Estado

Paloma; el “levanton” del sobrino: ¿Ajuste de cuentas?

Por: Mauricio Fernandez Díaz.

El éxito político de Mercedes del Carmen Guillen Vicente, más conocida como “paloma” o “la subcomandante” en tierras Tamaulipecas estuvo ligado estrechamente con la llegada, consolidación y expansión de uno de los carteles más sanguinarios traídos a Tamaulipas por Tomas Yarrington Rubalcava, hoy prófugo de la justicia estadounidense que lo acusa de lavado de dinero proveniente del trasiego de drogas, entre otros delitos.

Bajo la administración de este ex gobernador y posteriormente con Eugenio Hernandez Flores, vinculado de igual manera al narco, Mercedes del Carmen vio florecer su carrera administrativa y politica.

Fue en estos dos enrarecidos sexenios, impregnados con el tufo a narco gobiernos cuando la hoy pre candidata a la diputación federal por Tampico alcanzó las dos posiciones más importantes de su carrera en tierras tamaulipecas.

Con Tomas Yarrington estuvo nada menos que en el neurálgico cargo de Secretaria General de Gobierno, el puesto más importante en el organigrama después del gobernador.

Es impensable que la segunda de a bordo en el mando no se haya mezclado y beneficiado económicamente con las negociaciones en las cuales forzosamente tuvo que participar o cuando menos ser silenciosa cómplice del maridaje gobierno-narco

Con Tomas Yarrington al frente del gobierno se dio la expansión e infiltración del narcotrafico en los círculos políticos y administrativos más importantes del gobierno Tamaulipeco.

Y a esto de ninguna manera pudo haber sido ajena Mercedes del Carmen.

Tan no pudo serlo, que trascendió del sexenio de Yarrington al de Eugenio Hernandez Flores ocupando el cargo de Procuradora De Justicia en el Estado, justo cuando los carteles consolidaban su ingerencia en la administración pública estatal y rebasaban al poder político institucional, convirtiéndose en un poder factico paralelo al constitucional, cuando no por encima de el.

Aquí Paloma Guillén desempeño el puesto de tal manera que los levantones, ejecuciones, secuestros y extorsiones eran ocultados por la PGJE para favorecer al CO, cuando ya era inocultable que en la mayoría de los municipios quienes ponían y quitaban alcaldes y diputados, cobraban piso y aranceles eran los sicarios del Crimen Organizado.

Ya rebasado todo limite, Paloma fue removida de su cargo por razones que aun no quedan claras, pero que sin duda no fueron ajenas al narcotrafico.

Paloma sin duda dejo muchas facturas pendientes con el bando contrario al que favorecieron tanto ella como sus jefes Tomas y Eugenio.

El retorno de la tampiqueña al terruño para buscar ganar la diputación Federal por el PRI levanto, por lo que se ve, polvo de aquellos lodos.

¿En esta tesitura de pago de facturas se inscribe “el levantón” sufrido por el sobrino de paloma, David Eduardo Guillen Hernandez y dos amigos que lo acompañaban?

¿Es este suceso, así como el homicidio del joven integrante del Comité Directivo Municipal de MORENA en Altamira el preludio de un renacimiento de la narco violencia, enfocada ahora directamente a quienes ejercen o quieren continuar ostentando el poder?

Es imperativo que la justicia encuentre a los culpables de estos hechos; Desafortunadamente los antecedentes en casos similares no deja mucho lugar a la esperanza.

Como sea; el gobierno federal y estatal deben estar preparados ya para lo peor; una escalada de violencia dentro de la competencia electoral de este 2015 y el recrudecimiento de la misma en el 2016

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