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EL SAQUEO A LA UAT “PODRIA” SER ESTUDIADO EN EL 2018,POR LA ASE

Cuando Enrique Etienne Pérez del Río deje la rectoría el 31 de diciembre, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) se quedará en los últimos lugares en comparación con otros centros universitarios del país y América Latina, con un historial de gastos elevados, subejercicios y problemas con la justicia.

Ni un millón de boletines será capaz de ocultar el atraso académico y de vinculación que ubicó a la UAT en los últimos lugares, de acuerdo con la calificación del informe QS World University Rankings 2017 (http://bit.ly/2ztVY9U).

En el rango de 300 universidades evaluadas por la compañía inglesa, la UAT ocupó la casilla 251; los primeros cinco lugares fueron para la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidade Estatual de Campinas (Brasil), Universidad de Sao Paolo (Brasil), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm).

Al analizar variables que van de la reputación académica a las publicaciones científicas, la UATobtuvo un 56.4 de calificación en red

internacional de investigaciones; 28.8 en citas de publicaciones, y sólo 10.4 en ediciones científicas, según la consultora.

De casi 1,500 profesores en activo, 230 cuentan con doctorado, y entre sus egresados, sólo 6 por ciento ha obtenido un título de posgrado, según datos la QS Intelligence Unit.

También el periódico El Universal publicó este año el suplemento Mejores Universidades Ranking 2017, con un listado de los 30 centros más importantes.

En este caso, a la Universidad Autónoma de Tamaulipas le fue peor: ni siquiera aparece en la tabla. Para validar sus resultados, El Universal consultó al Colegio de México, la UNAM y la Universidad de las Américas, entre otras instituciones.

Otro de los indicadores para medir la calidad de enseñanza en las universidades es el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (Enarm), que deben aprobar los egresados de todas las universidades para estudiar una especialidad médica, aunque menos del 20 por ciento lo consigue.

Si bien la UAT imparte la licenciatura de médico cirujano en dos facultades, una en Matamoros y otra Tampico, resulta poco competitiva en los resultados del Enarm.

Las diez escuelas de medicinas que obtienen las puntuaciones más altas en este examen son Universidad Panamericana, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad Autónoma de San Luis Potosí y Universidad La Salle.

Le siguen Universidad de Guanajuato, Universidad de Chihuahua, Universidad Autónoma de Coahuila, Universidad del Valle de México-Jalisco y Universidad Autónoma de Baja California-Mexicali.

En este ranking, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con la escuela de Medicina de Tampico, está en el lugar 52, y la de Matamoros, baja hasta el 94 (http://bit.ly/2Afo4Jv).

Enrique Carlos Francisco Etienne Pérez del Río rindió protesta el 6 de diciembre de 2013, y dijo que cumpliría con estos ejes estratégicos: revalorización y modernización de la docencia, y oferta educativa inteligente, diversificada y de calidad. Se quedó lejos.

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En grande… para gastar

Si la UAT, en lo académico, ha alcanzado logros menores en los últimos dos años, en el uso del presupuesto ha mostrado números muy altos y poca moderación.

De acuerdo con el estado analítico del ejercicio 2016, la universidad estatal gastó 107 millones 342 mil 673 pesos por concepto de “ayudas sociales”. La cifra casi iguala el presupuesto de pavimentación de 2017 para Victoria, de 122.8 millones de pesos, pero la casa de estudios no da detalles de esos pagos (http://bit.ly/2ygQXzH).

En la misma oscuridad aparece el gasto destinado a servicios de Comunicación Social y Publicidad, de 106 millones 902 mil 698 pesos, al cierre del cuarto y último trimestre de 2016.

Si la UAT no invierte en revistas científicas suficientes, sí lo hace, en cambio, en estímulos a servidores públicos, con un gasto de 87 millones 674 mil 032 pesos en el ejercicio de 2016, sin explicar quiénes lo recibieron, los méritos requeridos, ni su perfil.

