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Café y a Media Luz | Suena la campana

Con esta frase el “Marqués de Querétaro”, Pedro “el Mago” Septién, anunciaba a los radioescuchas de las noches de boxeo que el episodio pugilístico había concluido y los peleadores se retiraban a sus respectivas esquinas para atender las indicaciones de sus manejadores, recibir un breve masaje, beber un poco de agua y, de ser necesario, curarse las heridas y los hematomas con hielo y vaselina, para disponerse a volver al centro del cuadrilátero, una vez que el tomador de tiempo repicara el metal colocado en la falda del ring.

Al principio, los discursos elegantes y pausados de “El Mago” eran suficientes para endulzar los oídos del aficionado que no podía pagar la entrada y presenciar las batallas de los “guantes y los calzoncillos”. Con el paso del tiempo, fue insuficiente la presencia del queretano y lo acompañaron figuras del micrófono como Enrique Llanes, “El Sol de Otumba”; Jorge “Sony” Alarcón y el Dr. Alfonso Morales, quienes detallaban con estilo propio los aconteceres del evento. No obstante, todos declaraban “el campanazo” final del round y detallaban la retirada momentánea de los pugilistas a sus sendos banquillos.

En estos momentos, “el tironeo” que platicamos con anterioridad en el mes de enero, entre los gobiernos federal y del estado, con la entrega titulada “Primer Round” en la que charlamos acerca del tema de salud y el atropellado arranque del Insabi, así como la desaparición del Seguro Popular, está en un compás de espera, después que el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, anunciara un acercamiento con los gobernadores panistas que se han mostrado en desacuerdo con la adhesión de sus territorios a la figura del Instituto de Salud y Bienestar.

Esto no quiere decir que la situación se ha solucionado o que se ha promovido un acuerdo entre ambas partes. Por el contrario, es una mera antesala “al campanazo concluyente”; un “último choque de guantes”; un colofón de “intercambio de metralla”, para retirarse a sus rincones y tomar aire antes del próximo llamado.

Y, a pesar de que el tema de salud no está ni en lo más mínimo, agotado, sino todo lo contrario; ya se vislumbra en el horizonte la temática del segundo encontronazo entre las partes protagonistas de esta diferencia de perspectivas. Me refiero a la agenda energética, la cual, desde el inicio de las gestiones del actual mandatario tamaulipeco ha sido una prioridad.

Recordemos que esta temática empezó con la generación del Cluster Tamaulipas de cara al anunciado arribo de empresas trasnacionales a nuestro territorio para participar en las rondas de exploración, detección y extracción de petróleo. Dicho evento ocurrió en un salón del desaparecido hotel “Camino Real”, hoy conocido con otro nombre.

Gracias a ese impulso, otras tantas empresas le apostaron al mismo modelo económico y conformaron sus respectivas agrupaciones; cito como ejemplo al consorcio “CEPEGAS” que tiene representación en el sur, centro y frontera tamaulipecos.

De igual manera, se lanzó el evento “ENERTAM” en sus versiones 2018 y 2019, con lo que se atrajo la atención de los representantes mundiales del sector de las energías limpias a quienes se les dio a conocer las bondades de las vastas y airosas llanuras que hay aquí, por lo que hoy se presume un parque eólico de primerísimo nivel.

Llamó mi atención la declaración hecha por el secretario de Desarrollo Económico, Carlos García, a EL SOL DE TAMPICO, en la que detalla, de alguna manera u otra y un tanto velada, que las decisiones tomadas hasta este momento por el Ejecutivo federal en la materia en cuestión, no están beneficiando mucho a Tamaulipas, estado en el que se tenía proyectada una interesante inversión extranjera, misma que se ha detenido por la falta de claridad que perciben los actores del sector empresarial para dejar aterrizar sus capitales. Lo anterior, por obviedad, pone freno a obras, proyectos y a los índices de empleo.

De igual manera, me aventuré a charlar con una figura importante en la organización de los eventos ENERTAM de años anteriores y le pregunté sobre la realización de este en el 2020. La respuesta me sorprendió, pues me dijo que la indicación que tenía hasta la semana pasada era que dicha exposición quedaba detenida hasta previo aviso y, dos días antes de mi llamada, había recibido la contraorden.

En un breve paréntesis debemos señalar que el evento “Hecho en Tamaulipas” ya no se efectuó en septiembre u octubre del año pasado como se tenía contemplado.

La tardanza, un tanto involuntaria, por parte de nuestras autoridades, derivada de la incertidumbre da pie a pensar que ya no será febrero el mes sede de este importante acto y sea el segundo semestre del 2020 cuando ocurra este ciclo en el que el gobierno tamaulipeco le apuesta a servir como marco para el acercamiento de los grandes empresarios de otros países y los productores de nuestra zona conurbada y que puedan ocupar el papel de proveedores en esta cadena económica.

La opinión vertida por el funcionario, da pie a pensar que aún no hay un total entendimiento entre las figuras de poder y ello conllevaría al arranque de lo que pudiéramos llamar “el segundo round” entre el Gobernador del Estado, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, y el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Lo cierto es que, cada uno de nosotros, como ciudadanos, deberemos estar muy al pendiente de esta relación y el buen entendimiento entre ambos personajes, pues de sus decisiones dependerá el “bienestar” de millones de habitantes de esta entidad federativa.

Y hasta aquí, mi querido amigo lector, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

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