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El Frente Ciudadano que no es ciudadano

“Ahorita es puro Frente”, admite Adolfo Orive, estratega del Frente Ciudadano por México. Aún falta, dice, ciudadanizarlo y que los ciudadanos lo hagan ser “por México”. Es decir que a la alianza PAN-PRD-MC –donde se señala que el Sol Azteca no es más que el cabús de la derecha– le falta mucho camino por recorrer antes de decidir quiénes serán sus candidatos para 2018. Y una de sus tareas primordiales será definir qué tipo de economía va a defender, pues algunos de los integrantes de la coalición se dicen antineoliberales, pero no se animan a declararle la guerra al neoliberalismo.

Sacudido por la renuncia al PAN de Margarita Zavala, cuyo futuro como aspirante presidencial independiente es aún incierto, el Frente Ciudadano por México, que integran también el PRD y Movimiento Ciudadano (MC), es sólo una promesa: es un frente, pero aún no es ciudadano ni es por México y mantiene la ruta neoliberal.

“Ahorita es puro Frente, pero falta ciudadanizarlo y después los ciudadanos tienen que hacer que el frente sea por México”, admite Adolfo Orive Bellinger, estratega de la alianza derecha-izquierda y encargado de elaborar los foros ciudadanos, que se iniciarán el jueves 19 y de los que surgirá el proyecto de nación que se propondrá a los mexicanos.

Asesor de Carlos Salinas de Gortari para crear el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), que nació de la maoista Política Popular-Línea Proletaria, que él lideró, y promotor de proyectos productivos en Chiapas –en cuyo contexto surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional–, Orive admite que los foros ciudadanos debieron empezar a principios de agosto.

“Vamos muy atrasados. Los foros ciudadanos deberían haberse hecho hace tres meses”, revela el exdiputado federal del Partido del Trabajo, que asesora a Alejandra Barrales, presidenta del PRD, pero que ahora sólo trabaja para el Frente Ciudadano por México que, afirma, importa más que los candidatos a cualquier puesto de elección.

“El candidato es el Frente, no son las personas”, dice el ingeniero civil, doctor en economía por la Universidad de París y doctor en ciencias políticas y sociales por la UNAM, y por eso el reto es transmitirles a los ciudadanos que ellos son los protagonistas.

“Estamos cambiando los términos: el proyecto de nación va a ser elaborado por ciudadanos, no por especialistas del Frente, como lo están haciendo el PRI y Andrés Manuel López Obrador; y después se elaborarán, conforme a este proyecto de nación, los métodos para elegir a los candidatos que sean capaces de cumplir con ese proyecto de nación. Es totalmente distinto a lo que se hace en el proceso tradicional.”

Orive, quien asegura que rompió con Salinas –“hace como 15 años que no lo veo”–, admite que muchos de quienes forman parte del Frente tienen un pensamiento neoliberal, pero tiene un objetivo: “Que le metan la daga a muerte al neoliberalismo: al Estado y a la economía neoliberal”.

Por eso la importancia de que el Frente Ciudadano por México le gane al PRI, particularmente si su candidato es José Antonio Meade, secretario de Hacienda. “Es un neoliberalismo salvaje”.

–¿Y el neoliberalismo del Frente qué es: neoliberalismo light?

–No sería más que respetar las variables macroeconómicas, pero el país debe dedicarse a desarrollar la economía interna. O sea, la enorme diferencia es no darle primacía a la inversión extranjera directa y a la exportación, sino darle la primacía a la inversión pública y privada nacional… invertir en el país.

“Hay 2 mil 627 empresas manufactureras que en 2012, que es el último dato exacto que me sé, exportaron 195 mil millones de dólares, de los cuales 156 mil millones, o sea 81%, fueron insumos traídos del este asiático y de Estados Unidos. ¿De qué nos sirve entonces ser exitosos en la exportación si el crecimiento económico, en 35 años, no ha subido de 2.5%?”

