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PRI 2019, otro «cochinero»

En Concreto

Ángel Guerra

Casi un cuarto de siglo antes de que los ex gobernadores JOSÉ N. MURAT y ARTURO MONTIEL «tutelaran» las aspiraciones de ROBERTO MADRAZO y BEATRIZ PAREDES como candidatos a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, convirtiendo aquella jornada en un “cochinero”, ya antes, le digo, CARLOS SANSORES PÉREZ había intentado en vano, la democratización de los procesos internos del Partido Revolucionario Institucional, bajo el gobierno de LUIS ECHEVERRÍA.


En ambos casos, y en otros posteriores, falló la intención de transparentar la elección de los dirigentes nacionales del PRI; y falló, porque generalmente el presidente en turno señalaba con su dedo índice al elegido.

Luego se producía el fenómeno tradicional de «la cargada»… y finalmente la unción.


Bueno, cuando CARLOS SANSORES PÉREZ instrumentó el proceso de selección en el CEN del PRI, que bautizó con el rimbombante nombre de “democracia transparente”, el entonces dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores de México FIDEL VELÁZQUEZ SÁNCHEZ -consentido entre los presidentes priístas y comisionado factual de los «destapes presidenciales»-, hizo escarnio del ensayo de SANSORES.
Y descargó su frase fatal:


“La ‘democracia transparente’ de CARLOS SANSORES -sentenció- es tan transparente, que ni se ve”.


Más adelante, el 2007, cuando BEATRIZ PAREDES decidió competir nuevamente llevando como compañero de fórmula a JESÚS MURILLO, arrollaron literalmente en la elección interna a ENRIQUE JACKSON y su compañera de fórmula SARA LATIFE RUIZ.


Pero, ninguno de los dos procesos dejó satisfecha a la militancia tricolor, y a partir de entonces dejaron por la paz la transparencia democrática.


Hoy, con el pronunciamiento conjunto de 11 de los 12 gobernadores priístas a su favor, el gobernador de Campeche con licencia ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS, aparece en el escenario del priísmo nacional con “dados cargados” para suceder en la dirigencia nacional a CLAUDIA RUIZ MASSIEU.


Y ni qué hacer: el hecho de tener detrás de su proyecto al ex presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, y de contar con “la venia” del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, lo convierte en el virtual sucesor de CLAUDIA RUIZ, pero también -de ser electo, como se espera- en un líder partidista bajo sospecha.


Bajo este panorama, la ex gobernadora de Yucatán IVONNE ORTEGA PACHECO, luchará a brazo partido por la presidencia del CEN del PRI, pero como los 11 gobernadores priístas inclinarán la balanza a favor de MORENO CÁRDENAS, es un hecho que IVONNE se quedará en el camino, en tanto que LORENA PIÑÓN RIVERA, una ilustre desconocida que llenó los requisitos de participación, va literalmente “de relleno” a la contienda.
Es decir, su participación servirá solo para enriquecer su currículum.
Pero hasta ahí.


Una vez hecha la campaña y la elección, con el tiradero de millones de pesos en el territorio nacional, vendrá la reestructuración de 14 o 15 dirigencias estatales cuyos periodos se desfasaron.


Y entonces sí, el PRI verá de a cómo le toca en las elecciones del 2021 y la otra, la que sigue, la del 2022, para gobernador.


Aquí en cortito, se ve difícil que el PRI recupere la credibilidad y reestructure sus cuadros en tan poco tiempo -porque sus principales operadores y operadoras de territorio se fueron al PAN-, en tanto que Morena está “frito” en Tamaulipas.


… Por carecer de todo.


Concatenando temas, el Comité Directivo Estatal del PRI, militantes y simpatizantes priístas, rindieron homenaje póstumo al doctor RODOLFO TORRE CANTÚ y al contador público ENRIQUE BLACKMORE SMER, al conmemorarse el noveno aniversario de su fallecimiento, dejando en claro que la mejor manera de honrarlos es trabajando día a día, cercanos a nuestra gente, con sencillez, humildad, honestidad y respeto.

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