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LA HORA DE TODOS

Por: Víctor Contreras

Los grandes perdedores fueron la aspirante Bertha Luján, su cómplice Héctor Díaz Polanco, su protector, el poderoso asesor de AMLO, Gabriel García Hernández y aquí en Tamaulipas, del debilitado y vilipendiado JR, José Ramón Gómez Leal y el traidor y traicionado Adrián Oseguera…

¡Otra vez, Bailó doña Bertha..!
MORENA, EL DESAGARRIATE

El de Morena, es un partido de gandallas, mapaches, fajadores ¿y corruptos?
Los operadores políticos tricolores y amarillos son unos párvulos y unas almas de Dios, a lado de los magentos. Era tal el grillerío, las puñaladas y las traiciones en estas elecciones internas anuladas por el TEPJF, que hasta el propio AMLO, estuvo a punto de abandonar su “frankestein” y dejarlos a la deriva, pero recordó el presidente, que López Obrador es Morena y Morena, es López Obrador, pero los aspirantes, sus operadores y la actual dirigencia, lo olvidaron.

Es tal el desgarriate entre grupos políticos hacia el interior en busca del botín por la dirigencia nacional de Morena, que tuvo que intervenir el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para anular por unanimidad y de un solo golpe la elección interna de las 300 Asambleas.
Fueron más de mil impugnaciones presentadas ante el TEPJF, y decenas de denuncias interpuestas en la Secretaría de la Función Pública y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE), como fue el caso de José Ramón Gómez Leal y Adrián Oseguera aquí en Tamaulipas, que la sentencia SUP-JDC-1589/2019, dejó sin efectos la convocatoria para renovar órganos directivos nacionales.
El padrón nada confiable, rasurado, “cuchareado”, falseado y revolcado, no podía dar legalidad ni confianza a los militantes reales morenistas que fueron relegados de la votación; de las 300 asambleas, el 35 % fueron impugnadas, 71 Congresos Distritales suspendidos, además de beneficiarios de los programas sociales, que fueron registrados como “los nuevos afiliados” de Morena a partir del 2018, son las causas de la decisión de los Siete Ministros de la Sala Superior del TEPJF, al dejar sin efecto el Padrón al 20 de Noviembre del 2017.
Y fueron muy claros los Ministros Electorales: “que se integren todos los militantes que solicitaron su afiliación hasta agosto del 2018”.
La gran perdedora con esta decisión del TEPJF fue otra vez, doña Bertha Luján, quién no soportó su derrota y amenazó con investigar a los Magistrados y acusó a los militantes de su partido de “traidores a la 4T”.
Apoyada por Gabriel García Hernández, coordinador de los súper delegados ante los estados y en complicidad con el presidente de la Comisión de Honor y Justicia de Morena, Héctor Polanco, la contadora Luján, pretendió “agandallar” el triunfo con la estructura de los Servidores de la Nación y los “beneficiarios” de los programas sociales de la (Secretaría del Bienestar) SEBIEN.
Y al rasurar el Padrón, dejaron fuera a la militancia real de Morena, de tal manera, que las mayoría de los Delegados electos son trabajadores de la SEBIEN.
Y es el caso de Tamaulipas, Jaime Oyervides y su hermana, son hijos de Micaela Martínez, Delgada en Ciudad Victoria. Pedro Castillo, Delegado en Mante, su esposa fue electa Delegada. Julio César Hernández Medina, delegado en Soto La Marina, también su esposa fue electa. La hija de una funcionaria de Bustamante, también fue bendecida por las sacrosantas manos corruptas de José Ramón Gómez Leal y del alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera.
Existen documentos y videos en poder de quien esto escribe sobre la complicidad de Renato Molina, y otros personajitos, que son pruebas presentadas ante la Secretaría de Función Pública y la FEPADE y que que también fueron publicados con mucha precisión por el columnista del periódico El Universal, Salvador García Soto en días pasados.
Yes que fue una elección manipulada, con votos comprados, acarreados con vehículos de la “Sebien” de manera ilegal.
“No fue una votación libre ni secreta”, como lo planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cuentan, que en la reunión del 22 de Octubre, el presidente López Obrador regañó a los superdelegados por usar sus atributos y los programas sociales para operar dentro de la elección del partido.
Lo que sorprendente es que AMLO esperaba algo distinto de una estructura política que él mismo creo para favorecer a los candidatos de Morena.
Por el contrario, los Morenos mostraron lo peor de lo peorcito ¿o, lo mejorcito? del tricolor y lo mercantilista blanquiazul.
Una simbiosis perversa del mapachismo a ultranza.
Un sincretismo político utilitarista y pragmático, además de una prostitución ideológica de “las izquierdas y derechas”, de conservadores y progresistas, liberales y populistas, una insólita mezcla de agua y aceite.
Es innegable que Morena también es un ¿partido? ecologista reciclable de vanguardia, pues ahí llegó ¿lo mejor o lo peor? de la basura del priismo, del perredismo y el panismo.
Reciclaron de manera reductible a la basura incómoda, desadaptada y sin escrúpulos de otros partidos
Es decir, el de Morena, es un partido de gandallas, mapaches, fajadores ¿y corruptos?
Lo peor de lo peorcito.
¿Ejemplos? Les bastaría aquí en Tamaulipas con José Ramón Gómez que viene del PAN y Adrián Oseguera de corazón priista pero con Casaca azul, de los perredistas convenencieros y de los oportunistas de Madero y de raíces familiares “huachicoleras”.
La elección para el cambio de la dirigencia nacional, ha sido una burla a los preceptos y filosofía política del creador del partido de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Ha sido una porquería, un “cochinero”.
Lo correcto sería decirlo como “una elección desaseada”, nada pulcro y por eso se anuló la elección, pero no hay mejor definición que la palabra “porquería”.
Sin embargo, crecieron los bonos de Mario Delgado y de Alejandro Rojas Díaz Durán, uno apoyado por Marcelo Ebrard y el otro, por Ricardo Monreal.
En fin, aunque apoyada por el todopoderoso asesor de AMLO, Gabriel García:
¡Otra vez, bailó doña Bertha!

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