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Aguirre Rivero y Juárez Cisneros, principales impulsores de la candidatura de Moreno Arcos en Guerrero

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los dos principales impulsores de la candidatura de Mario Moreno Arcos al gobierno de Guerrero por la alianza PRI-PRD son los exmandatarios Ángel Aguirre Rivero y René Juárez Cisneros. Al primero se le vincula con el caso de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y al segundo con el empresario textilero libanés Kamel Nacif Borge.

El perfil público de ambos exgobernadores, así como los señalamientos contra Moreno Arcos por sus presuntos nexos con el narco, advierten un proceso electoral complicado en una de las entidades del país donde los niveles de marginación y pobreza contrastan con la opulencia de su clase política y los altos niveles de criminalidad y corrupción institucional.

Por su parte, al exgobernador Rubén Figueroa Alcocer, quien se ha mantenido al margen de la postulación de Moreno Arcos, se le recuerda por haber apoyado al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el proceso electoral de 2015, cuando el abanderado priista y actual gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, ganó la elección de hace seis años.

Para el actual diputado federal priista René Juárez Cisneros no es ajeno el caso de la detención y liberación del empresario Kamel Nacif, acusado de ser el autor intelectual de la tortura infligida contra Lydia Cacho en 2005.

Y es que durante la administración de Juárez Cisneros como gobernador de Guerrero, de 1999 a 2005, el libanés, conocido como ‘El rey de la mezclilla’, encontró un paraíso para hacer negocios en la entidad, e instaló dos maquiladoras textiles en el poblado indígena nahua de Zitlala y un centro de capacitación para el trabajo en el puerto de Acapulco.

Incluso el diario Reforma publicó en 2006 que el exmandatario guerrerense habría expropiado 32 hectáreas de terrenos en el fraccionamiento Punta Diamante para entregarlos a su amigo Kamel Nacif. Juárez Cisneros admitió su relación con el empresario acusado de pederastia por la escritora Lydia Cacho, pero negó haber realizado negocios al amparo del poder con ‘El Rey de la mezclilla’, detenido el pasado 12 de octubre en Líbano y posteriormente liberado bajo fianza.

No obstante, un audio difundido en 2007 en el periódico La Jornada Guerrero evidenció la relación de amistad entre René Juárez Cisneros y el polémico empresario, quienes hablaron de “aventarse clavados” y “comer” en Acapulco, lugar conocido a nivel internacional por las redes de prostitución infantil.

El caso Ayotzinapa 

El exgobernador Ángel Aguirre Rivero, quien en octubre de 2014 pidió licencia al cargo tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ha sido señalado por sus presuntos nexos con el grupo delictivo Guerreros Unidos.

En diciembre de 2018, Proceso publicó parte de la investigación del caso Ayotzinapa que realizó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la cual determinó que, previo a la tragedia, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, la clase política perredista y autoridades de los tres niveles y el Ejército, tenían conocimiento pleno de los nexos del exalcalde perredista de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, con el narco. 

Incluso el propio Abarca afirmó que Aguirre Rivero, así como el actual dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, y el exdiputado local perredista Sebastián de la Rosa Peláez, fueron los encargados de negociar y pactar su candidatura a la alcaldía de Iguala en 2012, según documentos oficiales. 

Ello a pesar de que el exfiscal estatal, Iñaky Cabrera Blanco, había presentado informes que vinculaban a Abarca con la organización delictiva Guerreros Unidos en las reuniones privadas del Grupo Coordinación Guerrero (GCG), el órgano superior de Seguridad en la entidad que preside el gobernador en turno y que está conformado por autoridades de los tres niveles de gobierno, el Ejército y la Marina.

La información conocida por Ángel Aguirre en 2012 fue desestimada por el exmandatario, así como por autoridades y la dirigencia perredista, quienes no actuaron en su momento para prevenir y evitar la tragedia de Ayotzinapa, registrada dos años después, de acuerdo con declaraciones de los involucrados. 

Ese, pues, es el perfil de los principales tejedores de la alianza entre el PRI y el PRD que se han convertido en los jefes de campaña del ahora candidato a gobernador, Mario Moreno Arcos, dos veces alcalde de Chilpancingo, sentado directamente por el empresario capitalino Pioquinto Damian Huato, también acusado de presuntos nexos con el narco.

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