Política

El fantasma de Manuel Agapito Ravizé…

José Ángel Solorio Martínez

Debilitado por la ríspida confrontación contra el Gobierno federal, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, se convirtió en un pesado pasivo para el PAN nacional. La vertiginosa pérdida de consensos ciudadanos entre la ciudadanía tamaulipeca, y la acelerada debacle de simpatías al interior del panismo regional y nacional, hicieron añicos el futuro del reynosense. Se percibe cada minuto más distante, sus grandes ambiciones: la Presidencia de su partido para de ahí saltar a la candidatura de la Presidencia de la república. (El anuncio hecho hace unos días por un Juez, de pulverizar el amparo para el descongelamiento de sus cuentas, bajo el argumento de la petición de las autoridades norteamericanas para la incautación de sus fondos bancarios, es la evidencia más clara que el Ejecutivo tamaulipeco, tiene frente a si un presente de serias complicaciones). Esa fragilidad, del por el momento dirigente real del PAN regional, entrega el tutelaje de la selección del candidato a la gubernatura a los factores nacionales. De otra forma: Marko Cortés –dirigente nacional del PAN– hizo un destape para la candidatura presidencial –y no fue precisamente el tamaulipeco: fue Mauricio Vila, gobernador de Yucatán– dejando claro que la decisión con todo y lo prematuro que pueda ser, no será para el otrora poderoso reynosense. ¿Qué implica ese escenario que tan concretamente ha descrito don Marko? Simple: las opciones que puedan salir del pan tamaulipeco, no tendrían del todo la bendición del CEN azul. Más claro: el Truco Verástegui y su compañero de cuadra, Gerardo Peña, son inermes hombres en un foso de voraces cocodrilos. Por una razón: el tiempo de la declinación de actual sexenio, coincide con la emergencia de otros factores regionales –Vila el yucateco, entre otros– que lo están desplazando de un envidiable sitio que ocupó por 4 años y medio, en Tamaulipas y en el país. Verástegui y Peña, son dos insepultos zombis con un cada día más desteñido color azul en sus acongojados rostros. A Marko, no le fue tan mal el 2021. Se puede decir, que salió ileso del desafío que resultó enfrentar a un Andrés Manuel López Obrador y a un MORENA, en plena cresta de sus liderazgos. Eso le da vigor, y legitimidad, como para decidir sin conflictos quién va abanderar la coalición que su partido encabezará en Tamaulipas para evitar que la gubernatura caiga en manos del lopezobradorismo. El fantasma de Manuel Agapito Ravizé, revolotea en el palacio del 15 y 16 Juárez, en la capital de Tamaulipas.

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