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Tensión en Palacio: Inminente definición de la Corte sobre los fueros de Cabeza de Vaca

Mario Delgado recibió la orden de presentar a más tardar el jueves una denuncia formal por el incidente que vivió en Tamaulipas, cuando fue detenido por una camioneta con hombres que portaban armas largas. La indicación esconde cierto nerviosismo en Palacio Nacional, puesto que esperan una inminente definición desde la Suprema Corte respecto a los fueros de Cabeza de Vaca.

Para comprender la magnitud de lo que se define, hay que recordar que San Lázaro aprobó el desafuero de Cabeza de Vaca, y luego el Congreso de Tamaulipas declaró -a través de un punto de acuerdo- que no procedía la Declaración de Procedencia. En automático los diputados locales que responden en mayoría al gobernador, metieron ante la Corte una controversia constitucional.

Y a partir de este punto las cosas se pusieron oscuras para la 4T. La controversia fue tomada por Juan Luis González Alcántara Carrancá, uno de los ministros promovidos al máximo tribunal por el propio AMLO. El ministro desechó la controversia -resolución que en principio parecía favorecer al desafuero-, pero incluyó varios párrafos de fundamentación que terminaron por favorecer a Cabeza de Vaca.

Alcántara Carrancá explicó que el proceso de desafuero llevado a cabo en San Lázaro de ninguna manera había afectado las atribuciones del Congreso Local, de modo que desechaba la solicitud de controversia.

Pero el ministro fue más allá, y detalló que no se habían vulnerado las funciones del Congreso de Tamaulipas, porque ellos mismos “en ejercicio de su plena autonomía”, decidieron “no retirar la protección o inmunidad procesal penal” y determinaron “que no se pusiera a disposición de las autoridades federales”.

Finalmente, aseveró: “En estas condiciones, lo procedente es desechar la demanda promovida por el Poder Legislativo de Tamaulipas por falta de interés legítimo, sin que esta determinación prejuzgue sobre la culpabilidad o no respecto del ilícito que se relaciona, pues existe la oportunidad de llevar a cabo el procedimiento penal una vez que el servidor público concluya su cargo”.

Esas palabras fueron celebradas por Cabeza de Vaca y generaron furia en Palacio Nacional. Las broncas por esta decisión desde luego cayeron sobre Julio Scherer, el consejero jurídico que por estos días atraviesa una alta exposición por su pelea con Olga Sánchez Cordero.

La explicación que recibió el Presidente fue que tanto González Alcántara Carrancá como Yasmín Esquivel habían quedaron muy resentidos por algunas de sus expresiones en las mañaneras. “No hay otro que pueda defender la renovación del Poder Judicial”, había dicho AMLO al justificar la extensión del mandato de Zaldívar.

La lectura, entonces, fue que esos párrafos venenosos de González Alcántara Carrancá -que en rigor tiene una larga trayectoria judicial cercana a AMLO- respondía a una suerte de berrinche por el desaire que habían recibido en esas mañaneras.

El “plan cicatriz” incluyó un desayuno del Presidente con Zaldívar, Esquivel y el propio González Alcántara. Aquí hay versiones encontradas. Algunos afirman que allí hubo un reclamo frontal por la resolución. “Más que reclamos hubo apapacho”, afirman otros funcionarios.

Como sea, la PGR metió una impugnación que volvió a caer en manos de González Alcántara. La redacción de esta resolución determinaría finalmente y sin matices si Cabeza de Vaca tiene -o no- fuero. “Pero se define también si ese ministro es confiable para la 4T o ya no responde a nuestros intereses”, reconocen en Palacio.

A pocos días de las elecciones, y en medio de una crisis interna, Scherer se jugará buena parte de la confianza que goza con el Presidente en esta decisión clave.

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