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El ITAIT, ese tentáculo podrido del PAN.

Por: Mauricio Fernández Díaz

¿Órganos autónomos o refugio de panistas?

Ciudad Victoria.- Se concibieron para limitar el poder de los gobernantes, para asegurar las garantías ciudadanas frente a la autoridad. Vinieron, también, a romper la concentración de poder, a atemperar el sesgo político en el servicio público. Son los órganos autónomos, instituciones con suficiente presupuesto y respaldo legal para actuar con libertad.

Debido al reclamo de información pública clara, veraz y expedita, uno de los órganos que cobraron más relevancia en años recientes fue el Instituto de Transparencia, de Acceso a la Información y de Protección de Datos Personales de Tamaulipas, el ITAIT, que se creó a semejanza del Instituto Nacional de Acción a la Información (INAI). El ITAIT, en específico, estaría enfocado a los tamaulipecos.

En el papel, este órgano autónomo está pensado para dar grandes satisfacciones a los ciudadanos. En los hechos, pareciera querer lo contrario, incluso reforzar el poder que el gobierno ejerce sobre la gente.

El pleno del ITAIT está integrado por tres comisionados titulares y el comisionado presidente. Le siguen algunas direcciones, unidades, jefaturas y asistentes a cargo de la operatividad. En total, laboran 27 personas de confianza, incluidos los comisionados, una estructura austera en apariencia. En este año se le asignó un presupuesto de 18 millones 951 mil 983 pesos, lo que lo vuelve caro en proporción al personal.

Lo más costoso de este instituto, en realidad, son sus comisionados. De acuerdo con el tabulador para las remuneraciones del Presupuesto de Egresos 2021, pueden ganar hasta 130 mil 892 pesos mensuales. ¿Soportan una carga de trabajo demandante? ¿Requieren sus tareas conocimientos muy especializados? A simple vista, no lo parece. Lo que sobresale, a su pesar, es que ganan más que otros titulares de órganos autónomos. Por ejemplo, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas recibe hasta 86 mil 500 pesos mensuales, y el consejero presidente del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), hasta 80 mil pesos.

Nada de estas consideraciones, aunque importantes, pesarían en la sociedad si el ITAIT alojara a profesionales de alto perfil y probada autonomía. Pero sus comisionados están lejos de ese ideal, particularmente los últimos tres que resultaron electos, mediante concurso “abierto, en la Legislatura 64 de mayoría panista.

Dulce Adriana Rocha Sobrevilla; electa en enero de 2020 para un periodo de siete años (continuará después del gobierno de García Cabeza de Vaca). Ha sido tesorera del Comité Directivo Estatal del PAN. Ahí mismo, ha ocupado la Secretaría General. Rocha Sobrevilla también ha sido recientemente consejera nacional del PAN.

Rosalba Robinson Terán; electa en enero de 2020 para un periodo de cinco años (también sucederá al gobierno actual). Procede de una familia de larga militancia en el PAN. Su hermano, Ernesto Robinson Terán, es director del Instituto Tamaulipeco de Becas, Estímulos y Créditos Educativos en la administración estatal panista.

Humberto Rangel Vallejo; electo en enero de 2020 para un periodo de tres años. Conocido activista y promotor de candidaturas ciudadanas en Matamoros. En 2018, declinó participar en la elección de ese municipio para sumarse a Carlos García González, abanderado del PAN. Formó parte de la Legislatura 63 como diputado independiente.

La huella del PAN que hay impresa en estos comisionados no inquietó a los diputados locales que los votaron. Principalmente, verificaron sus estudios y su carta de no antecedentes penales; fue suficiente con eso. ¿Cómo reaccionar en contra si el Congreso estaba saturado de 22 legisladores panistas?

Pero aún las personas con derecho a la militancia política merecen un voto de confianza; podrían actuar con apego a principios éticos, profesionales e imparciales si las circunstancias se los exigen. Desde luego, hay personas así, pero los comisionados del ITAIT no se ajustan a esta descripción.

Una publicación digital reveló recientemente un informe elaborado por el instituto sobre los municipios mejor evaluados en transparencia. Aquí podría acontecer la prueba de la autonomía para los comisionados, el choque con la realidad que los justificara. Por desgracia, o quizás por lógica, fallaron. Aún peor, algunos podrían tomar a burla o a insulto lo que validaron.

Según el ITAIT, el alcalde con más alta puntuación en el segundo trimestre de 2020 fue Xicoténcatl González Uresti, de Ciudad Victoria, el mismo que autorizaba sobresueldos, empleaba a allegados de su familia en la administración municipal, y degradó los servicios públicos. Pues él, bajo la supervisión del ITAIT y sus comisionados, cumplía con el 93.19 por ciento de las exigencias de transparencia.

En Tamaulipas, más órganos autónomos como el ITAIT han quedado en manos de simpatizantes o miembros del PAN, el partido del gobernador del estado. Aunque él se retire después de septiembre de 2022, aún tendrá cierto reparto en el poder estatal.

Pero en política nada es eterno y el único que lo parecía, el Imperio Romano, ya no existe.

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