Columnas

El Senado y la simulación

CARLOS PUIG

Ayer, la mayoría de los senadores, casi 80 por ciento, votó por Margarita Ríos-Farjat para que sea la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Nunca hubo duda de que la hasta ayer titular del SAT era la favorita de Palacio Nacional. Y el Senado le concedió el favor, una vez más, al Presidente.

El resultado, otra vez, deja un sabor amargo, y creo que es, entre otras cosas, por la manera en que, por ley, se hace. Me explico: es una pésima idea esto de las ternas. Al final de cuentas nadie sale bien parado, ni quien se queda en el camino, ni quien logra las mayorías.

La nueva ministra queda marcada por esa manera en que el proceso pareció una simulación; Ana Laura Magaloni, por su historia, su experiencia, su talento, no merecía ser parte de la falsa puesta en escena y qué me dicen de la tercera candidata y su solitario voto.

Los senadores no estaban interesados en preguntar ni en conocer lo que dijeran las candidatas, solo lo que dijeran sus líderes de bancada cuando les dieron línea. Sería interesante preguntar a los senadores: ¿y usted por qué votó por Ríos-Farjat? ¿Qué responderían? ¿O por qué no votó por Magaloni? ¿O por qué no voto por Diana Álvarez? En fin. No podrían contestar porque la idea que las ternas ayudan a la discusión es una simulación. Son siempre ternas de uno, el favorito del Ejecutivo y el partido en el poder. Sería hora de que se enviara un solo nombre, se examinara a esa persona a profundidad y entonces se votara o vetara. En fin, suerte para la nueva ministra, y me quedo de todo esto dos párrafos de lo que dijo Magaloni: “Siempre he creído que la justicia es un instrumento de pacificación.

El conflicto se caracteriza porque existen intereses contrapuestos. Cada una de las partes defiende sus intereses, proponiendo al juez una solución jurídica que los favorezca, que es distinta y, muchas veces, opuesta a la de su adversario. El desafío de una juez es pacificar ese conflicto. Para ello, tiene dos tareas.

La primera es estabilizar la verdad. Es decir, debe ofrecer a las partes una descripción imparcial de qué ocurrió en un contexto concreto.

La segunda tarea consiste en explicar a las partes cuáles son las razones para decidir por qué una gana y otra pierde”. Que así sea.

@puigcarlos

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