De sumarse los rubros de ayuda sociales, servicios de Comunicación y Publicidad, y estímulos a servidores públicos, la universidad acabó con 301.9 millones de pesos sin transparentar su uso.

Pudiendo impulsar el crecimiento académico y subir en los rankings, prefirió contenerse, como revela el estado analítico de 2016, con un subejercicio de 55 millones 319 mil 240 pesos. En 2015 el subejercicio fue aún mayor, de 83 millones 129 mil 512 pesos (http://bit.ly/2iZpC01).

Entre 2015 y 2016, la administración de Etienne Pérez del Río sumó en total 138.4 millones de pesos en subejercicios.

“Ha evolucionado”

En entrevista, el rector Enrique Etienne Pérez del Río dijo que los rankings suelen utilizar criterios cambiantes y esto afecta el resultado de las evaluaciones.

“A nosotros ya nos pasó con la de El Economista; estábamos en el lugar 28, después cambiaron los parámetros, no nos enteramos y lógicamente, nos bajaron y nos ubicaron en el 31, que se va a corregir para el próximo”, expresó.

Algunas evaluaciones incluyen verificar servicios para estudiantes indígenas, explicó, y esto resulta inaplicable para Tamaulipas. “Nosotros no sabíamos que iba a pesar mucho el trato que se le da a los autóctonos, a los indígenas, nosotros no tenemos, entonces, no estábamos preparados, ellos no saben que aquí no hay”.

Etienne Pérez del Río expresó que ninguna universidad pública es autosuficiente en términos económicos, y el Gobierno Federal debe fortalecerlas con más recursos.

“El reto de las universidades públicas son los recursos, no financiamiento, porque implica pedir préstamos para pagar y no hay capacidad económica en las universidades para andar pidiendo financiamiento y luego pagar”, dijo el rector.

A pesar de las limitaciones, explicó, la Universidad Autónoma de Tamaulipas ha afrontado el tema mediante convenios de prestación de servicios, suscritos hasta ahora con la Comisión Federal de Electricidad, Petróleos Mexicanos y Ferrocarriles Nacionales, y de ahí obtiene algunos recursos.

Con la gran empresa no hay todavía colaboración de este tipo, pero resulta preferible evitarla debido a la política de acoso que ejerce del Sistema de Administración Tributaria (SAT) sobre las universidades públicas, dijo Etienne Pérez del Río.

“La Ley Nacional de Educación dice que debemos procurar obtener recursos, damos servicios a empresas, básicamente a Pemex, CFE, Ferrocarriles Nacionales, pero nos cayó Hacienda, y nos tiene bloqueados, nos presiona, nos acosa”, aseguró el rector.

“En la Anuies (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), lamentablemente, pesan mucho los grandes. ¿Tú crees que están revisando a la UNAM? No; nos revisan a nosotros y a otros. No sé porqué nos acosan”.

Aunque la UAT no haya figurado en los rankings académicos de los últimos años, Etienne Pérez del Río expresó que el saldo de su administración es positivo.

“Pienso que el logro más importante es haber unido otra vez a la universidad, se logró conjuntar, nos permitió muchas cosas, pero la base fue la unidad”, dijo el rector. “Yo pienso que nuestra universidad ha evolucionado y se ha transformado muy positivamente”.

Por la serie de reconocimientos entregados desde noviembre por el Centro Operativo Multidisciplinario, la Orquesta Sinfónica, el Centro Especializado de Idiomas para Niños y Adolescentes, y casi todas las áreas principales de la UAT, se presiente un retiro sin crisis para Enrique Etienne Pérez del Río.

Pero las palabras del diputado Carlos García González, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, en marzo de este año, abren posibilidades de investigación para el rector saliente.

“Voy a platicar con el presidente de la Comisión, para ver si con el nuevo titular de la Auditoría Superior se pueden solicitar algunas auditorías, porque hay muchas quejas ciudadanas de malos manejos en algunos, por ejemplo, hay universidades, hay temas”, dijo García González

Por: Julián Hernández

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