ColumnasPolítica

Aylan y Valeria

Palacio


Mario Díaz Vargas

– Primero Turquía….ahora México
– Política migratoria….y “daños colaterales”
– ¿Reforma al artículo 11 Constitucional?

LA muerte por inmersión de un padre de familia y su pequeña hija de tan solo once meses de edad en las traicioneras aguas del río Bravo, es una tragedia derivada del problema migratorio que involucra a países centroamericanos, a México y a los Estados Unidos de Norteamérica.

Como es del dominio público, el salvadoreño OSCAR ALBERTO MARTÍNEZ RAMÍREZ decidió salir de su país en busca del “sueño americano” junto con su esposa TANIA y su hija VALERIA.

Después de una serie de peripecias, llegaron a Matamoros, Tamaulipas con la intención de llegar a suelo estadunidense para solicitar una visa humanitaria.

Sin embargo, ante el endurecimiento de la política migratoria yanqui y el escaso respaldo del gobierno mexicano en materia de seguridad y asistencia, el centroamericano decidió arriesgarse a cruzar la frontera a través del río Bravo, llevando, primero, a su pequeña hija y, posteriormente, a su esposa

La desesperación por lograr su objetivo y el desconocimiento de la “bravura” del río Bravo se conjugaron para incidir de manera directa en la tragedia que dio la vuelta al mundo.

De inmediato, distintas agencias informativas asociaron la tragedia ocurrida en las aguas del río Bravo en Matamoros, Tamaulipas, México, con noticia similar derivada de hechos ocurridos en una playa de Turquía en donde apareció sin vida un menor de edad sirio de nombre AYLAN.

Tanto AYLAN, en septiembre de 2015, como VALERIA y su progenitor ALBERTO, en junio de 2019, fallecieron como consecuencia de desplazamientos migratorios irregulares.

Lamentablemente, de acuerdo a información oficial que ha trascendido, el padre de familia salvadoreño y su señora esposa no vivían en la república de San Salvador en condiciones extremas de pobreza.

Justo ahí es donde surge la duda acerca de la “verdad histórica” asociada a las constantes y numerosas caravanas de ciudadanos centroamericanos que repentinamente y en masa han decidido abandonar sus países para intentar ingresar a territorio yanqui.

Sobra decir que la migración hacia los Estados Unidos de Norteamérica no es un fenómeno social de nuevo cuño. Lo que resulta novedoso es que en el año preelectoral para la reelección del mandatario DONALD TRUMP, las caravanas se hayan multiplicado en número e integrantes.

Cierto, se trata de una mera percepción derivada de una coincidencia por demás extraña.

Una interpretación no necesariamente alejada de la realidad podría asociar la relección del gobierno gringo con la fabricación del problema con fines electoreros.

Dicen, y dicen bien, que cuando el río suena es que agua lleva.

Al margen de responsabilidades gubernamentales e imprudencias, lo cierto es que la tragedia ocurrida en la frontera de México y los Estados Unidos de Norteamérica es un hecho claro y concreto que seguramente será catalogado como un “daño colateral”.

Por cierto, el congresista PORFIRIO MUÑOZ LEDO ha sido muy claro al invocar el artículo 11 de nuestra Carta Magna que autoriza el libre tránsito por el territorio mexicano sin necesidad de documentos migratorios.

Tal vez, de acuerdo a los tiempos actuales y el endurecimiento de políticas migratorias, se haga necesario un proyecto de reforma constitucional que regule la entrada de extranjeros al suelo azteca.

DESDE EL BALCÓN:
Pocos saben que el periodista capitalino FERNANDO MORA GUILLÉN se perfila como serio aspirante a asumir la dirección general del Canal del Congreso, cargo que todavía tiene bajo su responsabilidad el también destacado comunicador RICARDO ROCHA.
Asimismo, muy pocos saben que MORA GUILLÉN, entonces secretario particular del Secretario de Educación Pública JOSE ÁNGEL CORDOVA, fue quien en realidad convenció al titular de la SEP para que autorizara la aplicación del acuerdo secretarial 286 para la licenciatura en periodismo bajo el sistema de Saberes Adquiridos.
El “agandalle” de mentes zorrunas y decrépitas derivó en una muy distinta “verdad histórica”.
Ni hablar.

Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx

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