Margarita, una “independiente” más

No es fácil para Barrales, presidenta del PRD, y Dante Delgado, coordinador nacional de MC –partido que niega asumirse como tal–, rechazar de plano la economía neoliberal vigente en México, aunque aclaran que para eso serán precisamente los foros ciudadanos.

Los foros son la segunda de tres etapas que concibió el Frente, que el jueves 5 cumplió su primer mes de haberse registrado ante el Instituto Nacional Electoral, en vísperas de la renuncia de Zavala al PAN y cuyos efectos tratan de minimizar.

La primera fue, precisamente constituirse como frente político; la segunda, realizar los foros ciudadanos en todo el país, y la tercera, formar una coalición electoral con un método definido de elección de candidatos, entre ellos el presidencial.

Justamente este anuncio lo hicieron juntos, el martes 3, Barrales, Ricardo Anaya (presidente del PAN) y Delgado, a quienes Zavala, el exgobernador panista Rafael Moreno Valle y el gobernador perredista de Michoacán, Silvano Aureoles, enviaron una carta para plantearles que la elección del candidato presidencial del Frente sea por elección abierta.

Como la respuesta de los tres fue que aún “no son tiempos” de elegir método y que habría que blindarse ante la intervención del PRI-gobierno, Zavala renunció al PAN para ser candidata presidencial independiente, acusando a Anaya de controlar al partido desde que asumió el cargo, en 2015, y de haberla bloqueado para ocupar cargos.

“Durante este tiempo, antes que fortalecerla, canceló totalmente la vida democrática interna y la participación ciudadana en el PAN. Durante los últimos años ningún ciudadano ha sido admitido como nuevo militante. Se manipuló gravemente el padrón interno hasta hacerlo inservible. Y con este pretexto se han cancelado las elecciones internas del partido para postular candidatos, con lo cual las aspiraciones políticas de los militantes están condicionadas por la dirigencia, subordinándolas a sus intereses personales.”

Felipe Calderón, esposo de Zavala y antecesor de Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República, también perfiló su renuncia al PAN: “A donde vaya ella, yo iré”, declaró quien varias veces amagó con dejar su militancia si su esposa no era la candidata presidencial.

–¿La renuncia de Margarita le abre un boquete al Frente?

–Lo que ayuda es ir juntos en esta etapa –responde, evasiva, Barrales.

Por su parte Delgado se reunió varias veces con Zavala para hablar de la posibilidad de “tener un proyecto exitoso en 2018”; ella le respondía que “estaba en esa dirección”, algo que ya quedó cancelado.

–¿La renuncia implica un golpe para el Frente?

–No lo veo así, porque de todas maneras la sociedad tiene que hacer una valoración entre todos los que son independientes. Es un ejercicio que va a ser muy complicado, porque un independiente se justificaría cuando confronta a todas las fuerzas electorales convencionales, que son los partidos, pero cuando hay tres o cuatro pretensos a ese mismo cargo es muy difícil acreditar quién es mejor entre los independientes para, de esa manera, acreditarlo ante la sociedad.

Delgado minimiza así la salida de Margarita del PAN y asegura que el Frente es potente, como lo muestran las encuestas en las que, aun sin tener candidato, ya encabeza las preferencias electorales y, si se toma en cuenta lo que obtuvieron los tres partidos en 2015, acumula “40% de la orientación del voto”.

Por eso, dice, la preocupación del gobernó y del PRI, que impugnó el registro. “Es un acto de torpeza política”, afirma, y rechaza también la campaña contra Anaya. “Evidencia la pobreza de la política nacional cuando a una gente joven, impetuosa, preparada como él, de fuera y de dentro lo agravian tanto”.

–¿Ve la mano del gobierno?

–Desde luego que el gobierno está metido, y algunos de sus compañeros y excompañeros.

–¿Lo están fortaleciendo?

