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Pagan los propios maestros campañas del SNTE Tamaulipas

Por:Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- Citamos aquí un hecho notorio por los numerosos testigos y videos disponibles: el dispendio en las campañas de quienes buscan dirigir la sección 30 del SNTE. Se invierte intensamente en reuniones con simpatizantes sin la supervisión de nadie; equidad, transparencia, austeridad, nada de eso reflejan los aspirantes a la Secretaría General, enfrascados en una competencia por ver quién atrae a más acarreados a sus encuentros. A ver si ese exhibicionismo no despierta el interés de la Secretaría de Hacienda, y se pone a revisar sus cuentas.

El error monumental de Abelardo Ibarra Villanueva, Naif Hamscho Ibarra y Arnulfo Rodríguez Treviño es que, al tratarse de un proceso reservado al gremio magisterial, lo han hecho público sin guardar moderación y sin ápice de cultura democrática, pues se exceden en gastos con el pretexto de que son reuniones de amigos y no están sujetos a las reglas de una convocatoria. Ya lo dieron a conocer a todo mundo; ahora deben rendir cuentas y abrirse al escrutinio de la sociedad.

Aunque nadie que no sea maestro puede meterse en la vida del SNTE y sus miembros, todos los mexicanos, y en este caso los tamaulipecos, tenemos derecho a saber cuánto nos cuestan y cuál es su preparación para la alta encomienda de educar a nuestros hijos: el salario de los profesores procede de nosotros, los contribuyentes, y nos interesa medir la calidad de la educación pública y el gasto que en ella se invierte.

Por fortuna, Tamaulipas ha sido bendecido con maestros talentosos que día a día preparan a los niños en las ciencias y los valores universales. Todos conocemos a una maestra o maestro que se interesa verdaderamente en los pequeños. Pero estos honrosos ejemplos casi nunca se dedican a la grilla ni al poder, y mejor que así sea, porque entonces quedarían vacías las aulas de buenos elementos. No generalizamos, pero la política sindical exige otro tipo de habilidades ajenas a la docencia.

Manejada por malos gobiernos pasados y presentes, la educación pública, en general, deja mucho qué desear, y ahora que en Tamaulipas el magisterio se interesa más en la elección sindical que en fortalecer el currículum y la enseñanza, ahora que derrocha recursos en promoción política mientras las familias sufren por la inflación y el bajo crecimiento, es más que justificado exigir cuentas y transparencia a Ibarra Villanueva, a Rodríguez Treviño y a Hamscho Ibarra.

Una de esas buenas maestras ha sido la única que tuvo la cortesía de aclarar cómo se costea la campaña de Naif Hamscho Ibarra. Ella nos informa que a él lo invita un grupo de maestros que se encarga de todos los gastos, como el salón, la comida y el equipo técnico para sostener una conferencia en público.

Gracias a ella nos enteramos de que Hamscho Ibarra se apoya en una estructura que cubre cada región del estado; estamos entonces ante una campaña en toda la extensión de la palabra, a pesar de la ausencia de convocatoria. En el caso de Reynosa, se ha organizado la rifa de una sala para sacar fondos que van a utilizarse en la reunión con el aspirante. Cada integrante de esta estructura ha vendido 20 boletos para el evento de Reynosa. No hay dinero dudoso, afirma la compañera; los propios maestros lo consiguen y lo aportan.

Esta sencilla pero clara respuesta es justamente lo que debe hacerse en este proceso: informar, aclarar y transparentar. A reserva de que esas aportaciones se auditen en serio y alcancen para tanta gente y todo lo que consumen, debemos creer de buena fe en sus palabras.

Sin embargo, lo que acaba de decir nos suena algo insólito y desconcertante; es el interesado o candidato quien debe hacer el gasto para pedira a los compañeros, no al revés. Es aceptable que un pequeño círculo de seis o diez personas organicen un encuentro con un precandidato para platicar, pero no que una red monte un evento para cien, doscientas y hasta trescientos invitados. O Naif es el líder más afortunado o es el más abusivo en la entidad. Ojalá lo aclare.

Hamscho Ibarra, por lo menos, ha querido aclarar por medio de una compañera que él no gasta ni un centavo, y que los recursos provienen de personas decentes. Arnulfo y Abelardo, en cambio, se promueven con total impunidad y no se molestan en elevar el nivel de la competencia; solo rivalizan en el gasto o la cantidad de gente que cada uno es capaz de juntar.

Sentido Común abre un espacio desde este momento a los tres aspirantes para que manifiesten su propuesta, su idea de la educación y el origen de los recursos que han invertido en esta campaña.

Al nuevo régimen que representa López Obrador le desagrada el boato, el despilfarro y “el pueblo pobre con gobierno rico”, que podría parafrasearse como “maestros pobres con dirigentes ricos”. Claramente las actividades que buscan renovar a la sección 30 del SNTE desentonan con el ideal postulado por el presidente. Es mucha plata y pocas ideas.

En medio de todo, Rigoberto Guevara, el líder actual, se atreve a exigirle al gobernador electo, Américo Villarreal, que no meta las manos en la elección sindical. A la vista del resultado, ojalá las meta, porque hay algo oculto, callado y desconocido en la ambición de tantos interesados en la mesa directiva, y en el dinero derramado para ganarla.

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