Columnas

Reynosa: con quien sea, va el Makiavelito

Jose Angel Solorio Martinez

El Fogón

José Ángel Solorio Martínez

Reynosa, Tamaulipas, es una de las ciudades de mayor complejidad sociopolítica. Su clase política, es una de las más pragmáticas de la región. Nunca ha tendido empacho, en dejar un partido, para marchar a otro; y luego, al poco tiempo, sin pudor regresar a su organización política originaria. Uno de esos ejemplos más a la mano, es la familia Gómez Lira. Dejaron al PRI, se fueron al PARM, para regresar sin recato de nueva cuenta al PRI.
Otros personajes que ha dado muestra de sus inconsistencias ideológicas, son la banda de los Zertuche Zuani. Militan en el PRI, cuando tienen trabajo y presupuesto para manejar; cuando andan en la chilla, a todas van: con el PAN, con el PRD o con MORENA.
(Hay más elementos significativos, pero son más que suficientes esos engendros, para ilustrar una conducta social peculiar en esta ciudad fronteriza).
Esa naturaleza de sus cuadros políticos, es un elemento que enturbia cualquier análisis en la disputa por el poder político en ese pueblo. (Cuando Rodolfo Garza Peña –en 1977– intentó ser alcalde postulado por el PRI, buena parte de los priistas se fueron a apoyar al PARM para echar abajo su proyecto. Y lo lograron. Los Deándar, los Garza Cantú –desde la CTM– y los Gómez Lira, conspiraron desde la sombra para generar un ambiente de ingobernabilidad política).
Bajo esas premisas:
¿Cuál es el escenario sobre el cual se desplegará la lucha por la alcaldía de los reynosenses?
1.- La alcaldesa Maky Ortíz como factor hegemónico. (No sería preciso, afirmar que el PAN es el elemento dominante. Esto se debe puntualizar, porque la jefa edilicia está en la incertidumbre de quedarse en Acción Nacional, o de México Libre –de sus padrinos los Calderón– o incluso arroparse con cualquier otro partido como Partido Redes Progresistas o el PT). Desde el Ayuntamiento, con el uso indiscriminado de recursos públicos, ha tejido una red de aliados bajo estipendio en la mayor parte del territorio de la ciudad.
Se puede afirmar, que posee una estructura de mayor potencia que el mismo PAN.
Está aferrada a dejar en la alcaldía a su hijo. Muchos lo conocen como el Makito. No se ve en las filas panistas, un cuadro con el poderío suficiente como para disputar con posibilidades la Presidencia al orgullo del nepotismo de la alcaldesa.
Ni Chuma Moreno, ni Francisco de Coss, –y menos Gerardo Peña, que nunca ha ganado una elección de mayoría en su vida– son competencia para el Makiavelito. Adentro o afuera del PAN.
2.- Un MORENA, desarticulado y con el mejor candidato fuera de la competencia. En efecto: José Ramón Gómez, es el único actor político que podría dar pelea real a la familia Ortiz. Sólo que al parecer, la IV T tiene firmado al JR por buen tiempo en la súper Delegación en Tamaulipas. Los otros aspirantes, o cuentan con poca potencia o tienen mucha arrogancia (En el sentido de que sobreestiman sus fortalezas).
El diputado Rigoberto Ramos, se enlodó al aceptar –tácitamente– el crédito al gobierno estatal por 4 mil 600 millones de pesos. Y se hundió más en el fango, al pretender explicar su ausencia en la sesión parlamentaria que avaló ese préstamo.
El otro elemento que también se mueve por la candidatura es el diputado federal Armando Zertuche Zuani. Tiene en su haber, cierta influencia en la estructura partidista de MORENA y del PT. En la sociedad abierta, no parece ser lo mismo. Sería un flan para la familia Ortiz.
3.- Un PRI, en decadencia. De los restos del hundimiento, unos se marcharon al PAN, y la mayoría a MORENA. Será difícil llenar la planilla del Ayuntamiento con ciudadanos de presencia y prestigio en la comunidad. Probablemente, quien ocupe ese espacio, sea el Partido de Redes Progresistas (PRP).
En pocas palabras: muy poco se moverá el escenario si Maky se va o se queda en el PAN. Si se queda, ganará sin adversario al frente; si se va –México Libre, PRP– podría bajar su nivel de competitividad, pero ganaría sin problemas.
Sólo una política de alianzas funcional y operativa, del lopezobradorismo –o del primer panista del estado– en la ciudad, pueden darle un viraje a ese escenario que al momento, favorece a uno de los actores más perniciosos que haya gobernado la ciudad.

Notas relacionadas

Botón volver arriba