Estado

El beso ardiente, casi del infierno…

VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez

Se me fue la primavera, en la plenitud de mis cincuenta sin sombras viví contigo un verano peligroso, tu calor aun me quema, eres un beso ardiente, casi del infierno.

Estoy en el otoño y aun te siento, clandestinamente sigues conmigo, salgo de mi casa para encontrarme contigo, sé que tu presencia para mí es un castigo.

Me dicen que pronto no te veré más, y si, no hay duda que así será, porque nada es para siempre, pero mientras eso sucede hoy sigues aquí, conmigo, tocando mi ventana, entrando a mi recamara y groseramente metiéndote en mi cama.

Sé que te irás, te voy a extrañar porque también te necesito, sentiré tu ausencia cuando, como dice el BUKY, el frio de mi cuerpo pregunte por ti.

Eres parte de mi vida, pero aguantarte todo el tiempo no lo concibo, hay días en que te deseo más de la cuenta y muero por estar contigo, pero otros, como ayer, quisiera esconderme de ti y no verte, no sentirte nunca más.

Tu beso ardiente me enloquece, eres tan intenso que siento como corre por mi cuerpo el sudor cuando acaricias mi pelo y bajas por mi cuello, me robas el aliento, estando contigo pierdo el pudor y hasta el aliento.

Estoy cierta que pagaré caro tenerte, te has convertido en mi tormento, aunque lo intento no puedo escapar de ti, en todas partes contigo me encuentro.

Hoy a través de estas líneas confieso que ya no quiero sentir tu caricia en mi rostro, ni tu beso ardiente casi del infierno en mi cuello, espalda y todo el cuerpo, tampoco deseo sentirme en tu regazo porque castigas, martirizas y las marcas de tus caprichos, como tatuajes quedan en mi piel.

Contigo no hay dolor de cabeza que valga, incluso tú los provocas, pero poco te importa, en ocasiones no te aguanto ni la mirada, entrecierro mis ojos para no verte porque en ellos penetras y lastimas.

Creí que estar contigo no me traería tantos inconvenientes, hoy me doy cuenta que resulta caro tenerte, lo entendí a la hora que llego el cobro, el recibo de energía eléctrica.

Al ver el recibo de la CFE con un total de 11 mil doscientos pesos dije, como dice hoy tanta gente, “maldito sol”, ya es hora de que te fueras, de que no se sienta tu intenso calor.

Sol, en estos días de intenso calor, se siente tanto tu poder que hasta cualquier político quisiera semejarse a ti, tu calor es capaz de derretir a cualquiera, y se hace tu voluntad, en estos tiempos tu eres el amo y señor y a tu capricho nos tenemos que adaptar, ya cuando llegue el invierno, y que el frio cale hasta los huesos, seguro te vamos a extrañar.

Esa es la razón por la que una debe protegerse de los ardientes rayos del sol que provocan temperaturas capaces de volver loca a cualquier, la exposición extrema es dañina, mancha la piel, quema, puede causar cáncer si no se usa protector solar, amén de que a pesar que una y mil veces nos dijeron que bajaría el costo de la energía eléctrica el recibió llaga más alto, la gente requiere de mitigar el calor, de resguardarse de los rayos del sol, habrá quienes puedan cubrir el gasto pero lamentablemente hay gente que no tiene para darse el lujo de cuidar su salud, para soportar el beso ardiente, casi del infierno.

vida.diaria@hotmail.com,Twitter@VidaDiaria1, FB Rosa Elena González, www.vidadiaria.com.mx

Notas relacionadas

Botón volver arriba