–Lo que resiste, apoya, ¿no?

El coordinador nacional de MC rechaza que Anaya será el candidato presidencial del Frente. “La candidatura no está predestinada”.

–¿Es un traje a la medida de Anaya?

–No es así.

Barrales no tiene duda también de que existe una campaña contra el Frente, pero también contra Anaya: “Hay desesperación, enojo, temor, porque el Frente vino a cambiarle las condiciones a muchos que ya se frotaban las manos para quedarse como las dos únicas alternativas. Cambiamos el escenario”.

–¿Desde el gobierno se orquesta?

–Hay cosas que son evidentes. El PRI se manifestó en contra en la Cámara de Diputados. Se le olvidó que todavía son gobierno. Hacen bien en practicar ahora que sean oposición. Están enojados, desesperados.

–¿Es el Frente el rival a vencer?

–Sí. Lo digo basado en las mediciones.

Por la misma ruta

Coordinador de asesores de Francisco Labastida cuando era secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo y luego encargado de prospectiva de su campaña, derrotado por Vicente Fox, y luego secretario del gabinete del mexiquense Arturo Montiel, Adolfo Orive cree también que el Frente tiene desde ahora la capacidad de ganar la Presidencia y el Congreso para crear un gobierno de coalición.

“Así como vamos, tenemos muchas posibilidades. ¿Quién lleva más de un mes marcando la agenda nacional? ¿El gobierno? ¿El PRI? ¿López Obrador? ¡No!, ¡el Frente!”

Y entonces existe la posibilidad, insiste el político de 77 años, de terminar con el neoliberalismo que ha llevado al país al desastre.

Delgado afirma que, en efecto, el “neoliberalismo le ha hecho mucho daño a México, porque a rajatabla se siguieron las normas que se impusieron desde otros lugares”, pero además se enajenó el patrimonio nacional y se desmanteló el aparato productivo nacional.

–¿El Frente va a desterrar el modelo neoliberal?

–No es que lo quiere desterrar, tiene que consultarse –aclara Delgado–. Lo que necesitamos es hacer gobiernos eficaces. Y el cambio de paradigma no debe venir impuesto, sino consentido. Los propios empresarios tienen mucho que decir en torno a políticas públicas que han cuestionado.

Lo que se pretende, explica, “es hacer un modelo eficaz en el que se escuche al sector productivo y el Estado tenga plena disposición para atemperar las desigualdades y buscar el Estado de bienestar”.

–¿No hay nada firme en ese sentido?

–No, entre otras razones porque lo que está en curso es el proyecto de país y con opiniones de diferentes sectores. Pero es claro que tenemos que darle un nuevo rumbo a México. Y el modelo como está implantado es disfuncional.

Por su parte, Barrales destaca que el Frente pretende, en la segunda etapa de su proyecto, recoger los planteamientos de los ciudadanos en todos los ámbitos, más allá de lo que plantea el propio PRD, pero insiste: “Hay que ir a todos los esfuerzos para transformar el país”.

Recuerda que, cuando asumió la presidencia de su partido, afirmó que al PRD le hace daño ser cola de la derecha como ser cola de la izquierda, y que en el Frente tampoco lo es: “De ninguna manera estamos en una condición de sentirnos cola de nadie, somos constructores del Frente, de eso no hay duda”.

–Cabús de la derecha, le llaman.

–No es así.

El Frente Ciudadano por México, admite Barrales, se irá ganando su legitimidad con hechos, como ocurrió con la estrategia conjunta para evitar que el procurador Raúl Cervantes se convirtiera en el fiscal general de la República.

“Lo del fiscal, sin mucho rollo, es un hecho contundente de los que van bajando el escepticismo. Los que no creían, ya nos concedan el beneficio de la duda. Con hechos tendremos que demostrar que este es un proyecto diferente, que nos va a permitir una posibilidad de cambio.”

ÁLVARO DELGADO

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