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Primer lugar en TV

Maremágnum
Mario Vargas Suárez

Al finalizar la década de los años cincuenta la señal de la TV llegó a los hogares mexicanos, particularmente a chilangolandia, donde se generó un nuevo negocio: cobrar por ver la programación de una tarde.
Las reglas eran simples: La programación y el horario la selecciona arbitrariamente el dueño del aparato, quien por cierto cobraba 20 centavos por persona –sin importar fuera adulto o niño- además de vender dulces, palomitas y demás confitería.
La mercadotecnia y el crédito permitieron que más hogares tuvieran su propia televisión –en blanco y negro- y un dato importante quizá: no había control remoto. El cambio de canal y el volumen era completamente manual.
Las salas de muchos hogares mexicanos se convirtieron en salas de televisión de paga. Por aquellos años la televisión mexicana solo tenía los canales 2, 4 y 5. Muchos años después nació el canal 13 como canal del gobierno federal.
En Cd. Victoria, Tamaulipas hay reportes de que la primera señal recibida en las televisiones que ya había en algunos hogares, fue la ceremonia de inauguración de los XIX Juegos Olímpicos el 12 de octubre de 1968. Gobernaba el país Gustavo Díaz Ordaz.
La televisión es el aparato eléctrico que recibe y reproduce imágenes y sonidos a través de ondas hertzianas y ha sido motivo de muchos estudios formales e informales por su programación, influencia, vicio o adicción, etc.
El estudio más reciente fue publicado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y una de sus conclusiones es que los niños mexicanos entre 6 y 12 años d edad, son quienes más ven televisión en el mundo y crea usted que no es por la excelencia de la programación.
El IFT señaló en su reporte “Estudios sobre oferta y consumo de programación para público infantil en radio, televisión radiodifundida y restringida” que los mexicanitos pasan un promedio de cuatro horas 34 minutos diarios frente al aparato, quien por cierto algunos científicos le llaman “La Caja Idiotizante”
El método que se utilizó para esta investigación fue la entrevista directa a niños entre los 6 y 12 años de edad. Es decir, alumnos de escuelas primarias urbanas en las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey.
El fin de las entrevistas a los menores, fue el de conocer los hábitos de consumo y exposición a medios y estilos de vida de los menores. El mismo cuestionario se aplicó a niños de igual edad de ocho países participantes.
El análisis de la información recabada destacó que el primer lugar fue para los niños mexicanos, que computaron 26 minutos más que hace 8 años. Después los estadunidenses, peruanos, colombianos, italianos, españoles, franceses.
El último lugar de este estudio lo obtuvieron los niños alemanes, donde resultó que todos los días ven apenas una hora 33 minutos de televisión.
Otros datos que se obtuvieron, quizá menos relevantes, es que la televisión abierta es el medio con mayor penetración en el público, ya que el 72% de los niños participantes en la investigación la consumen.
Una idea del nivel socioeconómico de los niños entrevistados nos dice que tres de cada 10 señalaron tener un televisor en su propio cuarto.
La televisión sólo es superada -por muy poco- por los videojuegos. En este renglón el 34% de los niños dijeron tener una consola y la prefieren por sus juegos de aventura, guerra, lucha y carreras de autos. Ver televisión y practicar en los videojuegos es “muy importantes” en la vida del 25% de los escolares, quienes reconocen que cuando no juegan en casa, lo hacen en “maquinitas”.
Antes de cerrar este espacio vallan mis condolencias a la familia Buenfil Baños, por la muerte de su señor padre, Don Alberto Buenfil de la Peña, hombre poseedor de una gran voz que informó durante tantos años a los tamaulipecos.
Un abrazo a Mario Alberto, Early Beau y Miguel Ángel Buenfil Baños tres sólidos pilares de la comunicación y educación de Tamaulipas y que la resignación pronto llegue a sus corazones.

Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

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