Columnas

UNA MORENA SIN ESPERANZA

FRANCISCO CUELLAR CARDONA

La realidad que vive Morena, como partido, contrasta con su lema de ser «la esperanza de México». Este partido que surgió como un gran movimiento político y que llevó al triunfo a Andrés Manuel López Obrador, vive en la incertidumbre, en medio de pleitos que parecen irreconciliables, y que ponen en riesgo la gran victoria electoral que alcanzó el 2018.

Para los analistas que revisan los escenarios políticos del país, el Presidente López Obrador si quiere consolidar su gobierno y hacer efectiva la Cuarta Transformación que tanto pregona, lo puede hacer sólo a través de Morena, y califican de ingenuidad demócrata su actitud de alejarse del partido y dejar que las tribus lo debiliten y lo destruyan. Morena es una marca mediática que da esperanza y gana elecciones, y López Obrador lo necesita fuerte y sólido para ganar las elecciones del 2021.

El presidente no puede apostar sólo su nombre, su trabajo y su honestidad para ganar una elección. El poder desgasta, y se ve a la vuelta de un año, en donde a pesar de mantener su popularidad, hay muchos y se cuentan por miles ya, quienes se dicen decepcionados; por eso, necesita de una organización política para trascender, y sólo con Morena puede lograrlo. Su autosuficiencia no le alcanza para ganar y trascender más allá del 21.

Este fin de semana que pasó, luego que Bertha Luján desde el Consejo de Morena y Yeidckol Polevensky desde lo que le queda de autoridad, provocó que destacadas figuras de Morena, le enviaran mensajes al Presidente para que rescate a Morena de las garras de los grupos que sólo ven por ellos y no ayudan en nada a su gobierno. Los mensajes van en el sentido de que sólo él puede disciplinar a los grupos; si no lo hace, estos van a terminar por echar a perder todo lo logrado.
 
Es cierto, le dicen al Presidente, que el país está lleno de problemas que hay que atender, pero Morena, es un instrumento que le dará fortaleza y respaldo a todas sus decisiones, por eso es necesario asumir el control del mismo. La cultura política y los orígenes de este movimiento descansan en las manos de quien lo hizo, y sólo Andrés Manuel puede salvar al partido y catapultarlo para conseguir los objetivos de la 4T.

Morena, sin AMLO, es un montón de grupos peleoneros que como caníbales se comen unos con otros. Y con AMLO, es un partido fuerte, con liderazgo, y autoridad moral frente a los adversarios que luchan por todos los medios por descarrilarlo y desacreditarlo.

Morena ha dejado de ser, sin Andrés Manuel, la esperanza de México para convertirse en el botín de camarillas que buscan robar, traicionar y mentir.

Los verdaderos morenistas, que no están en ninguno de los grupos y corrientes que hoy se disputan la dirigencia nacional, confían en que el Presidente dé un golpe en la mesa y meta orden y disciplina, porque es mucho lo que está en juego, y el 2021, será la definición de Morena y AMLO: o se afianza, como una esperanza verdadera, o se queda como una quimera y una ficción democrática.

Fuente: Expreso.press

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