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Crimen, robo y asaltos a unos pasos de la presidencia municipal

TINTERO

Por Francisco Pucheta

El colmo: a unos pasos de la presidencia municipal de Nuevo Laredo opera una banda de delincuentes y asesinos que simulan lavar y acomodar vehículos de los clientes del restaurante ´´El Padrino´´ y cuando quieren se introducen al negocio para asaltar o asesinar como ocurrió la noche del sábado 16 de mayo con el señor Raúl López Salazar.

La víctima de 62 años, un hombre de bien y deportista de toda la vida, tuvo la mala fortuna de ir a cenar unos lonches y al salir del restaurante ya lo esperaban dos sujetos, uno de ellos armado con una pistola. Como trataron de ultrajarlo se defendió con tan mala fortuna que el cobarde portador de la pistola le infirió un balazo a la altura del abdomen, perforándole órganos vitales que le ocasionaron una muerte instantánea, en presencia de varios testigos.

López Salazar jugó béisbol en la Liga de Veteranos Ribera del Bravo que sábados y domingos se reúnen para competir en buena lid y sus compañeros de equipo manifestaron su dolor y coraje por lo que le sucedió pero sobre todo por la incompetencia de las autoridades federales, estatales y municipales para contener la ola de violencia e impunidad que sigue adueñada de la ciudad a todas horas del día.

Existe el fundado temor de familiares y amigos del hoy occiso de que ninguna autoridad hace nada por atacar la inseguridad que envuelve a Nuevo Laredo.

Por su parte el presidente de la Barra Colegiada de Abogados, Manuel Galván Almendárez señaló que lamentablemente no es el primer caso que ocurre en ese restaurante puesto que en el bufete móvil jurídico gratuito ´´Licenciado Pedro Héctor García Treviño´´ han recibido quejas ciudadanas en ese sentido.

Por ello reprocha que la Procuraduría de Justicia y sus agencias del Ministerio Público sean indolentes, incompetentes e incapaces, no solo para recibir las denuncias que oficiosamente debieran hacerlo porque a todo mundo votan y le dicen que tiene que ir con un abogado para que haga cualquier escrito que ellos deben de atender.

De igual forma están las quejas múltiples que se presentan en contra de la Procuraduría por la indolencia y apatía que observan para darle recepción a las denuncias de orden penal así como querellas que presentan los ciudadanos por delitos del orden común como robos, como abusos de confianza, como fraudes, como allanamientos de morada, como lesiones cometidas en perjuicio de la esposa, de los hijos o violencia intrafamiliar en términos generales, así como golpes y violencia física simple que se ejerce impunemente de manera habitual en contra de cualquier ciudadano de Nuevo Laredo.

Desgraciadamente tenemos una Procuraduría que ni mínimamente está cumpliendo con el cometido de procurar justicia a favor de los ciudadanos neolaredenses en virtud de que no hay quien les meta rienda ni acata las facultades y obligaciones que constitucional y legalmente tienen, de atender a cada ciudadano que les plantea el conocimiento de hechos delictivos que ellos deben investigar de manera oficiosa.

Tenemos aquí la semana pasada el caso de una persona de la tercera edad que vino a denunciar que en el restaurante El Padrino fue víctima de un robo con violencia incluso habiéndose empleado arma blanca en su perjuicio sin llegar afortunadamente a lesionarlo ya que únicamente sufrió el despojo de sus cosas personales. Los hechos sucedieron en el interior de este lugar sin que ninguna autoridad interviniera, pero lo peor es que al parecer había presencia de los encargados de este conocido lugar y no hicieron nada por llamar a la autoridad o intervenir para evitarlo.

El señor en su queja señalaba y refería que había presentado la denuncia ante Procuraduría de Justicia y que ningún avance presentaba por lo que estaba indignado en contra de los agentes del Ministerio Público y de la propia Policía Ministerial que nada han hecho hasta el momento por lo que presentó su denuncia en este bufete móvil jurídico gratuito, en donde se le asesoró y se le indicó que se allegara los nombres y las direcciones de las personas que presumía habían sido testigos para aportarlos a la posible investigación, que se asume pudiera haber iniciado la Procuraduría.

Sin embargo, en términos generales tenemos quejas muy graves y muy fuertes de la forma y falto de transparencia pero sobre todo perniciosa y contumaz en prácticas de corrupción que viene observando la Procuraduría de Justicia del Estado particularmente aquí en Nuevo Laredo.

Tenemos quejas de personas que van y presentan su denuncia de robo de un pasaporte y les piden 250 o 300 pesos por recibírselas cuando una vez que llevan sus documentos redactados la Procuraduría de Justicia está obligada a recibirla lisa y llanamente porque es un trámite administrativo.

Hay una Procuraduría ahí del ciudadano que es la que se encarga de hacer ese tipo de denuncias y cobra por esos servicios lo que obviamente, se insiste, se ha denunciado pero no atendido por las instancias responsables lo que habla del desgobierno, la apatía e indolencia que existe en Tamaulipas.

Este punto es álgido y no es la primera vez que nos denuncian asaltos, robos con violencia y pareciera ser que lamentablemente no hay autoridad policiaca que trate de evitarlo o que en un momento dado se encargue de proteger y de servir a la comunidad como lo refieren pomposamente las leyendas de las patrullas.

Desgraciadamente esa es la realidad, porque a mí me ha tocado ir por las noches a este populoso negocio y efectivamente advierto un sinnúmero de gentes vagos, malvivientes que pululan por ahí como acomodadores, limpiacarros pero que en realidad ocultan a verdaderos delincuentes que son los que seguramente están cometiendo ese tipo de crímenes sin que desafortunadamente, ninguna instancia policiaca ni mucho menos la autoridad municipal, que es la gran responsable de la seguridad y certidumbre de los ciudadanos de Nuevo Laredo, hagan algo por combatirla.

El Artículo 115 Constitucional así lo obliga por ser una materia que debe proporcionar la autoridad municipal, pero desgraciadamente nos encontramos con que no se está cumpliendo con ese cometido y que hay una indolencia total, pues ya se completaron dos administraciones sin policía municipal bajo el argumento de que no pasa el famoso control establecido a nivel federal.

Repito, es una obligación del gobierno municipal encontrar elementos que puedan ser parte de la policía local, con la que no se está cumpliendo y nos preguntamos: ¿Dónde están esos recursos que dentro del rubro de seguridad pública, se están destinando en el presupuesto municipal?, enfatizó.

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