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Los problemas del Frente en Tamaulipas

El Frente Ciudadano por México (FCM), será en Tamaulipas una complicadísima tarea para los actores que lo conformarán. La crispación entre los dirigentes de los tres partidos promotores de esa organización –PAN, PRD y MC-, es uno de los primeros obstáculos que deberán brincar para marchar más o menos en armonía.

El primer desafío, es el dirigente del Movimiento Ciudadano en Tamaulipas, Gustavo Cárdenas Gutiérrez. Son más que evidentes los resabios y las rencillas que aún no se sedimentan entre el gobernador –y dirigente real del PAN en Tamaulipas- y el diputado federal y propietario absoluto de la franquicia en la región.

Cárdenas Gutiérrez es propietario de un nada desdeñable capital político en el estado. Llevó con su potencia y su liderazgo a su partido, en un honroso tercer lugar en el escenario electoral tamaulipeco.

Superó con mucho, a un PRD a la baja y casi en liquidación.

El segundo reto es digerir la presencia de Jorge Valdez, uno de los actores fundamentales del partido del Sol Azteca en la entidad. Son memorables, los obuses que envió al ahora gobernador en aquel debate previo a la elección del 2016. Sus afirmaciones, son quizá las más venenosas que el actual Ejecutivo estatal ha recibido en toda su trayectoria política.

No es precisamente el dirigente formal.

Valdez, es un activo del perredismo y encabeza a una corriente interna destacada.

Su liderazgo, ha sido apuntalado por uno de los políticos más influyentes de Nuevo Laredo: Carlos Cantú Rosas.

Ese plus le ha permitido, cohesionar muchos liderazgos locales en el estado que se transformaron en adherentes a su tribu perredista.

Sin tapujos: existe una fractura evidente e irreparable entre Valdez y el auténtico líder del PAN en Tamaulipas.

En otras palabras: no se ve, a un Jorge Valdez ni lejos y menos cerca, del FCM en la región.

¿Cómo evadir tanta complicación para crear un Frente si no unido, al menos decorosamente incluyente?..

La solución arrastrará una grave sangría para el Frente en el estado.

No se ve otra: la petición de la remoción de las dirigencias y las presencias de Gustavo y Valdez de sus respectivas responsabilidades en Tamaulipas.

Y eso, vendrá con algunos costos.

No se percibe, otra forma –aparte de aquella- para poder echar a caminar el Frente con los actores tamaulipecos que han vivido en confrontación y agresión permanentes. No ha existido –y al parecer ni existirá- la posibilidad de una coexistencia civilizada, una cohabitación armoniosa, con esos liderazgos verticales y totalizadores.

El PAN, el PRD y MC, desde hace años tomaron el camino de la demolición ajena.

Y eso, es un garrafal error en política. En esta actividad humana, nadie es enemigo para siempre, como nadie es amigo para la eternidad.

A nivel teórico los partidos, cupularmente, desde la CDMX ya han resuelto todo.

Los dirigentes nacionales del PAN, PRD y MC, andan felices.

Se ven plenos, orondos.

Se sienten, liberadores de la patria.

Se visualizan como los superhéroes que liquidarán al perverso populismo que nos acecha y quienes patrióticamente, acabarán con la carrera del mesiánico Andrés Manuel López Obrador.

Olvidaron, que los acuerdos son más sólidos desde abajo.

Y falta, el asunto de mayores turbulencias: las candidaturas…

José Ángel Solorio Martínez

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