Columnas

El Jefe Sáenz


Por Oscar DÍaz Salazar

En los asuntos de palacio, el Jefe propone y el Ayudante dispone. Así están las cosas en el gobierno de Tamaulipas, en donde no se mueve una solo hoja, si no lo dispone el chalan empoderado qué despacha como Jefe de la Oficina del Gobernador y responde (si acaso responde) al nombre de Victor Sáenz Martínez.

Por centenares se cuentan los asuntos pendientes o malogrados para el gobernador Cabeza de Vaca, por la ineptitud de un ayudante de escasas luces, de pocas aptitudes y de nula sensibilidad, al que le crearon un puesto con tareas y responsabilidades muy por encima de sus magros talentos.

La prueba de que no puede, ni sabe, ni sabe qué no sabe, qué hacer con la titularidad de la Oficina del Gobernador, es que luego de tres años de “vegetar” y lucrar en palacio, la dependencia a su cargo aún tiene más de cien vacantes. Y no aplica la excusa de la austeridad, ni la posibilidad de culpar al antecesor, porque esa oficina ya fue creada al gusto de los “cabezones”.

Le compartiré unos cuantos ejemplos de los asuntos no atendidos o, en el mejor de los casos, mal atendidos, por el funcionario apodado el “Mandados Cortos”, por razones obvias relacionadas con su desempeño laboral.

Un jefe de una oficina federal se cansó de esperar una respuesta sobre una propuesta para implementar un programa conjunto Federación/ Estado que traería beneficios a los tamaulipecos por varios millones de pesos. Tamaulipas fue de los pocos (2 ó 3) estados que no participó en este programa.

La persona reclutada para implementar uno de los poquísimos programas medianamente exitosos del gobierno estatal, tuvo que esperar más de siete meses para que el “Jefe Sáenz” liberara su “nombramiento” y gestionara su ingreso formal al gobierno.

El dirigente de una organización política que ha colaborado en diversas ocasiones con Cabeza de Vaca, ha replanteado la política de alianzas pues el interlocutor (Sáenz) no atiende sus llamadas ni resuelve los asuntos y temas que le plantea.

El operador político que representa los intereses de los empresarios de la zona sur que “fondearon” la campaña de Cabeza de Vaca, fue convocado a participar en la campaña política más reciente, por lo que se vio en la necesidad de solicitar una licencia sin goce de sueldo de su cargo en el gobierno estatal. El compromiso con el interlocutor del empresariado tampiqueño, fue reservarle el espacio y reingresarlo al Staff del gobernador tan pronto como concluyeran las campañas. Pero no fue así: Víctor Sáenz detuvo el trámite hasta que le informaron del asunto al Gobernador.

El programa “Unidos por Reynosa” cuya coordinación, diseño e implementación fue encomendada al “Mandados Cortos”, carece de los elementos para considerarlo como un programa de intervención social. Su enfoque, como la mayoría de las acciones del gobierno panista, y particularmente de Saenz, es clientelar, politiquero y centavero. El grueso de la inversión se ha destinado al alquiler de maquinaria pesada y esto representa muy buenos negocios para Sáenz y para su ayudante (el gato, del gato, del gato) de apellido Olivares, con el que supervisa personalmente el negocio de la renta de maquinaria.

Así están las cosas con el Jefe Sáenz, que por cierto amenaza con regresar a Reynosa como presidente municipal.

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