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Nuevo León: La sed como recurso político

Las colonias proletarias de la zona alta del Cerro del Topo Chico se afanan todos los días en acaparar la mayor cantidad de agua potable que les dotan pipas del gobierno estatal y algunos legisladores, para paliar los efectos de la peor sequía de los últimos 30 años en Nuevo León.

Las colonias proletarias de la zona alta del Cerro del Topo Chico se afanan todos los días en acaparar la mayor cantidad de agua potable que les dotan pipas del gobierno estatal y algunos legisladores, para paliar los efectos de la peor sequía de los últimos 30 años en Nuevo León. La sed trastocó su cotidianidad; cada día emprenden su odisea hacia la parte urbanizada para conseguir el líquido. Ellos lamentan su infortunio, y mientras el gobernador clamaba ayuda, López Obrador declaró que los industriales y agricultores asentados en la entidad aceptaron ceder agua de sus pozos.

MONTERREY, NL (Proceso).- En los altos del Cerro del Topo Chico, bajo una pedrera abandonada, el agua no llega desde hace dos semanas.

A este rincón, en el extremo norte de la capital, que tiene por nombre Colonia Che Guevara, se asciende por una pendiente de 45 grados sin pavimentar que está a unos 200 metros de donde empieza la urbanización.

A causa de la pronunciada inclinación y las lajas que tornan inestable el terreno, es imposible el ascenso de las pipas para dotarlos del líquido. Los habitantes se ven obligados a bajar unos 100 metros para llenar sus tambos a cubetazos.

La señora Josefina, quien vive en una de las casas ubicadas al final de la colonia, así lo hace varias veces en el día, cada que llega la providencial pipa con agua enviada por el gobierno del estado o por algún político interesado en promover su imagen.

Como el vehículo no sube, ella tiene que desandar todo el camino hacia abajo, en la colonia 7 de Noviembre. Y cuando llega al lugar donde está el pozo comunitario de donde se surten los residentes de todo el sector, comienza a acaparar su dotación en tinas; la faena se prolonga varias horas al día.

Lo que padecen los habitantes de este sector populoso de Fomerrey, en el norponiente de esta capital, es similar a todo el estado desde hace meses debido a la peor sequía de los últimos 30 años, lo que se ha reflejado en un recorte inédito en el horario del suministro de agua disponible sólo de las 4:00 a las 10:00 horas. Gracias a las recientes lluvias, Servicios de Agua y Drenaje del Estado (SADE) ya permite tener líquido hasta las 12:00 y, con un poco de suerte, algunas horas más.

Desde que se iniciaron los recortes, que han provocado enorme molestia entre la ciudadanía, el gobernador Samuel García, de Movimiento Ciudadano, ha responsabilizado a su antecesor, Jaime Rodríguez, El Bronco, por desatender el problema. Sin embargo, él también lo está desatendiendo. 

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