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Merecen la cárcel…

CENA DE NEGROS

Marco A. Vázquez

En las inmediaciones del Mercado Arguelles de esta capital, ahí donde realmente se libran luchas titánicas entre los más necesitados y los comerciantes, los primeros en busca del alimento barato y los segundos por sobrevivir con tanta competencia, una mujer originaria de un ejido de Jaumave mostró lo que puede hacer el Gobierno cuando se aplica.

“Allá, en Jaumave, cuando inscribimos a los niños nos dieron un paquete de cuadernos, lápices, y otras cosas, el director de la escuela dijo que era todo lo que iban a necesitar”, respondía de esa manera a una interlocutora.

Esa es una muestra de coordinación, de empeño por ayudar a los más necesitados, les entregan útiles escolares que si son útiles, y en el caso de los niños de estos municipios más desfavorecidos, becas para todos, lo que seguramente servirá de apoyo para que sigan en las escuelas y no se pretenda alejarlos a que ayuden en las labores del campo o, cosa peor, busquen el sueño americano a tan corta edad.

Por supuesto, también hay que aplaudir a los maestros y los directivos de esas escuelas que no hacen gastar demás a los padres de los niños pidiéndoles cuadernos especiales, uniformes de ciertas tiendas, y hasta cuotas escolares que parecen la inscripción de un niño a un colegio privado.

Ayer Egidio Torre Cantú, gobernador del Estado, habló de todo lo que se invierte en educación con el objetivo de mejorar su calidad, que los niños, todos, permanezcan en las aulas, y a corto plazo los tamaulipecos seamos más iguales y con la oportunidad clara de no sufrir pobreza.

Informó que se distribuyeron más de 650 mil paquetes de útiles escolares, se pagarán cientos de miles de becas, van a operar este ciclo 224 comedores en igual número de escuelas de tiempo completo y 177 laboratorios en escuelas secundarias,

Pero además es justo reconocer que en educación todavía se invierte más recurso, se hace en capacitación de maestros, mantenimiento, mejoramiento de aulas, infraestructura, eso es real, palpable.

Es en estas condiciones cuando más duele la actitud de ciertos funcionarios, directores de escuelas, y hasta centros de salud, que parecen metidos en un negocio tan vil que pudiera acabar con las aspiraciones de ser mejor de muchos niños y muchachos de bachillerato.

El primer caso lo vive la Secundaria General Número 4 en Ciudad Victoria, otras vez asuntos de la comida, ahora se han atrevido a correr a una niña del plantel nomás porque su mamá no tuvo dinero para pagar ahí la alimentación, más de 5 mil pesos al año que los hicieron obligatorios, “por lo menos en dos partes”.

Otro caso, igual de grave, sucede en los Bachilleratos, en los llamados CBTIS que parecen coludidos con alguna autoridad de la Secretaria de Salud, me explico, a todos los muchachos les están exigiendo un certificado de salud y tiene que ser expedido por el laboratorio del Centro de Salud de esta capital, al final, resulta que se llega a dicha dependencia, se pagan 130 pesos por alumno y todo para que les sellen una hoja, cuando les dicen a qué hora los checa el doctor o que análisis les van a realizar la respuesta es lacónica, “es menor de edad, no les podemos andar sacando sangre”.

Una de las señoras visiblemente enojada por lo que consideró un negocio sucio (y eso parece) les dijo que quién se haría responsable si a su hijo le pasaba algo en la actividad física o cualquier otra, la respuesta fue peor, en otro tono, y cortante, “quiere el documento o no”.

Las verdad es que en muchas escuelas de tiempo completo se está haciendo un negocio con el asunto de los alimentos y eso duele, más porque un programa tan noble, porque es una realidad que ayuda a mejorar la calidad de la educación y resguarda a los niños por más tiempo para que sus papás ya los recojan sin problema a la hora de salida de sus trabajos, se esté echando a perder por la voracidad de los directores de esas escuelas.

Más doloroso es el asunto de los certificados de salud, y da la impresión de que se comete delincuencia organizada porque todos se ponen de acuerdo para saquear a los padres de familia con un asunto que, o bien no es urgente ni necesario o bien lo están realizando mal.

Ciertamente, estos problemas son contados pero suceden en casi todo el Estado, lo mismo con cuotas escolares, la obligatoriedad de comprar uniformes en cierto lado, etc, por ello tenemos que eliminarlos.

Ojalá el Gobernador Egidio Torre Cantú tomé cartas en el asunto, que le haga comprender a los directores de las escuelas, y a funcionarios de medio pelo de otras áreas, que toda la inversión en educación no se puede echar a perder por la voracidad de unos cuantos, por pandillas que realmente merecen cárcel.

Vaya, solo la educación podrá garantizar que los tamaulipecos sigamos creciendo como personas, tengamos más oportunidades de adultos y, sobre todo, podamos demostrarle a todo México de qué estamos hechos, el gobernador Egidio Torre Cantú lo sabe, por algo está ha sido una de las administraciones que más becas entrega, que más apoyos, y mejores, en útiles escolares da, que se brinda para que nuestros maestros estén más tranquilos, eso es lo que vale la pena, lo otro, lo malo, pues hay que denunciarlo para que se vaya acabando.

En otras cosas… El rector de la UAT, Enrique Etienne presentó un libro en homenaje al ilustre médico y político tamaulipeco Norberto Treviño Zapata.

“La vida del Doctor Norberto Treviño Zapata es un ejemplo inspirador de integridad; lo recordamos como un magnífico gobernante; como profesionista, político y educador, pero sobre todas las cosas, lo recordamos como el gran impulsor de la UAT”, así lo destacó el Rector en el homenaje que se ofreció con motivo del aniversario luctuoso del ilustre médico, político y Gobernador de Tamaulipas en el período 1957-1963, a quien los universitarios le guardan su gratitud y reconocimiento perenne, porque impulsó las obras que cimentaron el engrandecimiento y desarrollo de la máxima casa de estudios del estado.

En la ceremonia celebrada en el Teatro Amalia González Caballero de Castillo Ledón del Centro Cultural Tamaulipas, el Rector presentó el Libro: “El Método Clínico en la Práctica Política”, del autor Luis Roberto Botello Suárez.

En lo que dijo es su política de mantener un contacto cercano a la gente y difundir entre los tamaulipecos las reformas y nuevas leyes aprobadas por el Congreso del Estado, el Diputado Ramiro Ramos Salinas, presidente de la Junta de Coordinación Política, rendirá este lunes un informe de sus actividades legislativas a la población de la zona conurbada del sur de Tamaulipas.

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