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“EL POTRILLO”, JOSE ALBERTO GUZMAN; DE PORRISTA A SUPERASESOR DEL AYUNTAMIENTO DE ALTAMIRA.

Por: Mauricio Fernández Díaz
Profundo malestar en la Secretaria General de Gobierno ante el caos provocado por José Alberto Guzmán Rivera

De animador y porrista a “Superasesor” o “Coordinador de la Presidencia”

Altamira lo que menos necesita en estos tiempos de cambio son “todólogos” que llegan bajo el lema de “Echando a perder se aprende”

¿Qué sabe, que experiencia tiene José Alberto Guzmán Rivera de Planeación Municipal, Atención Ciudadana o Comunicación Social como para ser quien trace las estrategias en estas áreas neurálgicas?

La designación de José Alberto Guzmán como Coordinador de la Presidencia de Altamira ha provocado ya un severo daño a la administración municipal, deterioro que amenaza con crecer y pegar de lleno en la línea de flotación de un Ayuntamiento que ha mantenido hasta ahora en alto su prestigio debido al buen trabajo de la alcaldesa Alma Laura Amparán, mismo que el Coordinador de la Presidencia José Alberto Guzmán parece empeñado en destruir debido a graves problemas en los que ha venido inmiscuyendo a la alcaldesa, dada la ineptitud demostrada por este personaje quien es conocido entre sus allegados como “El muñeco” o “El potrillo” (confesamos desconocer el origen de estos sobrenombres, aunque circulan rumores nada positivos al respecto).

Desconocido en Altamira, su mayor mérito es el de haber sido animador, porrista y maestro de ceremonias en eventos políticos.
Dentro de su curriculum se encuentra el haber sido vocero del ex diputado federal Germán Pacheco, a quien por cierto le dejó tirado el trabajo a media campaña donde se desempeñaba como su jefe de prensa para irse a trabajar de animador en la campaña de la actual alcaldesa.

Altamira en estos momentos de cambio lo que menos necesita es gente improvisada, todólogos que llegan a puestos claves sin tener la menor idea ni mucho menos experiencia para desempeñarlos con el argumento de que “Echando a perder se aprende”

José Alberto Guzmán en el papel -porque en la realidad todo es un caos- coordina tres Direcciones; la de Atención Ciudadana, la de Planeación Municipal y la de Comunicación Social, aparte de llevar la agenda diaria de la alcaldesa.

El superasesor parece empeñado en crear el caos, enredar hasta el extremo las Direcciones que debería coordinar y convertir a la alcaldesa en blanco fácil de la crítica y la burla.

Lo que esta fuera de duda es la habilidad del también ex candidato suplente de Daniel Morales a Diputado por Tampico para ganarse la confianza de la alcaldesa, quien le creo una Coordinación que era inexistente en el organigrama municipal y desde la cual “el muñeco” haría maravillas y posicionaría como estrella a Alma Laura Amparán en el firmamento político

Sin embargo una cosa es hablar y otra muy diferente ejecutar, y el potrillo es ducho en el arte de envolver, prometer, intrigar y enredar sin ningún escrúpulo a la alcaldesa en problemas derivados de su mitomanía y protagonismo; Hablar y hacer compromisos a nombre de la primera autoridad y no cumplirlos se ha convertido ya en un verdadero dolor de cabeza para quienes se mueven en el primer círculo del poder municipal, principalmente aquellas Direcciones que supuestamente coordina.

¿Qué puede saber un animador de planeación municipal? Absolutamente nada.

El haber sido vocero tampoco le brinda el conocimiento necesario como para definir una estrategia de medios, como bien se ha visto en estos 100 días en los cuales las acciones y obras que pudiera haber realizado la alcaldesa han pasado desapercibidas debido a una deficiente o más bien nula estrategia de comunicación.

Los pésimos resultados del trabajo realizado por “el potrillo” están reventando el proyecto político de convertir a Alma Laura Amparan en la candidata del PAN en el 2018; ya trasciende el profundo malestar que priva en la Secretaria General de Gobierno ante el desbarajuste administrativo que se ha detectado, área en donde también ha metido mano José Alberto Guzmán por intermedio del asesor financiero de la alcaldesa, un contador con mucha historia llamado Roberto Rocha.

Pero esta es otra historia que contaremos en nuestro siguiente escrito.

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