Columnas

Encarar a la muerte

MARIO ALBERTO GÁMEZ

No puedo sino sólo imaginar el terror de enfrentar un arma de fuego. En aquel ya lejano 2010 me tocó enfrentar a un jovencito de no más de 17 años con una pistola encarándome, cuando salía por la madrugada de mi trabajo en una de las redacciones de la localidad, justo antes de comprar la cena.

Aquel muchacho me llamaba a la distancia y cuando lo ignoré de repente se apareció frente a la ventana de mi auto encañonándome con una pistola. Le dije que se llevara el carro y le ofrecí mi billetera (casi vacía como es habitual), pero su respuesta me sorprendió igual. Sólo quería saber quién era y qué hacía allí. Con la otra mano tomó mi credencial que colgaba del retrovisor y al reconocerme se despidió con cínica sonrisa.

Comparado con otras, la mía es quizás una de las más básicas experiencias de cuando la inseguridad era habitual por esta región. Quiero creer que hoy las cosas son muy distintas.

Los tiroteos, como eufemísticamente llaman los medios norteamericanos a las masacres en doquiera que se congreguen (escuelas, centros comerciales, etc.), responden a una descomposición social muy grave, de la que poco nos espantamos, pues por acá nos ha tocado ver cosas mucho peores, aunque quizás la diferencia es que por allá hacen suyos los discursos de odio y racismo desde jovencitos que llaman a las armas por redes sociales a disparar arbitrariamente; hasta grandes organizaciones como los “minuteman” que literalmente cazan indocumentados por la grave afrenta de pisar su suelo.

Lo que quizás sea más grave es la ligereza con la que hoy los jóvenes se matan entre sí, como los casos de Mario Olivo y Norberto Ronquillo, en donde incluso las mujeres juegan un papel protagónico.

Otra voz de alerta se escucha desde las graves estadísticas que indican que los jóvenes desde los 15 a los 19 años van rápidamente escalando de las drogas legales como el tabaco y el alcohol, a las ilegales, como la marihuana y otras, lo que al combinarse con la ausencia de límites, de valores y de vigilancia de sus familiares, crean un caldo de cultivo que degenera en nuevos niveles de violencia.

Existen muchos factores más a considerar en el tema, como el caso de la llegada de miles de migrantes a los estados fronterizos, como el nuestro, que agravan la situación.

No basta exigir a los diferentes órdenes de gobierno que se actúe con firmeza en el tema de la inseguridad y de la recomposición del tejido social; sino también cada uno de nosotros desde nuestra trinchera, debemos velar por poner atención en los nuestros y evitar que caigan en la degradación de la escala de valores. Sólo así podremos enfrentar a la violencia exacerbada.

CRECE LA GENERACIÓN DE EMPLEOS

En los últimos tres años, el desempleo en Tamaulipas cayó del 4.55% al 3.11% según el último informe del INEGI, lo que hizo mejorar substancialmente en este renglón a la entidad al pasar del estado 23 al número 14 de las entidades con menos desempleo en el país, por debajo de la media nacional. En lo que va de la actual administración del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Tamaulipas ha generado más de 64 mil 495 empleos, lo que nuevamente coloca a la entidad en un plano muy distinto a anteriores administraciones.

Y si de empleo hablamos, debemos destacar al municipio de Altamira, cuya administración que encabeza Alma Laura Amparán Cruz, ha sido muy exitosa en cuanto a la generación de fuentes de trabajo. De acuerdo con estadísticas del IMSS, en el primer trimestre de este año se crearon 1,888 nuevos empleos formales, logrando así la tasa de crecimiento más alta de los 43 municipios del estado. En la zona conurbada 5 de cada 7 nuevos empleos se generan en Altamira, lo que destaca la labor de promoción de inversiones que realiza la actual administración.

GERMÁN PACHECO, FUERA DE LA JUGADA

La “renuncia” de Germán Pacheco Díaz como director del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa y el rápido nombramiento directamente de manos del gobernador de su sucesor Juan Patiño Cruz, envió un claro mensaje político que se escuchó muy fuerte entre los acelerados que hasta dejaron marcada la carretera política del estado del frenado que metieron. Que si pierde el “Truco”, que si Germán apoyó al PRI, que si hasta hay una denuncia millonaria por desvíos en su contra o que si la jugada fue para sacarlo de una eventual sucesión municipal, simplemente parece sólo grilla, mientras no haya otras noticias. El caso es que el panista tampiqueño parece (eso sí) haber quedado fuera de combate en el juego político, al menos por un buen tiempo.

E-mail: marioagamezh@hotmail.com

No existe peor mezcla que la del arma, la estupidez y el miedo. De ella no se puede esperar sino lo peor

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