Estado

Egidio Torre, un lastre para la campaña de Baltazar Hinojoza.

Si ya de entrada el candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas no puede considerarse un buen candidato debido a sus nexos con personajes siniestros de la política estatal, la pesada sombra de un gobernador que jamás supo desempeñar su papel dejando en la ingobernabilidad al estado está causando serios estragos en la misión de ganar de nueva cuenta para el PRI las elecciones de este año.

El saldo de estos 5 años y meses de Egidio Torre Cantú no pueden considerarse de manera alguna benéficos para nadie.

Su gobierno desde el inicio estuvo marcado por la simulación, el engaño; El que su nombre no apareciera en las boletas electorales, y la gente votara por un muerto fue tal vez la más ominosa señal de que su administración estaba podrida desde antes de iniciar.

La esperanza de la población que en su momento le dio a Egidio el voto, esperando que al llegar al poder esclareciera la ejecución de su hermano y quienes lo acompañaban ahora se ha vuelto el reclamo más duro, el recuerdo más cruel y el juicio más severo.

Cada que el gobernador de este fallido estado se exhibe con personajes como Tomás Yarrington, Cavazos Lerma y Eugenio Hernández las redes sociales hierven de indignación.

Cada ejecutado, descabezado, secuestrado, extorsionado es una mentada de madre para el PRI, su Gobernador y todo lo que huela a este podrido sistema político en el que existen unos muy pocos que viven como reyes en tanto el resto, millones, se encuentran al borde de la miseria, de la supervivencia.
Y Egidio Torre es la cara visible de esta podredumbre, de esta corrupción, de esta brutal inseguridad en que nos encontramos inmersos todos los tamaulipecos.

Pero el PRI no parece o no quiere darse cuenta de esto. Continúa con sus viejos hábitos del acarreo, las concentraciones masivas, el mostrar un músculo hecho con plastilina.

Baltazar Hinojoza es una rama del mismo árbol; su candidatura es impulsada y financiada por esa mafia de políticos afines a los ex gobernadores y obviamente por el mismo Egidio Torre Cantú.

Baltazar Hinojoza al rodearse y recargarse en ellos está mandando un mensaje que la gente, el pueblo, los que votamos percibimos nítidamente; son los mismos, vienen por más, no ofrece nada nuevo.

El clan, la pandilla, solo cambia de jefe; las reglas del juego no se modifican. La impunidad ante el saqueo, la tibieza ante la inseguridad, la corrupción hecha gobierno solo cambiará de nombre y de cara.

Con Egidio Torre y sus antecesores Tamaulipas se ha ido al abismo; ocupamos los primeros lugares en casi todo lo malo.

¿Quién dice que Baltazar Ochoa viene a cambiar lo que sus mismos padrinos hicieron?

Si en verdad es así, debería empezar por desmarcarse de este gobernador y los otros gobernadores, que han sido plagas destructoras de la paz, la tranquilidad y la confianza.

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