José Ángel Solorio Martínez
La estructura de movilización de la familia makyavélica, recibió uno de los golpes más severos en la campaña por la alcaldía de Reynosa, Tamaulipas: fue detenido por delitos electorales, el Director de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) municipal, Roberto Rodríguez.
A mediodía del miércoles 2 de junio, fue aprehendido el funcionario por agentes de la Procuraduría a respuesta de nueve trabajadores despedidos del Ayuntamiento por rechazar sumarse a las actividades proselitistas de Makyito Peña Ortiz, según constan denuncias públicas hechos a los medios por esos burócratas cesantes.
La alcaldesa, acusó en varios twitts, la represión del gobierno del estado afirmando que los “poderosos quieren imponerse” en la ciudad que gobierna.
Una hora después, la Procuraduría expidió un oficio en donde explica que el Secretario de la Sedesol local, es requerido por la Justicia toda vez que inducir a ciudadanos a votar o a activar contra su voluntad a favor de un candidato, es un delito considerado por los cambios en la legislación electoral –impulsados por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador– que consideran ese tipo de conductas, como delitos grave. Es decir: no tienen derecho a fianza.
El hoy detenido, por varios meses operó con un amparo en el bolsillo.
Hasta que se le acabó el corrido.
(Se habla que en situación similar, están otros servidores públicos makyavélicos, como la Tesorera, Esmeralda Chimal a quien la policía le sigue la pista de cerca).
¿Afecta la campaña de Makyito, ese hecho?
Mucho.
Rodríguez, era el operador directo de la red de movilización para el domingo 6 de junio. Se maneja en corrillos políticos de la ciudad, que poseía toda la información de casas amigas, pagadores que pondrían hasta 7 mil pesos a quien votarían por Makyito, choferes que trasladarían a ciudadanos hasta las casillas y los militantes que recibirían pacas de billetes para ser puestas en manos de los líderes de colonos y algunos líderes religiosos.
De otra manera: se ha filtrado una de las informaciones más sensibles de toda campaña electoral.
Y al parecer, cayó en manos del equipo de Chuma.
Por eso, tanta angustia de la Makyiavélica.
Es esa, la explicación de su desesperación y de sus miedos.
La Maky y el Makyito, sienten que el millón de dólares de la candidatura –más la inversión en la campaña– se están evaporando.
El dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, no va a perder; ni suda ni se agobia.
Por una contundente razón: en apuestas y compras electorales, no hay vómito negro…
