Columnas

Tropas de la ONU a Tamaulipas

David Ed Castellanos Terán 
@dect1608

Históricamente en el estado de Tamaulipas, como en el resto de las entidades fronterizas, muy específicamente en los municipios tamaulipecos pegados a Estados Unidos, las disputas territoriales de los cárteles de la droga han generado una situación de inestabilidad y riesgo. Las clases sociales en la frontera ya no son tan marcadas, los migrantes nacionales y extranjeros que llegan a la franja fronteriza han hecho casi un mismo núcleo social, el delictivo. 

Esa inestabilidad llamada violencia o inseguridad, claro que también tiene mucho que ver la situación geográfica de Tamaulipas, el destino más corto entre sudamericanos y estadounidenses, ya sabemos que los segundos ocupan el primer lugar en consumo de drogas a nivel mundial; por eso precisamente el estado vecino del Golfo de México sufre a diario el poderío de los grupos delictivos dedicados al tráfico de narcóticos llevándolos a incendiar esta entidad debido a la gran cantidad de recursos económicos que se obtienen del tráfico de drogas

Es en Tamaulipas, sí, como en el resto de México donde es posible comprar autoridades y servidores públicos para trabajar al servicio de los grupos delictivos, generando con ello una alza y significativa ola de violencia, así como la misma disputa por el poder y el control de las rutas de trasiego de droga, pese a las diversas estrategias de seguridad pública en el estado, no se han terminado de diezmar las situaciones de riesgo, sin embargo, existe aún una problemática importante en cuanto a trasiego de droga, corrupción y violencia en el estado, tanto así que han logrado contar a uno que otro activista social, y pseudos representantes y defensores de los Derechos Humanos. 

Concretamente en la ciudad de Nuevo Laredo, uno de eso tantos municipios de México, es donde especialistas en seguridad nacional consideran la importancia de activar el exitoso programa de la Organización de las Naciones Unidas, llamado: Mantenimiento de la Paz, pues de allí hasta la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR), fue echada del territorio nacional, allí donde últimamente Tamaulipas fiscaliza su más grande y complicada situación mediática; mismo sitio en el que deben ingresar los gobernantes tanto del orden federal, como del estado e incluso órganos internacionales de investigación para determinar quién es quien a la hora de hacer una denuncia contra el uso de la fuerza pública de seguridad.

Hay mucha tarea por hacer para el Presidente Andrés Manuel López Obrador y del mismo gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, pues en el sexenio pasado se lavaron las manos y dejaron a la suerte a los neolaredenses, hoy ni SEMAR, ni SEDENA generan labores de seguridad, y el estado con su policía estatal presuntamente está haciendo uso excesivo de la fuerzas, hay que entrarle Presidente López Obrador, hay que ocuparse de este pedazo de tierra también llamado México, no importa que la ONU, active allí las operaciones de mantenimiento de la paz, que son mundialmente conocidos como uno de los instrumentos más efectivos para la transición de un conflicto a la pacificación, pues también facilitan procesos políticos, protegen a civiles, coadyuvan en el proceso de desarme, desmovilización y reintegración de actuales combatientes. 

En el programa Mantenimiento de la Paz, están listos, entrenados y dispuestos a recomponer la tranquilidad, no importa que las tropas sean extranjeras, ya no hay más alternativas, el tiempo se agotó y la convivencia entre civiles bien nacidos con delincuentes ya no se distingue. Es hora de actuar. 

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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