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LA LENTA LEGISLATURA MEXICANA : VÓRTICE Por Martín Jaramillo Luna

Tal parece que el congreso de la unión marcha, pero sobre patas de tortuga, pues muy lenta su conformación, muy lento el entendimiento de las ideas y de los intereses y sobre todo muy lento el entendimiento del nuevo escenario político que se vive y el para qué están en ese lugar en este momento.
Mientras que MORENA, su gran mayoría aplastante y su pluralidad de ideas al interior no se ponen de acuerdo sobre cuál es el papel que van a seguir al interior del congreso, pues aun no saben ni como es que van a echar mano de la mayoría con la que cuentan, al PAN y PRI no les acomoda la oposición que les ha tocado vivir, pues con la minia representación que tienen en ambas cámaras no se sientes seguros para entrara a la mesa de las negociaciones.
Es de esta manera que, como bien lo dice Miguel Ángel Osorio Chong, todavía no se llega al tema de las grandes propuestas en la cámara, de los grandes debates de iniciativas que calan en serio la vida de los mexicanos y la bancada de MORENA se desgasta en debates baladíes donde los prolegómenos son si fulano puede hablar o no.
Las niñerías cayeron ayer en lo ridículo cuando las bancadas del PAN y del PRI de plano abandonaron el pleno del senado solo porque n o estuvieron de acuerdo en el límite de tiempo que les dieron para la exposición de las ideas, argumentando que se está poniendo una mordaza a los legisladores al acotarles su tiempo de participación arriba de la tribuna.
El tema en el mundo ya existe, en el artículo 75 del reglamento del parlamento español se establece claramente que cada diputado cuenta con cinco minutos máximo para la exposición de sus argumentos, esto es solo un ejemplo, por lo que no debe asustar a los legisladores aztecas el que se les establezca tiempo para la exposición de sus ideas.
¿Qué se logra con limitar el tiempo en la tribuna? Mucho pues en muchas y muy constantes ocasiones los señores legisladores usan media hora en hacer alusiones personales y criticas sin sentido y solo cinco minutos en exponer el punto para el cual pidieron la intervención en la tribuna, al haber una limitante de tiempo se les obliga a los señores parlamentarios ir a la concreción del tema.
Lo que no han entendido los legisladores que no están de acuerdo con la limitante del tiempo es que se viven tiempos nuevos en los que es necesaria la congruencia y ante la andanada de críticas que en internet se pueden leer sobre el actuar de los gobernantes, los legisladores no pueden ser omisos a esta concreción y realizar propuestas legislativas concretas y viables.
Un ejemplo claro, en días pasados el Partido Acción Nacional anuncia con bombo y platillo que ha propuesto al pleno de la cámara de diputados el incremento al salario mínimo por un monto de los 336 pesos diarios, medida que a priori todo mundo aplaudiría pues se trata de la obligatoriedad de los patrones de pagar, por lo menos, ese monto diario a los trabajadores, sin embargo, las consecuencias de un incremento de esta naturaleza resultarían funesto para los que menos tienen.
Y es que impuestos, servicios del gobierno, pagos de créditos hipotecarios, y los precios de la canasta básica van ligados estrechamente al salario mínimo, de tal manera que en la proporción que suba el salario será la proporción en la que suban los precios de todo, y en este contexto quienes vendrían padeciendo las consecuencias sería todo el pueblo al incrementarse la inflación interna.
Lo anterior sin contar el desgaste que originará en la clase empresarial pues se está obligando al incremento al salario sin incentivar los ingresos del patrón lo que pondría con la cara sobre la lona a aquellos empresarios que apenas y tienen para sostener su plantilla laboral.
Esto no habla más que de una falta de estudio al momento de hacer un planteamiento legislativo y si por el contrario hacer aspavientos de propuestas populistas que irresponsablemente llevan más perjuicios que beneficios a la población.
Con esto, este humilde escribano no quiere decir que esté en contra de que los trabajadores ganen mejor, por el contrario, pero lo óptimo no es el incremento salarial sino la implementación de las medidas en las que los precios bajen para que el poder adquisitivo de los trabajadores se eleve.
Hasta la próxima.

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