Sin Filtros; por Brenda Ramos
Adriana Lozano se ha destacado como una figura imprescindible en cada ámbito en el que ha participado, dejando una marca indeleble en su camino. Esto ha propiciado que, con el inicio de la temporada electoral, se generen numerosos comentarios sobre su posición como la candidata ideal para representar a su partido en la elección por la alcaldía de su ciudad natal, Matamoros, especialmente si la candidatura requiere ser femenina. Sin embargo, a pesar de que su victoria en las elecciones parece ser un logro asegurado, dada su indiscutible habilidad y talento, existe una inquietante reflexión sobre la posibilidad de que otra persona pueda administrar los recursos de Tamaulipas con el mismo nivel de honestidad, liderazgo y capacidad que Adriana ha logrado en tan solo poco más de un año al frente de la Secretaría de Finanzas estatal.
Desde hace semanas, hemos estado reflexionando sobre las consecuencias que implicaría la salida de Adriana Lozano del gabinete del Dr. Villarreal, y no somos los únicos que lo hacen. El pasado 14 de diciembre, en la capital del estado, Adriana Lozano organizó un encuentro con medios de comunicación. Este evento, más allá de ser una convivencia agradable, tuvo como objetivo principal discutir el proyecto de la Ley de Ingresos para 2024. Fue una oportunidad tanto para compartir un momento distendido con colegas como para abordar temas importantes. En este encuentro, algunos compañeros de los medios nos externaron que perciben una atmósfera de incertidumbre sobre las opiniones que han recogido de ciudadanos, contribuyentes, representantes de cámaras de comercio, inversionistas y políticos pues todos ellos expresaron su preocupación por el vacío que dejaría un personaje tan influyente como Adriana Lozano en una posición de tal relevancia como lo es la Secretaría de Finanzas.
Y es que, es fácil llegar a esta conclusión si nos detenemos a pensar en las razones por las cuales desde un inicio se pensó en la matamorense para ocupar un cargo tan importante. Si hablamos de que el gabinete del doctor tenía que cumplir con la cuota de paridad de género, la característica principal para elegir quien cuidaría el tesoro de los Tamaulipecos era que se debería escoger a la mujer más honesta del estado.
Para este momento, Adriana Lozano había demostrado con creces no solo su honestidad, sino también su lealtad al doctor Villarreal y a su proyecto de consolidar la cuarta transformación mediante su lucha por la gubernatura; la ahora tesorera estatal contribuyó en cuerpo y alma para apoyar a su amigo, así pues la vimos sudando la camiseta en casi todas las ciudades por las que el doctor transitó con sus eventos proselitistas así como apoyándolo desde otras maniobras políticas necesarias a fin de que se siguiera consolidando el proyecto que tuvo como resultado una victoria rotunda para MORENA y aliados.
Ya al frente de la Secretaría de Finanzas y pese a la enorme deuda que dejaron gobiernos anteriores y a la miserable cantidad que el exgobernador dejó en las arcas, Adriana mostró su liderazgo y dio buenas cuentas a quien ahora ostentaban como sus jefes, el gobernador y el pueblo.
Adriana Lozano ha jugado un papel fundamental en llevar a Tamaulipas a la cima del orgullo nacional, especialmente en lo que respecta a la regularización de vehículos extranjeros. Gracias a su apoyo y defensa de un decreto presidencial durante su tiempo en la cámara baja, Tamaulipas ha logrado destacarse en esta área. A pesar de la competencia de otros estados con más módulos de regularización y mayor extensión territorial, como Chihuahua, Tamaulipas ha mantenido su posición líder. Este logro no solo refleja la eficacia de la gestión de Adriana, sino también el impacto positivo y directo en la vida de los ciudadanos pues la recaudación generada por este esfuerzo se destina íntegramente a mejorar la infraestructura del estado, específicamente en la pavimentación de las calles.
Pero el liderazgo y la pericia de Adriana Lozano trascienden más allá de Tamaulipas, alcanzando reconocimiento internacional. Su habilidad y experiencia la llevaron a ser invitada por la Unión Europea a la convención internacional “Fiscalidad y Cohesión Social”, celebrada en Montevideo, Uruguay. Este evento fue una plataforma para Adriana para compartir las innovadoras estrategias financieras implementadas en Tamaulipas, las cuales han resultado en récords históricos de recaudación estatal.
Por último, tenemos su capacidad, demostrada en la reestructuración de la deuda estatal, logrando significativos ahorros para las finanzas públicas. Inicialmente, reestructuraron 2,500 millones de pesos de deuda, reduciendo la tasa de interés de 1.70 a 0.70, en lo que fue el primer esquema de refinanciamiento del gobierno de la Cuarta Transformación. En octubre de este año, se firmó un contrato para reestructurar otros 13,000 millones con instituciones como Banorte, Banamex y BBVA, seleccionadas por ofrecer los mejores términos en cuanto a plazo y tasa efectiva. Este esfuerzo ha despresurizado significativamente los pagos mensuales a los bancos y la meta de la Secretaria es continuar con estas reducciones en el año 2024.
En base a esta y otras demostraciones de la capacidad de Adriana, como el reciente anuncio de la creación del programa estatal del síndico contribuyente o el saber que se aprobó su última iniciativa presentada en el Congreso de la Unión a beneficio para el sector empresarial de los agentes aduanales es que no vemos a nadie más apto (a) para continuar con estos extraordinarios proyectos y avances financieros de Tamaulipas.
Creemos que su lugar debe seguir estando en Finanzas, sobre todo cuando en Matamoros hay excelentes prospectos para candidato de Morena como lo es el doctor Víctor García Fuentes, el diputado Alberto Granados o el licenciado Carlos Ballesteros. Sin embargo no dudamos, de que si su partido y líder político así le requieren, adoptará con gusto esta encomienda y conseguiría mantener la joya de la corona en manos de la cuarta transformación.
