Columnas

MORENISTAS DESAMPARADOS

FRANCISCO CUELLAR CARDONA

El fin de semana le cambió el futuro a muchos morenistas que ya se sentían con todo el poder de manejar a su antojo el partido de cara al 2021. El Presidente López Obrador ya les había dicho en su cara que se dejaran de pleitos y celebraran una elección limpia y eligieran una dirigencia con el mayor respaldo de la militancia, pero no le hicieron caso. 

Las ambiciones y la prepotencia de Bertha Luján y Yeidckol Polevnsky pusieron en riesgo la fuerza y unidad de Morena, por eso el mandatario tuvo que echar mano de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum para darle un ultimátum a las tribus morenistas y ordenarles que la elección de la nueva dirigencia se hiciera mediante Encuesta Nacional y que celebraran el Congreso para que este aprobara el método.

El Presidente se enojó porque parte del desgarriate en Morena, ha ocasionado que su popularidad caiga en las encuestas. Los grupos afines de Luján y Polevnsky son los responsables del caos y los conflictos en los Estados, y estos mismos, con la orden presidencial están ahora en la lona; ninguna de las dos opciones que los patrocinaban (Luján y Polevnsky) tienen ahora posibilidades de ganar la dirigencia nacional. Por eso, es contundente la afirmación de este fin de semana: su futuro se ensombreció.

¿Quién gana, o quiénes ganan con el enojo del presidente y el jalón de orejas a lujanistas y polevnskystas?. Las circunstancias cambian para Mario Delegado y Alejandro Rojas-Díaz Durán. El primero porque sin meterse en pleitos, ha permanecido fiel, defendiendo desde la Cámara de Diputados al presidente López Obrador, y el Segundo es quien más se ha acercado a la militancia morenista del país y ha hecho una campaña intensa que ha sumado seguidores como ninguno de los demás aspirantes. La terquedad, el activismo, y la perseverancia de Alejandro Rojas, lo colocan como el candidato más conocido y que a la hora de las encuestas puede sorprender a muchos. El gran mérito de Rojas-Diaz Durán, es que sin tener los espacios y los reflectores de los demás, se convirtió de la noche a la mañana en una figura nacional defendiendo la causa del movimiento morenista y al mismo gobierno de López Obrador. Fue él quien acabó con la figura y el protagonismo de Yeidckol.

Mario Delgado y Alejandro Rojas, se mueven coincidentemente bajo el mismo patrocinio de Ricardo Monreal, quien con Bertha Luján y Polvensky en la lona, acumularía gran poder y se convertiría desde el partido como el político con oficio más redituable del Presidente.

López Obrador necesita un partido fuerte con una dirigencia independiente, y sólo Monreal, con Mario Delgado y Alejandro Rojas, se lo podrían garantizar. De ahí, que ante el manotazo de fin de semana del Presidente, donde pone una «estate quieto» a Luján y Polevnsky, los que ganan o se reposicionan, son los monrealistas.

En Tamaulipas, en Nuevo León, San Luis Potosi y Coahuila, donde Bertha Luján y Yeidckol vendieron espejitos y encuerdaron a muchos ofreciéndoles candidaturas y posiciones de poder dentro de la 4T, hoy están bajacabajedos y apestados. Para ellos, dicen, no habrá otra oportunidad.

Talachazos
 
¿Y LA GUARDIA NACIONAL?.-En estos días de terror que viven los habitantes de Nuevo Laredo, donde las bandas del crimen convirtieron las calles de la ciudad en campos de batalla, todos se preguntan ¿y dónde está la Guardia Nacional?. No en vano, la imagen del presidente López Obrador, en el tema de la seguridad, va en caída libre y eso que apenas va a cumplir un año en el poder.

Fuente: Expreso.press

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