Estado

SAMUEL Y MURILLO, SEPULTUREROS DEL PAN

POSDATA
GASTON ESPINOSA GLZ.

Los dos se han acabo al PAN.
Y es tanto el daño que le han hecho al partido que nadie quiere saber de ellos. Apestan a traición, hieden a ambición.
Las razones por lo cual hoy el PAN está desacreditado, y desorganizado es la extremada ambición de dos de sus dirigentes. Samuel Castro Morales y Enrique Murillo. El primero es capaz de verle su alma al diablo para conseguir posiciones para él o su familia, el segundo…también.
Gente como Noé Ramos, Mateo Vázquez y Juan Francisco Leal Guerra, que han publicitado sus aspiraciones de contender por el PAN para las próximas elecciones no quieren trato de ninguna especio con ellos porque simple y sencillamente solo son buenos para la pedidera por eso le han suplicado a César Verástegui, el dirigente estatal del PAN, que no los invite a las reuniones porque son los primeros en ir a entregar las grabaciones de lo que ellos hablan.
Con Samuel Castro el PAN dejó de ser un partido de ideología para convertirse en una modesta sucursal del priismo y del sistema. “Sami” como le llaman sus amigos, puso a disposición del mejor postor candidatos, campañas, votos, y hasta guerra sucia pero contra los mismos panistas.
Y como paga el oriundo de la zona temporalera dejó los corrales para hacer vida en El Mante con una regiduría a la mano y dominando un partido cuya militancia es hoy por hoy la más cotizada en las elecciones internas y prueba de ello es la elección del otrora candidato del PAN a la presidencia municipal de El Mante, Roberto Ugalde Guillén (QEPD) a quien hicieron candidato por encima en ese entonces de un entusiasta José Luis Castellanos González.
Casa amiga, despensas y compra de votos a buen precio fue lo utilizado en aquella elección interna operada por Samuel, Murillo y el no menos corrupto Fernando Pedraza Chaverri. Los tres concebida la patraña dejaron solo a Ugalde como parte del arreglo.
Samuel Castro hizo regidora a su mujer y Enrique Murillo quedó a un paso de imponer también a su esposa, los pocos votos no alcanzaron para ese beneficio, mientras que Ugalde Guillén pudo dejar a su hija Lucero en el cabildo a sabiendas que no había garantía de lealtad de esos personajes.
Hoy los dos nuevamente se relamen los bigotes pues viene una elección municipal el próximo año y ya tienen sus propuestas para las primeras regidurías. Samuel se va a proponer y Murillo quiere a su mujer otra vez en la planilla pero esta vez en la segunda posición para no fallar.
Y mientras esto ocurre el panismo guarda un incomprendido silencio en torno al estado financiero que guarda el partido y menos sobre las constantes expulsiones contra militantes que critican estos dos liderazgos.
Es claro que la represión que han ejercido los dos personajes les ha servido para dejar puro incondicional en el partido y así batallar menos en cada proceso interno. Negocio redondo.
Y aunque se avecina el cambio en la dirigencia no crea que esto vaya a cambiar mucho ya que Samuel y Murillo quieren imponer a otro de sus incondicionales de nombre Ignacio Ledezma al frente del PAN. Nacho les debe a ellos que su esposa sea regidora panista en el actual ayuntamiento.
Tan grave es el asunto en el panismo mantense que el propio Truko Verástegui está cansado del asunto y les saca vuelta a los dos. No trabajan, no proponen, no unen, no aportan pero en cambio chantajean, lloran, piden, traicionan y se echan a los brazos del sistema.
Y una última: Derraman lágrimas cada vez que cantan el himno del PAN. ¡Cuánta hipocresía!

EL “DELFIN” CHAFA DEL ALCALDE DE GONZALEZ
En González, eso del piso parejo para todos los aspirantes no existe.
El alcalde Raúl García Vallejo ha ordenado a todas las áreas del ayuntamiento que el nombre de Ricardo Alberto Martínez se escuche en cada rincón del municipio.
Por lo pronto el Director de Desarrollo Social encabeza los actos oficiales que el alcalde le organiza para su promoción utilizando para ello recursos públicos. Equipo humano y técnico del municipio se mueven a capricho del funcionario municipal quien dejó de usar gorra para dar paso al sombrero como parte de la estrategia de promoción.
Sin embargo el dinero público que el alcalde desvía para su ahijado poco ha servido para su propósito, es evidente que Ricardo Alberto no despierta interés ni simpatías, es un producto muy difícil de posicionar en el mercado electoral.
Por más que el alcalde le da paso en la foto oficial, lo manda como su representante, y lo deja hablar en todos los eventos, las preferencias electorales demuestran que también en eso fracasa Raúl García Vallejo.
Muy chafa ha salido el “delfín”.
Es casi seguro que el alcalde recurra en los próximos días a un plan B.
Y de la diputación local ya mejor ni hablamos.

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