Estado

Cerdos…

VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez

Dicen que las Procuradurías de Justicia están para defender al pueblo y castigar a los que cometen todo tipo de agravios, en teoría así debería de ser porque es obligación de las autoridades judiciales hacer que nadie esté por encima de la ley, que quien cometa un delito lo pague y se le castigue de acuerdo al daño que haya cometido.

Pero no, la verdad es que en este México lindo y querido la justicia se oferta al mejor postor, los Procuradores siguen siendo los empleados de otros altos funcionarios, de quienes ejercen el poder mientras el pueblo, que en realidad es quien les paga, aun siendo agredido lo convierten en agresor.

Triste pero así es y todo porque los que deberían impartir justicia a todos por igual son designados por los mandatarios que eligen para tal puesto, por lo general, a los amigos, compadres o para cumplir compromisos de campaña y no a quien se caractericen por ser persona trabajadora, honesta, con calidad moral y compromiso social.

Urge que en este México se construya una real división de poderes, que los poderes Legislativo y el Judicial no estén para satisfacer los antojos de los altos mandos del ejecutivo, si, lo sé, pensar que eso suceda es una locura, son muchos intereses que entre ellos tienen que proteger, pero ya es tiempo de que se den los primeros pasos, el pueblo lo merece.

Para muestra de que la procuración de justicia es a conveniencia de altos mandos, ahí tiene usted a las “finísimas” personas, las autoridades judiciales del vecino Estado de Veracruz donde hasta los Magistrados protegen a delincuentes, violadores y asesinos.

Pero la culpa no la tiene el indio sino quien lo hizo compadre, en este caso quien les tiene en el puesto, el gobernador JAVIER DUARTE, el hombre que se ha ganado a pulso el odio del pueblo veracruzano.

A estas alturas del partido los veracruzanos están más que arrepentidos de haber elegido a JAVIER DUARTE como gobernador, son muchas las vejaciones que el pueblo de ese bello Estado padece con su perverso gobernante mismo que integro un gabinete repleto de personajes sin escrúpulos, si, como los padres de los cuatro muchachos violadores a quienes se les conoce ya como los Porky´s.

Cerdos son lo que son esos muchachos, también sus padres y las autoridades que les protegen, porque a pesar que el asunto ya se ventilo a nivel nacional y la gente clama justicia ellos aseguran no tener elementos para actuar, que no es válida la denuncia del padre de una muchacha afectada.

Además del caso de DAPHNE, chica abusada por los cerdos Juniors que es el más sonado de los últimos días, también hay otros donde hijos de altos funcionarios violan a jovencitas y nadie les castiga y lo peor con todo el cinismo se atreven a publicarlos en las redes sociales destrozándoles la vida a las muchachitas, incluso el padre de uno de los violadores dice groseramente que fue un juego de su muchacho, que se le hizo fácil, hágame el favor, cuanta inconsciencia.

Imagine usted el dolor de los padres de familia por la impotencia de no lograr que se haga justicia, la humillación de las muchachas porque además la sociedad es injusta y seguramente muchos señalaran a las jovencitas, sus vidas jamás volverán a ser las mismas, cargaran con una pesada cruz y lo peor sin que los responsables paguen su culpa y todo por un despreciable gobernante y un mal sistema de justicia.

Ese es el problema de que los encargados de la procuración de justicia sean elegidos por los gobernantes, siempre privilegiaran la atención a los altos mandos y la humillación al desamparado.

Cierto, es difícil que se elija a un ciudadano común como procurador de justicia o magistrado, pero sí debería intervenir el pueblo en la elección, que no solo el gobernante proponga y el Congreso checara las ternas, porque para el caso es lo mismo, sino que las cámaras, asociaciones civiles, organismos no gubernamentales y hasta personas que sean líderes de opinión analicen las propuestas, se investigue que hay detrás de los que se proponen para luego darle el voto de confianza al mejor, supervisar que haga bien su trabajo y si falla se le llame a cuentas, se le obligue a que cumpla con su compromiso de velar por todos por igual y si se les descubren actos inapropiados se les destituya y sean sometidos a proceso.

De lo contrario continuaremos viendo casos de cerdos protegidos, los encargados de procurar justicia seguirán aplicando la ley de acuerdo a sus conveniencias, como ahora, como siempre.

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