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Ordenes de aprehensión desplazan campañas en Tamaulipas

Por Mauricio Fernández Díaz


La última etapa se centra no en exponer proyectos, sino en ver quien emite más ordenes de aprehensión

La prensa nacional también desconfía de Cabeza de Vaca

Ciudad Victoria.- Se considera que el gobernador de Tamaulipas se metió a la campaña desde que descalificó a Morena y a su candidato, el doctor Américo Villarreal Anaya, en un acto oficial en Palacio. Desde entonces, cada fin de semana, Francisco García Cabeza de Vaca ha presidido conferencias de prensa al lado de figuras nacionales del PAN en las que vincula a sus rivales con delincuentes. También ha publicado varios mensajes de apoyo político a su abanderado en redes sociales. El hombre, de plano, está interviniendo en la elección.

Estos actos ilegales han sido exhibidos por los morenistas y sus seguidores con gran escándalo; en respuesta, mucha gente ha descargado su encono contra el mandatario en el nuevo campo de batalla de la vida pública: el internet.

Si la vista se detuviera ahí causaría la impresión de que todo es un alboroto entre fanáticos de Morena y que no rebasa esa esfera. Pero es un engaño; las faltas existieron. El IETAM ya impuso medidas cautelares al gobernador por violar la imparcialidad que la ley electoral exige, sin mencionar el probable uso de recursos públicos con fines partidistas.

En Tamaulipas hay una corriente de medios de comunicación que difunde y agranda esta información sobre la injerencia del gobernador y su presunta persecución a opositores y funcionarios de Morena. En el PAN podrían considerarlos afines a la izquierda o a su candidato, informativos sin objetividad e interesados en promover al doctor Villarreal. Esto es parcialmente cierto, pero hay otras fuentes que no pueden calificarse fácilmente de comprometidas.

En la prensa nacional, los principales diarios del país también presentan a Francisco García Cabeza de Vaca como causante de inestabilidad política y de enrarecer el clima político. Lo ven enfrascado en la campaña de gobernador. Estas empresas también juzgan que el reynosense ha cometido abusos de poder al manipular a la fiscalía estatal en contra de figuras de Morena en Tamaulipas.

Y los dicen periódicos como Reforma, El Universal o El Financiero, que se caracterizan por sus continuas críticas a López Obrador y al fracaso de sus políticas públicas, si no de casi todo lo que ha hecho. Por eso el presidente los ataca con injurias en sus conferencias matutinas. Y ahora que denuncian la intromisión de García Cabeza de Vaca en la elección de Tamaulipas, sus imputaciones al doctor Villarreal y el uso del poder judicial contra sus rivales, no se puede decir que “trabajan” para Morena.

La imagen del gobernador de Tamaulipas no goza la mejor reputación en los medios nacionales, y la percepción baja también a los ciudadanos de diferentes regiones del país. Quizás el único que lo trata como buena influencia es Marko Cortés, pero más allá de él lo persiguen el escándalo y la sospecha.

En la edición del miércoles 25, Salvador García Soto escribió en El Universal: “… en Tamaulipas, aunque prevalece la ventaja amplia del candidato morenista, la guerra electoral desatada en el Estado, con acusaciones penales sobre financiamientos ilegales y la intervención directa del gobernador Cabeza de Vaca para levantar al candidato del PAN, hace incierto aún el desenlace, pues aunque hubiera un triunfo de Morena, lo más probable es que haya un conflicto poselectoral”.

También, Julio Hernández López, de La Jornada, no retrata al mandatario precisamente como un demócrata: “Francisco Javier García Cabeza de Vaca, aún gobernador de Tamaulipas, ha decidido volcarse en apoyo de Truko, enderezando acciones penales y amedrentamiento hacia opositores”. El columnista coloca al estado en el punto rojo de la inseguridad para los comicios del 5 de junio: “En Tamaulipas y Durango se concentra la mayor tensión de los seis estados en que el próximo mes habrá elecciones de gobernador”.

Por su parte, el periódico Reforma también finca en el gobernador la responsabilidad de la guerra sucia en Tamaulipas: “A 11 días de las elecciones, la situación política en Tamaulipas se sigue complicando por la evidente intervención de Francisco García Cabeza de Vaca. El panista está recurriendo a estrategias nada limpias para frenar al morenista Américo Villarreal”.

La exhibida en el diario capitalino, a través de la columna Templo Mayor, pone en tela de duda la legalidad de los procesos judiciales en contra de morenistas tamaulipecos. “Allá en Tamaulipas se asegura que el fiscal Irving Barrios recibió instrucciones de armar 40 nuevas órdenes de aprehensión contra objetivos morenistas. ¡La que se viene!”.

Esta rápida ojeada sobre las publicaciones nacionales revela que Francisco García Cabeza de Vaca tampoco goza de mucha credibilidad en el centro del país o entre los emporios de comunicación que han sido identificados, incluso, como “adversarios” a la Cuarta Transformación. Todos coinciden en describirlo, de un modo u otro, como alguien que utiliza el poder para su provecho personal.

La situación personal del mandatario es complicada pero no irresoluble. Todavía le queda tiempo para hallar una salida más tranquila.

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