Por: Carlos Puig
El 14 de diciembre de 2017, Andrés Manuel López Obrador anunció que en caso de que ganara la elección y llegara a la Presidencia, el secretario de Hacienda sería Carlos Urzúa.
Pasó toda la campaña en la que López Obrador, como todo candidato, dijo una y otra vez qué haría. Que si el aeropuerto, que si las refinerías incluida Dos Bocas, que si el fortalecimiento de Pemex como empresa del Estado, que si la austeridad a rajatabla, que si los programas sociales, que si no impuestos, no deuda, en fin.
El doctor Urzúa ya estaba ahí. De hecho, parte de su tiempo lo pasó preparando el paquete económico.
El 1 de julio del año pasado, López Obrador ganó. Y Urzúa sería su secretario de Hacienda. Y desde entonces, en transición y desde el 1 de diciembre en Palacio Nacional, poco a poco, el Presidente y su equipo, incluido Urzúa, fueron implementando las medidas que López Obrador había anunciado.
Las económicas fueron implementadas desde la Secretaría de Hacienda, cuyo titular era Urzúa. De ahí mi duda. Cuando Urzúa dice “Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o de izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.
Y que se han “tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”. Pues perdón, las decisiones en materia económica las implementó él y la secretaría que él encabezaba hasta el martes.
Cuando dice que le “resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública” y si eso se refiere a algunos nombramientos en Banca de Desarrollo y otros entes que dependen de él, pero que supuestamente había puesto Alfonso Romo, pues perdón, pero eso pasó hace ya un tiempo y Urzúa seguía ahí.
¿Es, entonces, su carta de renuncia una confesión de parte? ¿O una advertencia?
Es decir, ¿en las recientes semanas ha habido nuevas discusiones, no incluidas en la campaña o la transición sobre nuevas medidas económicas que aún desconocemos y que, éstas sí, Urzúa no quiso implementar? En fin, pienso que son dudas razonables.
@puigcarlos
