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Maki Ortíz fracasa contra la violencia; 81% están inseguros

Solicitó la alcaldía para sacar adelante a Reynosa, y ahora, la ENSU exhibió que la población reprueba a su presidenta municipal.

Maki Ortiz Domínguez no cumple su promesa de dar seguridad a los ciudadanos de Reynosa, tema que fue la principal bandera política cuando dejó el Senado de la República para ir por la alcaldía de la fronteriza ciudad.

El año pasado fueron robados 1411 vehículos, ladrones visitaron 534 casas habitación y 487 comercios, según la estadística de la Fiscalía General de Justicia del Estado.

Durante el segundo semestre de 2019, al menos un integrante del 30% de los hogares en esa ciudad sufrieron un robo o asalto en la calle o en el transporte público, o fueron despojados de su auto, indicó la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).

Como se recordará, dicha encuesta mostró que 81.6% de los ciudadanos se sienten inseguros en Reynosa, siendo éste el porcentaje mayor de todo el estado. En 2019, un total de 138 personas murieron por lesiones con arma de fuego y 18 por arma blanca; en el primer caso, 37 más resultaron heridas y 8 en el segundo. Por otra parte, 50 personas fueron secuestradas en calidad de rehén.

La ENSU exhibió que la población reprueba a su presidenta municipal, pues apenas el 38% considera que el gobierno de la ciudad es “muy o algo efectivo” para resolver los problemas más importantes. 

Por otra parte, 29.8% de la población de 18 años y más tuvo de manera directa, durante el cuarto trimestre de 2019, algún conflicto o enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno. 

De acuerdo con estadísticas del gobierno federal, Maki Ortiz no asiste a las reuniones diarias de seguridad y ha dejado de enviar representante.

“Vivo en un estado que sufre, que sangra, que no ha probado la alternancia y que ha olvidado a lo que sabe la libertad. Un estado que ya no tiene donde esconder el miedo”, dijo el 9 de febrero de 2016 cuando se le concedió licencia, pues dijo que no podía seguir sentada en la comodidad, cuando en la ciudad los niños ya no podían ni jugar en el parque, hombres y mujeres evitaban salir a la calle, y los generadores de la riqueza estaban oprimidos por la extorsión y el miedo.

“Los jóvenes ven como único futuro la delincuencia organizada y eso me duele en el alma porque tengo un hijo joven y no quiero eso para su futuro. Quiero decirles, que en lo que valga mi aportación, en lo que valgan mis ideas, en lo que valga mi amor a mi tierra y a mi patria, yo voy a poner todo lo que este de mi parte para sacar adelante mi estado”, dijo anteriormente.

También mencionó que todos debían poner su grano de arena y no quedarse sentados en su zona de confort. “Ustedes saben que cuando se acaban las campañas, yo soy una mujer de acuerdos. Pero en este momento, necesitamos sacar adelante mi estado y hacer que deje de sufrir. Ahí está mi espada en prenda y voy por ella”, expresó en su último discurso en la Cámara Alta.

Fuente: Milenio

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