Política

Gobierno de negociantes

Por Oscar Díaz Salazar

Después de tres días de estar expuestos a muy bajas temperaturas, recibimos la visita, en la región norte de Tamaulipas, del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.No vino el gobernador a repartir cobijas o supervisar la entrega de ropa de invierno y comida caliente a los reynosenses. No estuvo aquí para hacer el recuento de las familias atendidas, en los albergues preparados para la ocasión… Quizás ni se habilitaron espacios, por parte del gobierno estatal, para resguardar a quienes no tienen una vivienda apropiada para soportar las gélidas temperaturas que padecimos en esta semana.El gobernador Cabeza de Vaca estuvo en Reynosa, en principio, para no atender personalmente al embajador de Guatemala, quien busca respuestas al crimen de 19 compatriotas suyos, ejecutados por policías de Tamaulipas.El pretexto para no dar la cara al embajador del vecino país del sur, fue la participación en una reunión, con productores agrícolas de la región, para divulgar que las heladas dañaron las siembras y que se va a pedir al gobierno federal que apoye a los agricultores del norte de Tamaulipas. Para pedir, que digo pedir, para exigir a la federación, es bueno el gobernante tamaulipeco, pero nada de comprometer una parte del recurso que ya está en su (suya de él) Tesorería.Lo que quiero destacar en el texto de hoy es esa tendencia de Cabeza de Vaca de privilegiar la actividad económica, el negocio, el lucro, el bisnes, por encima del deber y el compromiso de cuidar la integridad de las familias tamaulipecas.Ni en su discurso, ni en el boletín de prensa, ni en su agenda de actividades, el gobernador se ocupó de la salud de los tamaulipecos, de resguardarlos del frío, de ofrecerles cobijo o cobijas y comida caliente. Esa misma actitud de pensar en la actividad económica, antes que en la “persona humana”, como les gusta decir a los pánistas, la observamos en la primera reacción que tuvo el gobierno estatal en el tema de la pandemia por Covid 19. La reacción al coronavirus, de parte del gobierno vacuno, fue gestionar un crédito multimillonario y exigir al gobierno federal la implementación de medidas de apoyo al sector productivo. Ni por casualidad, ni para el despiste, Cabeza de Vaca se ha ocupado del drama de los enfermos y sus familias, de implementar programas para proporcionar medicamentos e insumos necesarios para afrontar el contagio. En el tema de la adquisición de las vacunas, se enredó en la bandera del derecho a comprar y repartir, hasta que el gobierno federal autorizó que lo hicieran. En cuanto el tema dejo de ser útil políticamente, se olvidó del asunto.Desde luego que esto que les comento no debe sorprendernos, pues así son los gobiernos panistas; son gobiernos de negociantes (sería en exceso y elogio llamarles empresarios), para negociantes.

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