Política

LA BRONCA ES GANAR

Ahora que ya vamos sobre la segunda mitad de enero y el proceso electoral entra en el tramo de las definiciones, queda bien claro que el signo de las elecciones que vienen se llama pragmatismo que es, según el tumbaburros, “la tendencia a conceder primacía al valor práctico de las cosas sobre cualquier otro valor”. Lo que tenemos enfrente es una disputa por el poder que trasciende a los alcances de una simple elección. El país está en disputa entre dos fuerzas opuestas e irreconciliables, y Tamaulipas no queda al margen de este encontronazo político, cuyo desenlace se resolverá en las urnas en junio próximo.

Hay casos ilustrativos de una competencia intensa que va más allá de las filiaciones partidistas. Lo vemos en Nuevo Laredo donde la necesidad de equilibrar fuerzas ha provocado que una priista, Yalheel Abdalá, sea considerada por el Partido Acción Nacional para disputar el ayuntamiento local a la candidata de Morena, Carmen Lilia Canturosas.

La pelea será sin cuartel puesto que se trata de una plaza estratégica para definir lo que pase en Tamaulipas en el 2022.Mientras tanto, ayer en las oficinas estatales del PAN la diputada local Ivett Bermea se registró para disputarle la Presidencia Municipal de Matamoros al morenista Mario López que con el uso y abuso del presupuesto, el impulso de ciertos poderes fácticos y apalancado en los programas sociales del gobierno de Andrés Manuel López Obrador está empeñado en reelegirse Bermea no es mala candidata, tal vez el único saldo en contra es la antipatía que le genere su marido Carlos González quien no ha logrado controlar su temperamento infumable, o dicho en lenguaje especial, su mamonería.

ASPIRANTE SE queja que otros dan dinero, cobijas y despensas por firmar apoyos

De todas maneras hay otros factores de poder que alientan la candidatura de Bermea, con fuerza y arrastre suficiente como para garantizarle un decoroso desempeño en junio próximo.

Un experimentado periodista de Matamoros nos comentaba ayer que la competencia en su tierra será mas intensa que otras veces.

Pero en la pelea por la plaza de Matamoros surge otro prospecto que, según parece, no sería mal visto por Acción Nacional. Se trata del priista y notario publico Pedro Luis Coronado Ayarzagoitia.

“El Peluco”, como se conoce a Coronado, ha militado toda su vida en el PRI pero no se debería pasar por alto su cercanía con la matamorense Silvia Almanza, su suegra, influyente miembro del staff del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.

Tal vez parezca descabellada la idea pues “Peluco” es el sobrino predilecto de Pablo Zárate, un priista prominente que se vio enredado en líos legales con las autoridades tamaulipecas, pero en estos tiempos todo puede suceder.

Producto de la circunstancia política que viven Tamaulipas y México es la reactivación de cuadros políticos que permanecían en la banca, como Óscar Almaraz, Jaime Turrubiates, el dueño de pollos Churchs, e inclusive la participación desde el PRI de personajes como Mónica García en Nuevo Laredo, Enrique Cárdenas en Victoria y la siempre controvertida Paloma Guillen Vicente en Tampico.

Pragmatismo puro el que predomina en Morena que se autopostula como una organización de ideología y principios, pero que en realidad es un mazacote de fuerzas diversas y hasta antagónicas que por lo mismo han fracasado en el intento de coexistir y lograr acuerdos

La cosecha de candidatos en Morena es heterogénea y contradictoria. Se han reclutado personajes como Carmen Lilia Canturosas, el reynosense Rigo Ramos, investigado en otros tiempos por sus obscuros negocios, el riobravense Juan Diego Guajardo y otros más que irán engrosando este grupo de oportunistas y trepadores. Los próximos días surgirán más nombres y sin entrar en conjeturas, es casi seguro que responden al interior superior que ya ha marcado estos comicios: la urgencia de ganar a como dé lugar.

Parafraseando una vieja frase de principios del siglo pasado, “postulalos, después viriguas”.

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