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Las cifras se incrementan

La ciudad de Tijuana es la más violenta de Baja California con más de 500 homicidios en lo que va del año y una de las más violentas del país. Mexicali no canta mal las rancheras, el pasado jueves dos jóvenes y una jovencita fueron acribillados en tradicional restaurante bar. Para la autoridad es una guerra entre narcomenudistas.

Sabemos que México es un país tomado por el crimen organizado y la autoridad federal no ha podido reducir el índice de crímenes que se cometen a lo largo y ancho del país y todavía el gobierno peñista se molesta por haber sido calificado como el segundo país más violento del mundo, después de Siria, según un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres.

El estudio se basó en las estadísticas oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México. Tan sólo en 2016 se registraron 20 mil 824 homicidios dolosos, cifra que incluye tanto muertos por el narcotráfico como violencia en general.

Para la Secretaría de Relaciones Exteriores el reporte “Armed Conflict Survey 2017”, al cual nos hemos referido, no tiene sustento alguno porque utiliza cifras desconocidas. Sin embargo, el informe del IISS apunta que el inicio de la violencia en el país fue con la entrada del Ejército en la guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón en diciembre de 2006. A pesar de lo que diga la Cancillería, en esto coinciden organismos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

En algunos reportes nacionales ubican a Baja California como uno de los estados donde ha repuntado la inseguridad y los homicidios dolosos, inclusive hay quienes han señalado que lo logrado después del 2011 para frenar un poco la delincuencia se ha perdido.

En Tijuana van más de 500 personas, un promedio de 5 diarias, en tanto que en Mexicali más de 60 y las cifras van en aumento. La Procuraduría estatal trata de hacer su trabajo con pocos resultados, apenas está investigando unos crímenes cuando ya le cayeron diez casos más.

Menores de edad participan activamente en casos de robos, robos con violencia, robos domiciliarios, narcotráfico y homicidios, el más reciente la semana que terminó donde un adolescente participó en un homicidio en la Zona Norte de Tijuana y este es uno de tantos casos.

Los titulares de los diarios y noticiarios de radio y televisión nos dan cuenta, día a día, del incremento de la criminalidad en Baja California y para las autoridades policiacas, para ellos claro, las cifras van a la baja. Pero en todo el país, de frontera a frontera y de costa a costa, la delincuencia común y el crimen organizado se apoderan del país de las vidas y bienes de quienes vivimos en él.

Y por si fuera poco, huelga de hambre en el penal de El Hongo por internos que exigen ropa más abrigadora, televisión en sus celdas, tablets, mejor comida, trato más respetuoso a las visitas, entre otras peticiones. Por lo pronto, creo que si le añadimos las quejas por el nuevo Sistema de Justicia Penal, pues el problema de la delincuencia en el país y en Baja California es mayúsculo.

* El autor es periodista independiente.

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