Columnas

LA TROPA, OTRA VEZ A LAS CALLES

Francisco Cuéllar Carmona.

El decreto presidencial publicado este lunes en el Diario Oficial de la Federación en donde anuncia que las Fuerzas Armadas (Ejército y Marina) volverán a las calles del país para hacer tareas de seguridad pública y de paso retomar la lucha antinarco, sorprendió a gobiernos estatales, a la población, pero más a los mandos de las fuerzas armadas.

Y aunque la orden del presidente López Obrador también está firmada por los secretarios de la Defensa y Marina, la noticia no cayó muy bien entre la milicia, pues van a depender directamente del mando de la Guardia Nacional que pese habérsele dado estructura jurídica, y recursos a manos llenas para  operar y ser eficiente, ha sido un fracaso su lucha contra las bandas del crimen que lejos de reducirlas, han acrecentado su poder en todo el territorio nacional.

Ya pasó un año y medio que el gobierno de la 4T tomó las riendas del poder, y no ha podido frenar ni bajar los índices de la violencia, por el contrario, estos se han disparado como nunca: los números son contundentes.

El 22 de abril, el presidente López Obrador, después de la matanza en Minatitlán, Veracruz, donde murieron 14 personas, se puso un plazo de seis meses para combatir el crimen y restaurar la paz en el país. Aferrado a no modificar ni un ápice su estrategia de seguridad, prometió que en medio año se empezarían a ver resultados, cosa que no sucedió, pues las ejecuciones y los homicidios dolosos han quebraron los pronósticos y las promesas.

El 15 de enero del 2020, el propio Presidente reconoció que la inseguridad es una asignatura pendiente y volvió a prometer que acabaría con la violencia, y le puso fecha: el 1 de diciembre del 2020.

“El día 1 de diciembre terminamos de sentar las bases de la transformación del país, este año van a haber resultados en esto que es el tema más difícil que hemos enfrentado”, dijo al periodista Jorge Ramos, cuando este le cuestionó el disparo de los delitos.

Con la Guardia Nacional las cosas van a cambiar, insistió en otra ocasión el mandatario, sin embargo desde el 2 de julio del 2019, se desplegaron por todo el país 70 mil elementos de la nueva corporación, y a más de 10 meses, los resultados son peores: La Guardia Nacional, es un fracaso total.

La noticia y el decreto presidencial deeste lunes, dejó “helados y mudos” a muchos jefes militares que van a tener que salir a la calle de nuevo, pero
ahora bajo la orden total de la Guardia Nacional, así lo señala la nueva orden:

”Se dispone de la Fuerza Armada permanente para llevar a cabo tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria con la Guardia Nacional en las funciones
de seguridad pública a cargo de ésta última”.

Existe un enojo real en las fuerzas armadas por esta disposición, sin embargo, ellos mismos saben que solo ellos pueden hacer frente al crimen, pues lla mayoría de las policías estatales y locales están infiltradas por el crimen.

Lo que les desagrada, es la estrategia del gobierno, pues dicen, que no pueden “ira a una guerra con las manos atadas, o tentándose el corazón con los criminales”, como lo ha hecho el presente gobierno.Lo que está proponiendo la milicia son dos cosas: que el gobierno de la 4T admita sus errores y modifique su estrategia para enfrentar al crimen.

En los Estados donde se han asentuado los eventos violentos, la propia sociedad, los gobiernos locales, y los mismos mandos militares, admiten que solo el ejercito y la marina pueden frenar a las bandas, pero piden al Presidente ser más enérgico y dejarse de abrazos y apapachos contra quienes por más de 14 años han bañado de sangre al país.

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