Estado

Los señalados

Maremágnum
Mario Vargas Suárez

La Silla Grande del 15 Hidalgo sigue en la disputa -ya nada disimilada- entre los diversos aspirantes que van desde los gallos del tricolor hasta los gallos de los blanquiazules.
En este espacio no descalificamos a ningún partido político, simplemente se anotan son los dos únicos que han dado luz en el escenario electoral del 2016 en Tamaulipas.
Una verdad innegable es que la decisión final será en las más altas esferas del poder a nivel central y aquí, solo algunas voces serán escuchadas. Sin embargo la decisión final será emitida desde la capital del país, las señales son claras.
Los nombres tricolores que más se pronuncian en la prensa tamaulipeca son los de Baltazar Hinojosa, Marco Bernal, Mercedes del Carmen Guillén, en un primer grupo. Enrique Cárdenas, Ramiro Ramos, Alejandro Etienne, Alejandro Guevara y Edgar Melhem, en otro.
Sin embargo, los azules del PAN, solo se limitan a tres aspirantes a la candidatura y quién quizá adelante las encuestas es el reynosense, Francisco García Cabeza de Baca, seguido de la matamorense Leticia Salazar y al final el de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas.
La PANISTA Lazara Nelly González, actual presidenta Municipal de Mainero, parece ser ya acabó con todo su capital político.
En fin, la disputa está. Y está subiendo de color, cuando la semana pasada, en la capital del estado, los compañeros de la pluma y el micrófono preguntaron a un precandidato tricolor a la gubernatura de Tamaulipas sobre la posible existencia de uno o varios expedientes en su contra en alguna Corte de Texas.
La respuesta al periodista que lanzó la pregunta fue inmediata y contundente: “Soy un político limpio con aspiraciones de trabajar para Tamaulipas”. Y desde luego no podría responder de otra forma.
Esta pregunta me parece no ha sido formulada a otros aspirantes del tricolor a la candidatura del gobierno tamaulipeco, aunque sí a los PANISTAS.
El candidato en cuestión desde luego no se molestó o amilanó por la pregunta tan directa del periodista y posiblemente ya la esperaba por los eventos de corrupción, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, asociación delictuosa y todas esas linduras que en Texas han aparecido contra algunos tamaulipecos en años recientes.
Sin embargo, una defeña, ex vocera de la presidencia de la República en el sexenio anterior, Alejandra Soto, fue señalada por la Revista Forbes en su edición 2013, en su lista de los más corruptos de México.
La revista norteamericana en su edición México 2013, publicó el nombre de Alejandra Soto, junto a Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschamps; Raúl Salinas y los ex gobernadores del PRI, Tomás Yarrington, Humberto Moreira, Fidel Herrera Beltrán, Arturo Montiel y Andrés Granier.
Soto, sin haber concluido su licenciatura, se inscribió para cursar una maestría, cuyo costo rebasa los 42 mil dólares en la Universidad de Harvard, por lo que las autoridades educativas de esa universidad se mostraron sorprendidas y procedieron a cancelar el registro.
En diciembre de 2004, viviendo y ‘estudiando’ en Nueva York, interpuso en aquél país, una demanda por ‘dañar su imagen’ a la Revista Forbes y a la periodista que la señaló en la fatídica lista.
En su demanda, Alejandra Soto pidió a la Corte gringa que su nombre desaparezca de la lista de los 10 más corruptos de México, y el pago de 75 mil dólares por daños y perjuicios. Además de las acciones que la corte considerara convenientes.
Los jueces estadounidenses, luego de las indagatorias de ley, finalmente determinaron que Alejandra Soto no tenía razón en su demanda porque entre otras cosas se le descubrió una investigación en la Secretaría de la Función Pública por presunto tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Lamentablemente para la funcionaria federal, el Juez gringo descubrió que en las acusaciones estaba el haber favorecido con la asignación de contratos a sus ex compañeros de escuela y amigos que en ese momento estudiaba en la Kennedy School, de la Universidad de Harvard.
Dos preguntas tintinan en el aire de Tamaulipas, por un lado la duda sobre ¿quién será el próximo señalado en algún juzgado de Texas’; por otro, ¿habrá algún ex funcionario que termine en las celdas de Tamatán?

Comentarios: mario.vargas@starmedia.com

Notas relacionadas

Botón volver arriba