TAMAULIPAS.- MORENA en su afán por asentar la IV T, en Tamaulipas, hizo alianzas y pactos con lo más disímbolo de la clase política regional. Ahí, se filtraron, ante la escasa potencia de la militancia más congruente, diversos especímenes.
Entre lo más destacado de esa pus que pasó la permisiva criba, están los candidatos a las alcaldías de Reynosa y Matamoros, Tamaulipas: Makyito Peña y Mario la Borrega López. Es evidente: llegaron a lopezobradorismo con las mejores recomendaciones.
Uno y otro, traían sus afilados colmillos escondidos. Otro y uno, mostraron sus garras retraídas para dar el zarpazo en el momento adecuado –para ellos–. A Makyito, en el transcurso de la campaña, le salieron innumerables bienes e incontables cuentas de bancos –en México y en USA– que superan los 50 millones de pesos.
Algo que convoca al sospechosismo: nunca ha trabajado en su vida, y no dirige ninguna empresa registrada en el sistema fiscal formal.
El alcalde de Matamoros, que pretende reelegirse, fue desnudado por un trabajo de periodismo de investigación realizado por el periódico capitalino Expreso, dio a conocer cómo la cada vez más tristemente célebre Borrega se ha agenciado varios millones de pesos bajo el manejo de concursos amañados para asignar proveedurías con el Ayuntamiento.
Se habla, de más de 200 millones en obra pública que encauzó a contratistas muy íntimos y a empresas que se cree, son de su propiedad. La Borrega y el Makyito, son morenistas de reciente cuño.
En desagravio de quienes les dieron las candidaturas: no conocían las aviesas inclinaciones de esa nueva parejita guinda que no han podido distanciarse de la viaja cultura política que considera que “es un político pobre, es un pobre político”.
Hoy, antes de que puedan ejercer –de ganar la elección– presupuesto público, ya tienen un cuantioso tesoro que sólo puede explicarse por su fina rapacidad. Makyito, es un niño inocente. Quien lo embarcó en la aventura del dinero fácil, –se infiere porqué ¿en qué trabaja el chichillo?– fue su madre, la Makyavélica. Mario López, ya es un sesentón que con plena conciencia se embarcó osadamente a engordar a la víbora de mil cabezas.
La Borrega, encabeza las encuestas en la contienda. Es decir: seguirá llenando de tufo a mierda al MORENA tamaulipeco, al menos por tres años más.
Makyito, está a juicio de varias casas encuestadoras, en segundo lugar, abajo del panista Chuma Moreno; en este caso, de ocurrir esos presagios, Reynosa y MORENA se salvarían de la pudrición y la perversión de los principios de no robar, no mentir y no traicionar.
Hace algunos meses, corrió en las diferentes corrientes y personalidades que mueven a MORENA, la posibilidad para llevar a los estatutos, la exigencia de que los candidatos presentaran no sólo una Carta de no antecedentes penales, sino también documentos bancarios de sus cuantas y una certificación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UFI) a todo aspirante guindo a algún cargo de representación popular.
Apremian, esos cambios programáticos y estatutarios. Todavía hay tiempo, para evitar que sujetos de la cuestionable contextura ética de Makyito y la Borrega, ensucien el proyecto de la VI T para Tamaulipas.
MIS DATOS / JOSÉ ÁNGEL SOLORIO MARTÍNEZ
