líder sindical y, al mismo tiempo, una invitación a que la investigue judicialmente el nuevo gobierno.

Otro tanto sucede con la administración de Ciudad Victoria y el Sindicato de Trabajadores Municipales. Insisten estos en defender un aguinaldo que no lo gana ni Obama, cómo dicen por ahí. También detrás de este conflicto se halla el mismo titiritero: Cabeza de Vaca, quién dejó que su prima, Pilar Gómez, como exalcaldesa, aumentara las prestaciones antes de entregar la presidencia al morenista Lalo Gattás.

En días recientes, los representantes sindicales han endurecido sus amenazas hacia el municipio, y han abierto la posibilidad de sabotearlo por todos los medios. La reacción del alcalde fue pedirle a los reporteros que buscaran al líder sindical para preguntarle cuánto recibe de aguinaldo a fin de año.

Con eso bastó para sonar las alarmas pues, en efecto, no hay medios legítimos para justificar su tren de vida. Y no solo la de ellos; también la esposa y los hijos aparecen con altas compensaciones en la nómina municipal. Sin decirlo, Gattás le está señalando al equipo jurídico de Américo Villarreal donde pueden hallar una historia de corrupción.

A primera vista, si sumáramos las 4000 plazas mencionadas y las altas prestaciones de los empleados municipales, parecería de Cabeza de Vaca quiso mejorar la situación de los trabajadores victorenses y sus familias, que en verdad se preocupaba por el desarrollo humano. Nada más falso ni más inexacto. El reynosense siempre expresó frialdad, por no decir odio, hacia los victorenses, ya que el PAN sacó votaciones negativas en la capital después de 2018. ¿Cómo va a querer a los burócratas si lo primero que les restregó fueron más de mil despidos? No; Cabeza de Vaca les ha hecho un aparente regalazo con la única finalidad de enfrentarlos con Américo Villarreal, de amarrar navajas, ya que el doctor deberá deshacer esas plazas inventadas por falta de presupuesto.

En eso consiste el engaño y la trampa puesta por el reynosense a los burócratas, en amargarles la alegría pasajera con un pleito largo y desgastante con el nuevo gobernador.

¿Ahora entienden por qué hasta las cosas buenas de Cabeza de Vaca, en realidad, son malignas?

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