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Crecen los enanos…

Crecen los enanos….

La política es el arte de lograr consensos entre uno o varios grupos para alcanzar objetivos, es, igualmente la búsqueda del bien común, y, muchos de los pensadores también la señalan como una actividad orientada ideológicamente.

Existe la Ciencia Política, aunque inexacta como todas las ciencias sociales, se debe reconocer como una disciplina encargada del estudio de las actividades políticas, desde luego, quienes la estudian son los profesionales identificados como politólogos, y son los conocedores de los métodos y herramientas aplicadas a las políticas en general de un país.

Las personas que participan en actividades partidistas se autodefinen como políticos, pero la verdad es que la política no es exclusiva de los que están enrolados en tal o cual Instituto político sino que es una actividad que debe desarrollar todo ser humano.

Otra verdad es que la política en estos tiempos o en este México lo que menos parece es ser una ciencia, resulta imprecisa, todo se da de acuerdo a circunstancias, a los tiempos y los personajes que estén en el poder, e incluso todo cambia de un día para otro, lo que ahorita es blanco al rato es negro, siempre de acuerdo a necesidades, intereses o conveniencias de forma tan brusca que pareciera que quienes participan no conocen ni lo básico del ABC de la política.

Tan baja calificación tiene la ciencia política que los rumorólogos se dicen politólogos y los líderes natos se autodenominan políticos verdaderos, aunque los que trabajen en acuerdos para el bien común siempre están desaparecidos.

Se van acabando los ideales  y muchos de los nuevos “políticos” son tan falsos como una moneda de tres pesos, son producto de las circunstancias, el compadrazgo,  o los golpes de suerte donde se privilegian los intereses personales y el bienestar común se deja en último termino.

La política es el único circo donde crecen los enanos, caen los gigantes, los equilibristas son los que están más amarrados al poder, sobran los payados, aparecen magos y hasta los ilusionistas que dicen trabajar por la felicidad del pueblo y son capaces de enfrentarse a los leones o lanzarse al vacio sin red de protección cuando en realidad nunca hacen nada que atente contra ellos y sus intereses.

En realidad ese es el arte de la política, un circo con muchas pistas donde nada esta escrito y casi todos, por no decir que todos los que participan en ella siempre quieren convertirse en los dueños del espectáculo.

Que tiene que hacer el pueblo, pues exigir verdaderos políticos, que no solo sean buenos para participar en el circo de la política, sino que estén comprometidos con el bien común, con ideologías, con sensibilidad y capacidad para enarbolar las demandas de la ciudadanía para que todos tengamos un México fuerte y soberano, y es ahora porque por algo se tiene que empezar.

Lo cierto es que la política se debe hacer con responsabilidad viendo el beneficio común, apostándole al crecimiento de una nación, lo malo es que siempre andan en campaña la mayoría de los “políticos” desayunan, comen y cenan política pero no porque estén trabajando en acciones que favorezcan al pueblo sino porque se ven como candidatos a un puesto de elección popular, o ya de perdido, negociar una buena posición dentro de los aparatos gubernamentales o como dirigentes de los partidos que calientan sus pasiones, contiendas electorales inician y terminan y ellos siguen igual, administraciones van , administraciones vienen y siempre se han visto enanos crecidos.

Acá en Tamaulipas durante el tiempo que estuvo el PRI en el poder se vieron nacer muchos politiquitos que se crecieron, enanos que se sintieron gigantes, ahora que se vivirá la alternancia esperemos que no suceda lo mismo, de lo contrario en el pecado llevaran la penitencia los mismos de su color no les perdonaran que de la noche a la mañana aparezcan enanos que se sientan gigantes.

vida.diaria@hotmail.com,Twitter@VidaDiaria1, Facebook Rosa Elena González

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