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Un reto universitario

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Maremágnum
Mario Vargas Suárez

Hablar de educación superior en México es referirnos a los mejores planteles de educación de este nivel, sin importar que sean universidades, institutos tecnológicos o escuelas del país.
El gran pero siempre lo encontrarán los padres de familia cuando se preguntan la base para catalogar como ‘buenas’ una institución de educación. Sobre todo de educación superior como el caso que nos ocupa, porque no existe un parámetro que nos guíe.
Las escuelas a las que asisten nuestros hijos, regularmente se seleccionan por dos criterios: Cuando se refiere al de los escolares, -la mayor parte del tiempo- se inclinan por la escuela a la irán sus amigos.
Cuando se trata del criterio de los padres de familia, la determinación para calificar una institución es por el decir de otras personas. Incluso hasta confiando en lo que la escuela dice de sí misma y de sus egresados.
El estado mexicano financia, además de las universidades autónomas de las entidades federativas, las universidades tecnológicas, las universidades politécnicas, los institutos tecnológicos, las escuelas normales y al mismo Instituto Politécnico Nacional (IPN) y con un gran presupuesto a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, el Centro de Rankings Mundial de Universidades (CWUR) es una organización que tiene como objetivó evaluar el desempeño de más de mil universidades de todo el mundo y, como siempre, los vecinos del norte, siguen incluyendo en la lista oficial a varias entre las mejores.
Los mexicanos estamos incluidos en este catálogo mundial y aparecemos en el lugar 337 con la UNAM y en el 755 con el IPN. Por desgracia para los nacionales, no aparece por ningún lado el Tecnológico de Monterrey -en cualquiera de sus campus-, ni la Universidad de Monterrey (UDEM) o la Universidad Iberoamericana o la Universidad Anáhuac, o la Metropolitana.
La organización mundial sigue para la evaluación de las universidades, unos parámetros muy estrictos. En el ejercicio de evaluación de este año, señala las últimas tres posiciones a universidades de China, como la Universidad Normal Shaanxi , la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa y la Universidad Yanbian.
El Centro Mundial de Evaluación de las universidades, basa su trabajo en ocho indicadores básicos y la evidencia que se presenta, determina el lugar a ocupar entre las instituciones educativas.
Tres indicadores ocupan el 75% y cinco más complementan el otro 25 % , con mucho menor valor, pero no menos importantes.
Con 25% del total, se evalúa la calidad de la educación. Contra toda tradición mexicana, este indicador es medido con los reconocimientos, premios y medallas internacionales otorgados a alumnos de la universidad.
Otro 25% se refiere a los puestos o cargos laborales de los alumnos egresados. Este Indicador está basado en el número de alumnos que actualmente fungen como CEO -puestos ejecutivos- de empresas importantes.
Un 25% más, se refiere a la calidad de los maestros, que se mide por la cantidad de académicos que han sido reconocidos con premios y medallas a nivel internacional.
El 5 % del total del puntaje es para las publicaciones, significando el número de trabajos de investigación que han sido publicados en medios reconocidos en el catálogo internacional de revistas universitarias, que exigen un protocolo científico.
También con 5%, se califica el número de trabajos de investigación publicados en medios de gran influencia.
Otro 5 % van para el número de menciones que un trabajo de investigación ha sido citado o referido, por otros investigadores, autores de libros, o artículos de revistas especializadas.
Un 5 % de destina al impacto que la universidad -por investigaciones o publicaciones- haya tenido en el extranjero (5%). Y finalmente, un 5 % más por las patentes registradas a nombre de la institución.
Las exigencias son muchas y hasta pudieran ser inalcanzables, pero estoy plenamente seguro que al paso que vamos en Tamaulipas y con la disposición de todos los universitarios, podríamos competir para arrebatarle -primero- los últimos lugares a China. Luego alcanzar al IPN y hasta rebasar a la UNAM… sin nos lo proponemos.

Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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