Sin Filtros; Por: Brenda Ramos
Si bien el título de este análisis es gracioso, lo que sucede alrededor del dirigente estatal de PAN Tamaulipas René Cachorro Cantú, no lo es; su responsabilidad primaria como líder del PAN es solo una: Ganar Elecciones. Sin embargo, es responsable directo al igual que Francisco García Cabeza de Vaca de tener al partido en una profunda crisis.
Se esperaría que después del fracaso del 2021 cuando perdió Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Ciudad Victoria y el Congreso Local, aunado a la elección más importante el en estado, la gubernatura del 2022, el joven, inexperto e incapaz dirigente renunciara. Pero “El cacharro”, como le llaman de frente sus adversarios y a espalda sus propios compañeros de partido, se aferra al poder, por sus intereses y ambiciones personales además de estar a disposición cada que su “amo” Cabeza de Vaca le requiera, sin importarle como esto afecta a la imagen del poco panismo real que queda en nuestro estado.
Hablando de cachorros, haré un paréntesis, sobre una anécdota personal que queda como anillo al dedo para describir la conducta de Rene Cantú, la cual parece epidemia pues se ha esparcido a muchos actores políticos del estado, ahí les va mi vivencia. Desde que era niña he tenido mucho aprecio por los animales, respetarlos, protegerlos y cuidarlos, desarrollando una gran simpatía por los gatos y los perros, de estos últimos por una raza en particular: los perros chihuahuas.
Estas criaturas delgadas, pelo pegado, orejas paradas que bien pueden ser cabeza de venado o cabeza de manzana se convirtieron en mis ejemplares favoritos; en pro de la adopción, en nuestra familia hemos llegado a tener hasta 10 chihuahuas rescatados de los cuales nos hemos encargado de buscarles buenas familias para dar en adopción; el punto aquí es que después de muchos años conviviendo con estos chistosos y curiosos perritos, me doy cuenta que algunas personas se comportan igual que ellos.
Científicamente los chihuahuas son más agresivos que los de raza pitbull, ya que no tienen noción de su tamaño real, son de echo ellos los que buscan la pelea a cualquiera que pase por su territorio, ya sea humano u otro animal. Estos desconocen que sus ruidosos ladridos no son temidos por nadie, y si estos logran alejar a sus “enemigos” son solo para dejar de escucharlos, ya que son bastante molestos, pero en realidad en una verdadera pelea, no tienen oportunidad de sobrevivir.
Esta y muchas conductas del reino animal son adoptadas por los humanos, de ahí el dicho “Perro que ladra no muerde”. En su paso por la dirigencia, a Rene Cantú no se le ha visto trabajo, de este se esperaba, no solo que hubiera salido a campo a conocer las estructuras, aceitarlas, escuchar las opiniones y necesidades de la gente, conocer de pe a pa los distritos, hacer los recorridos de “casa en casa” con el fin de que su partido floreciera; no se detuvo a analizar sus pasos, a fin de darse cuenta que era incapaz de cumplir con su trabajo, lo que se hubiera solucionado al rodearse de sabios asesores que guiaran al joven político por la senda adecuada, por el contrario, con el exceso de confianza que le daba tener el respaldo del gobernador, se tiró a la hamaca.
Las circunstancias para seguir siendo el dirigente le seguían llegando del cielo, pero no las aprovechó; se sintió seguro ya que la alianza Va por Tamaulipas era casi un hecho y vendría directamente de los líderes nacionales Marko Cortéz y Alito Moreno. Al dar esto por sentado, no consideró necesaria la operación cicatriz en el PRI, lejos de ser mediador, conciliador, humilde, tomar aceite y ungir las heridas de los liderazgos de un partido al que persiguieron, aplastaron y abatieron, tomo el camino de los brabucones: los siguió humillando, doblegando, persiguiendo, burlándose de no tener otra opción mas que aceptar las decisiones que los altos mandos habían tomado por ellos.
El resultado, dejaron al PAN solo; a pesar de los miles de reportes y quejas ciudadanas de la compra de votos, Cachorro fue incapaz de ganar la elección. Aquellos heridos del PRI le abandonaron y prefirieron unirse en apoyo a MORENA mil veces que, a su verdugo. Todo por creer que la falta de trabajo se compensaba con gritos y confrontaciones, así lo hizo en el congreso local como diputado plurinominal, así lo hizo en todos los eventos de campaña, cuando se desgarraba la voz ante los militantes asegurando la victoria y descalificando a la oposición, y ciertamente tenía que gritar para llamar la atención ya que nadie lo conocía, por haber sido un líder ausente.
Y ahora, después de haber perdido, sigue gritando y señalando, pretendiendo impugnar la elección, dando show para que no lo remuevan de la dirigencia y seguir en la ubre los meses que le quedan. Vaya hasta el Truko Verástegui se burla de él, en una de las entrevistas después de las últimas ruedas de prensa sobre el tema de la impugnación, se le pregunta a René que si dejará la dirigencia ante su evidente ineptitud a lo cual aferrado responde que no, y atrás de el aparece Verástegui quien pasa de largo riéndose de las declaraciones del Cachorro y entonando una melodía.
Por lo pronto, es bien sabido que los pocos panistas verdaderos que quedan en el estado, se encuentran felices de saber que empezando octubre, se liberan del Cachorro Cantú, quien se la pasó todos y cada uno de los días de su dirigencia, “ladrando detrás de la cerca”
