Mientras que en la plaza Primero de Mayo varias esposas y madres de presuntos desaparecidos por la Marina clamaban justicia y señalaban a Rivas de ser copartícipe de los hechos, a este último se le ve jugando golf y de “socialité”, como si nada.
A nivel nacional fue exhibido Rivas en el discurso de Jessica Molina, en representación de los familiares de víctimas de desaparición forzada, quien señalaba que unidades apócrifas de la Marina que lo custodiaban durante su campaña de reelección, están involucradas en la comisión de diversos delitos.
De hecho Juan Carlos Pérez Navarro, desapareció justamente en un evento de campaña de Rivas, así lo señaló su madre, María del Rosario, pero el alcalde con licencia no fue para aparecerse, ni el presidente municipal suplente, a quien enviaron al evento en representación del Ayuntamiento, no abordó el tema, sólo dio un discurso genérico que lejos de ayudar, indignó más a los afectados.
Hay que recordar que en el 2018, Rivas buscaba la reelección que ganó a la mala, pero aquella vez era el único de los candidatos que era custodiado por elementos de la Marina en activo, todo indica que algún mando le hizo el “favor” de asignarle algunos elementos pero como no había unidades para ellos, a ERC se le hizo fácil tomar dos unidades y adaptarlas para que se asemejaran a las de la Semar, obviamente sin los números de identidad, algo que ya representa de entrada un delito federal, peor aún que éstas presuntamente habrían sido utilizadas para varios hechos delictivos.
Como político, su indolencia y el hecho de que en ningún momento haya abordado el tema en la forma sensible y responsable que se espera de un alcalde, no ayuda para nada a la percepción de Rivas, que ha ido refrendando con muchos actos, su perfil de insensible ante las causas de la gente, desde las cosas más sencillas que aquejan a los neolaredenses, hasta las más delicadas, como la que mencionamos desde el inicio de este espacio editorial.
