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Psicópata…

VIDA DIARIA

Rosa Elena Gonzalez

Estudiosos del comportamiento humano detallan que, a diferencia de otros trastornos de la personalidad, no existe un patrón único que defina a una persona psicópata.

Cada una de las personas psicópatas puede tener diferentes esquemas y por lo general actúan con mucha normalidad antes de que se les descubran sus perversidades.

Ya cuando están en el ojo del huracán mutan, cuando tienen que enfrentarse a procesos porque las pruebas les incriminan toman diferentes personalidades de acuerdo a sus conveniencias para evadir la responsabilidad, salir del problema u ocultar su peor perversidad.

Los psicópatas tienden a crear sus propios códigos de comportamiento por lo cual, aunque se trate del ser más malvado de la tierra no se arrepienten, solo sienten culpa cuando infringen  sus propios reglamentos.

Por lo general los psicópatas son personas que desarrollan grandes habilidades, a veces encerrados en su mundo, otras muy sociables, inteligentes, manipuladoras, con conocimiento de los usos sociales y su comportamiento sádico, malvado puede pasar inadvertido, se manifiesta cuando hay indicio de que cometieron algún delito y es entonces que asumen actitudes burlonas, cínicas, de víctimas o hacerse pasar por enfermos mentales, todo en el afán de ser absueltos por sus crímenes.

Ándele, exactamente como  el comportamiento  del exgobernador de Veracruz, JAVIER DUARTE que un día parece manso corderito, se dice inocente e intenta que otros carguen con sus culpas pero al otro se le ve como un ser poseído por el demonio y se burla de quienes le enjuician o cuestionan, cínicamente se ríe de los agravios que cometió en contra del pueblo que gobernó.

Cierto es que hay de psicópatas a psicópatas pero todos guardan un secreto que solo se cuentan ellos mismos, igual es verdad que no todos carecen de sentimientos, unos adquieren la personalidad psicópata por situaciones vividas y otros porque el poder les desquicia, en este último término encaja DUARTE DE OCHOA.

Obviamente el caso de DUARTE esta para desquiciar al más pintado de los psicoanalistas, con él si no enloquecen y se cortan las venas pueden hacer su maestría en trastornos o acomodos de la personalidad a conveniencia.

El tipo con sus múltiples caracterizaciones y sus destellos de loquera  trata de evadir sus responsabilidades, incluso busca victimizarse para evadir el castigo por la serie de señalamientos que hay en su contra.

Pero loco DUARTE, aunque trate de aparentar que si trae un desequilibrio mental, no está, es un psicópata que tiene conocimiento del proceso penal que se le puede seguir, ensayado lo que debe decir, incluso sabe de lo manipulable que es nuestros sistema judicial y como utilizar los recursos y las inconsistencias de un expediente para salir absuelto de muchos cargos.

Además las autoridades mexicanas contribuyeron, y mucho, para que DUARTE tuviera tiempo suficiente para ensayar sus argumentos, su psicopatía y sus abogados puedan apelar a los recursos que les pongan en sus manos, incluso analizó bien donde purgar su condena y se dio cuenta que en Guatemala su tiempo en prisión seria mayor que en México, amén de que si hay una inconsistencia, por pequeña que esta sea, en la integración del expediente puede ser suficiente para reducir sus sentencia y en un chico rato hasta quedar en libertad, porque en nuestro bello país pagan justos por pecadores.

Hasta pareciera que el nuevo sistema de justicia es diseñado para proteger a los delincuentes y castigar a quienes su único pecado es no contar con recursos para una buena defensa.

En fin, la situación es que JAVIER DUARTE DE OCHOA vuelve a llamar la atención, a ser noticia nacional, no sola porque ya quiere su extradición y en Guatemala le marcaron sus condenas en tiempo en prisión, sino por su comportamiento y quizá con las inconsistencias que pueden encontrarle al expediente y con nuestro nuevo sistema de justicia puede ser que la condena sea corta o quizá hasta la purgué en un centro de atención mental.

Mientras tanto él, JAVIER DUARTE,  continua con su caracterización de loco, sonrisa cínica, actitud desquiciante que deja claro está asumiendo su personalidad psicópata. 

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